¿Dónde están los Wally-Caballas?

Hace unos años, exactamente en 1987, el británico Martin Handford, empezó a publicar una serie de libros de entretenimiento,  o mejor dicho un juego de observación. ¡Cómo   pasa el tiempo!,  parece que fue ayer cuando tratábamos de descubrir a este simpático personaje alto con jersey a rayas, gafas y gorro.
El pasatiempo consistía  en buscar a Wally que se escondía o camuflaba en un cuadro o paisaje, pasando desapercibido a nuestros ojos, siendo el objetivo del juego descubrirlo entre la maraña de formas y colores.
Pues bien, les pido que, en nuestra querida Ceuta,  intenten  extrapolar ese juego o diversión a las imágenes que día a día nos muestra la prensa escrita o la  televisión local, sobre diversos actos públicos o institucionales, tratando de encontrar a los políticos que forman la oposición, me refiero a los representantes del pueblo de Ceuta, elegidos democráticamente en las urnas, y que el sufragio universal ha querido que sean la Oposición (sin que por ello desmerezca, o sea menor, su condición de representantes de la ciudadanía).
Busquen, y vuelvan a buscar, para encontrar a los lideres de la oposición al Gobierno de Juan Vivas. No les va a ser fácil encontrarlos.  Si en cambio, notarán que empiezan a irritarse y escocerles los ojos al cabo de unos minutos de observación, y que les cuesta fijar la vista, pero siguen sin verlos.
No sigan, déjenlo. No los van a encontrar. No verán al Sr. Arosteguí, a Mohamed Alí, a Carracao …., en ninguna foto o video, por la simple razón que no están, que no asisten nunca o casi nunca a estos actos (Y hago la salvedad del casi en honor del  Sr. Carracao al que sí he visto y, coincidido con él en alguna ocasión.)
En actos de contenido religioso cultural (por ejemplo: una ofrenda floral como la que se lleva a cabo la víspera de la Patrona de Ceuta, nuestra Virgen de África), no van porque seguramente su "laicidad", producto de su superioridad moral  y progresista (versión rojo bambi), no les permiten contaminarse con esos  valores confesionales, sobre todo si son cristianos (en el ranking de puntuación para ascenso en la izquierda radical el mofarse de lo cristiano, es la opción más valorada, frente a otras opciones religiosas, mucho menos puntuadas, o claramente desaconsejadas, porque irritan, o  pueden ocasionar serios problemas a tu integridad física, o simplemente “crean tensión social”.)
En actos de contenido patriótico, el vocablo viene de PATRIA,- a ver si al leerlo se les va pegando algo-, término que no es de derechas ni de izquierdas, sino de todos (artículo  2 de nuestra Constitución de 1978: “La Constitución se fundamenta en la indisoluble unidad de la Nación española, patria común e indivisible de todos los españoles,….”), por ejemplo la entrega de una bandera a un buque de combate de la Armada de España, acto que supone la vinculación de por vida de esa nave con nuestra Ciudad., tampoco asisten. Igual que al Día de las Fuerzas Armadas. Debe ser porque no es “progre” sentirse español, eso lo dejan para la derecha. Faltaría más, ellos tan social-comunistas, la quinta esencia de la democracia.
Obvio decir, que lógicamente tampoco son vistos, en los diversos actos y homenajes como son los patrones de las diversas armas del Ejército Español, la Guardia Civil o la Policía Nacional. En estos actos ni están, ni se les espera.
Pero lo que ya no tiene ninguna justificación, ni rebuscando en su argumentario lleno de consignas y frases huecas, es la ausencia de los representantes de los partidos políticos de Caballas y PSOE, al acto convocado por las asociaciones de las Victimas del Terrorismo el pasado domingo día 27 a las 12.30 horas en la Plaza de los Reyes en apoyo de ese colectivo, al que tanto debemos todos los españoles, y más en estos días en que  los familiares y las victimas del terrorismo de ETA,  están viendo y sintiendo como por una injusta sentencia del  TEDH (Tribunal Europeo de Derechos Humanos), en cuya cocina ha tenido mucho que ver el anterior Gobierno de Rodríguez Zapatero y Rubalcaba, y su chef en la confección de este plato de mal gusto, el jurista -que no juez- López Guerra, ex secretario de Estado de Justicia en el gobierno de Zapatero, elevado a representante español en la Gran Cámara del Tribunal Europeo de Derechos Humanos, que ha votado a favor de condenar a España y de imponer el pago de una indemnización de 30.000 euros a la etarra Inés del Río por los daños morales sufridos. Este señor que tenía que haberse abstenido,  al tratarse de un tema que afectaba a su país (como hizo en otros casos), ha repetido como representante de España en las deliberaciones llevadas a cabo y que ya suscribió la primera condena, en julio de 2012. Espero que  nunca pueda olvidar el daño que ha hecho.
Todos los que creemos en la democracia, teníamos que estar ese domingo soleado allí,  y todos los días -ahora que se están produciendo la salida de asesinos en cascada-, apoyando a las victimas y sus familias. Corrijo asesinos y asesinas (no vayan a tacharme  de machista las Leire Pajin-Bibiana Aido que aún pululan por estos pagos).
Espero que el pueblo de Ceuta, todos los hombres y mujeres, recuerden a esos políticos estas afrentas cuando vuelvan a reclamarles su voto para seguir NO representándoles.