Tema por demás inagotable es la relación entre el hombre y Dios. La forma y las maneras, los gestos y expresiones, los momentos y las vivencias pueden ser distintos, pero siempre permanecen los dos grandes protagonistas, aunque con distancia infinita, que son Dios y el hombre.
De una manera particularmente admirable, esa relación adquiere unidad completa en el misterio de la encarnación del Verbo de Dios en la humanidad de la Virgen María. Dios se hace hombre para que el hombre pueda estar más cerca de Dios. Todo lo que se refiere al tránsito del Hijo de Dios por este mundo tiene para el cristiano tal importancia y significación que en cada palabra, en cada gesto, en cada silencio se lee y escucha aquello que a Dios pueda querer para que hombres fiel a su Señor y, en definitiva, alcance el verdadero CAMINO de su completa liberación del pecado y de cuanto le esclaviza y no deja vivir en la libertad más auténtica de un hijo de Dios.
Lo divino y lo humano, lo trascendente y el inmediato, la cultura y la fe, la razón y el misterio religioso se dan cita, de una manera singular, en las hermandades y cofradías, es por ello que las experiencias religiosas de los cofrades son más vivas, más sensibles, más apreciables por los sentidos y más sentidas por emociones incontenibles.
“Surrexit Christus spes mea”. ¡Cristo vive!, Cristo no es una figura que pasó, que existió en un tiempo y que se fue dejándonos un recuerdo y un ejemplo maravillosos. Cristo Jesús, la Segunda Persona de la Santísima Trinidad, que se hizo hombre en el seno virginal de María, está en el cielo con aquel mismo cuerpo que asumió en la encarnación, que murió en la cruz y resucitó al tercer día. Además de estar en el cielo, Cristo está presenté en la Sagrada Eucaristía. Cristo vive, y está también presente con su virtud en los sacramentos; está en la palabra, cuando en la iglesia se lee la Sagrada Escritura; está presenté cuando la iglesia ora y se reúne en su nombre. Vive en el cristiano de una manera íntima, profunda e inefable. Hay que tratar a Cristo en la palabra y en el pan, en la Eucaristía y en la oración. Y tratarlo como se trata a un amigo, a un ser real y vivo como Cristo lo es, porque ha resucitado, y el pasado mes de junio nos mostró su corazón henchido de amor para ser desagraviado con nuestras plegarias y buenas intenciones y se nos echó a la calle...
...En las tardes de junio que Dios a cuerpo se echa a la calle, esas tardes de estío prematuro que nos invade y ahoga con su calor de levante pegajoso y húmedo, Dios a cuerpo se echa a la calle en ese junio Eucarístico, mes del Corpus y del Sagrado Corazón de Jesús que Santa María de África porta en su regazo...
... “Yo soy el Pan de Vida”, “Vuestros padres comieron el Maná del desierto y murieron. Este es el Pan que baja del cielo para que sí alguien come de Él no muera”. Es el sorprendente y maravilloso anuncio que hizo Jesús en la Sinagoga de Cafarnaum. Jesús revela el gran misterio de la Sagrada Eucaristía. Sus palabras son de un realismo tan grande que excluyen cualquier otra interpretación. Sin la fe, estas palabras no tienen sentido.
“Es el Maná que del cielo ha caído, dulce Rocío que Dios ha enviado, para alimento del pueblo elegido, que en las tinieblas andaba perdió y otra vez su camino ha encontrao'”. Así dice la plegaria eucarística de los Romeros de la Puebla y como decía San Antonio de Padua:”El gran peligro del cristiano es predicar y no practicar, creer, pero no vivir de acuerdo con lo que se cree”.
Por eso...
Delante de mis hermanos
Y al son de dulces campañas
Se desboca el corazón
De este cofrade caballa,
Que no quiere abandonar
Al Señor del Universo
Nuestro Padre Celestial.
¡Qué atrevimiento el mío
Que locura cofradiera
Pretendemos anunciar
Las penurias nazarenas
De un Cristo sin maldad
Que se queda triste y sólo
Con su Madre en un altar
De esa iglesia sola y grande
Que en el África esta.
Rodeada por el mar
Y delfines nazarenos
Que en el África están
Custodiando sus tormentos,
Su tormentos y quebrantos
Que sus hijos mal le dan
Apartandolo del campo
Del campo y de la ciudad
Que lo añora en su regazo
Y lo quisiera salvar.
Este verano nos estamos viendo privados de poder contemplar, venerar, orar ante sus plantas, acompañarlo en las tardes solitarias de calor, a Jesus Cautivo y Rescatado en su altar de la Casa de Hermandad sita el la Glorieta de Medinaceli, junto a Ese Otero Mariano, Africano, Pollinico y cofrade donde los haya. No puede bendecir la vegetación de los Jardines de la Argentina, la maleza, las florecillas, las callejuelas y las gentes que transitan frente a ese rincón sagrado y emblemático de nuestra querida tierra, que ya podemos ver que no les duele a todos por igual. Él fue Luz de amanecida y que junto al astro rey iluminaba nuestra ciudad llegando mayo los últimos años, mientras su querida y dolida Madre recorría las calles de la feligresía a los sones de los 200 AVEMARÍAS de un Rosario de la Aurora que nos recordaba que Dios vive en el Otero muy cerca de su pueblo no sólo cada Semana Mayor, sino todos los días del año. El que aglutinó fieles devotos junto a su venerada imagen, el que fue alabado con rezos, cantos y oraciones, rodeado de claveles el primer viernes de marzo y colmado de besos, el sábado de pasión o el lunes santo arropado por la bulla, ya no es digno de tal veneración. ¿Será que no interesa ya que su imagen sea venerada y podamos darle protestación pública de fe?, ¿no pretenderán que esté abandonada en una esquina del templo catedralicio todo el año, y que después se forme un zipizape desde el Príncipe al Otero para trasladarlo en una furgoneta o en un todoterreno junto a su Madre para arreglarlos, acicalarlos, trasladarlos teatralmente y sacarlos en procesión para hacer estación de penitencia al Sagrario el lunes santo y cumplir los objetivos de culto que marcan sus reglas?, ¿es qué sus reglas no dicen que deben ser custodiados por sus hermanos en la persona de sus mayordomos y junta de gobierno?, ¿es qué sus reglas no dicen que se deben tener lo más dignamente posible las sagradas imágenes titulares de la hermandad al culto de sus fieles devotos?, ¿es qué sus reglas no dicen que su junta de gobierno tiene la obligación y el derecho de organizar sus cultos externos e internos?, creo que sí, ¿es que no deben ser dirigidos espiritualmente por su director espiritual con voz pero sin voto?, ¿es qué su dirección más que espiritual es material de ordeno y mando que esté en este u otro lugar a mi antojo sin tener en cuenta la opinión de sus cofrades, y sabiendo que sólo deben orientar y dirigir su espíritu y dejarlos libremente opinar y gestionar el resto de las cuestiones más humanas de la hermandad y no por ello menos importantes?, ¿es qué los hermanos no se deben preocupar de mantener los enseres en perfecto estado de revista?, ¿es qué dentro de la nómina de enseres no se encuentran la Imagen Sagrada del Señor de Ceuta y la de su Amantisima Madre, la Virgen de los Dolores?
...¿será que no son válidas las imágenes como se promulgó en el Concilio de Trento y se rubricó con letras de oro su valor catequetico? No lo sé, ¿será cosa de desprestigiar el uso de las imágenes para tal fin en estos días que nos tocan vivir?, no lo sé. ¿Será que los tiempos y las costumbres han cambiado?, no lo sé.
Que no vuelvan otra vez
En los relojes del tiempo
A profanar tu hermosura
Sin besar tu último aliento
Que volvieran a buscarte
Saliendo de sus infiernos
Revolución y despojos
E inhumanos tormentos.
Que te arrancasen de nuevo
Los sayales de tu cuerpo
Que te echasen de tu iglesia
Como a proscrito del templo
Que te insultarán a gritos
Los demonios más blasfemos
Queriendo borrar tu historia
Escrita en el firmamento.
Que tu rostro descarnado
Templanza de los desvelos
Fuese astilla mancillada
Con el escarnio más lento.
Así el pueblo te reclama
Medinaceli sin dueño
Repitiendo una y mil veces
Llevándote siempre dentro
Con una frase en las velas
Del barco de su universo.
Ceuta toda es mi cuna
Soy el Cristo de este pueblo.
¡Qué bendición para el alma,
Medinaceli sin dueño
Eres faro que nos guía
Con bonanza en barlovento!
¿Con qué ojos el pueblo representa el dolor, qué lágrimas pinta sobre el rostro de María, a través de que rituales encauza y manifiesta aquella compleja mezcla de fe, dolor, espera y esperanza que anima el Misterio de la Pasión? ¿De qué claves se sirvió el anónimo y silencioso ejército de maestros artesanos para despertar la sensibilidad de los fieles que, cada año se reúnen alrededor del símbolo de algo que no es posible representar?
En la vida de cada ciudad existen manifestaciones usos y costumbres que no se pueden justificar con claridad. Casi siempre se trata de celebraciones o manifestaciones vinculadas a un pasado lejano y sugestivo. La presencia de tales ceremonias en la vida cada vez más frenética y atormentada de nuestros días, se juzga a menudo anacrónica. Pero en el mundo en que vivimos, se mantienen muchas celebraciones de este tipo, manifestaciones por así decirlo, fuera del tiempo o fuera de la moda. De ahí nace la duda de que a caso la era de la droga, de la violencia de todo tipo, de la informática y de los avances tecnológicos, no haya dicho nada verdaderamente original, en el aspecto espiritual en relación con el pasado.
La Iconoclasia fue una herejía de la Iglesia como el arrianismo. Ahora parece que renacen, pues ya hace falta estupidez para que en el siglo XXI renazcan viejas herejías que todos suponíamos superadas. Fue una herejía que rechazo como superstición el uso de imágenes religiosas y abogaba porque se destruyeran. Se originó con el emperador León el Isauriano en el año 726 y término en el II Concilio de Nicea en el año 787, donde se definió que las imágenes podían ser expuestas y veneradas legítimamente porque el respeto que se les muestra va dirigido a la persona que representa, posteriormente hubo una segunda fase con el emperador León V el Armenio y término en el año 842 bajo la emperadora Teodora, juntó a San Juan Damasceno, Presbítero y Doctor de la Iglesia, Teólogo griego (675-749), gran poeta de la Iglesia del este. Posteriormente la Reforma Protestante reanudo los ataques iconoclastas de imágenes y reliquias por considerarlas superstición, fue el Concilio de Trento el que reiteró la aprobación Católica de las imagenes (1545-1563) por el papa Pablo III.
El arte barroco de las imágenes encontró en la escultura en madera policromada uno de los más sugestivos medios para expresar el espíritu del Concilio de Trento. Las hermandades querían difundirlo con una teología que se adaptase a la sensibilidad del pueblo.
¿Será que vuelven los nuevos iconoclastas?, ¿y esos que son?...
Hay tres tipos de iconoclastas. Los ateos, que no creen en nada religioso, todo les irrita y quieren destruirlo, los católicos estúpidos y los presbíteros. Entre los primeros, generalmente, zafiedad de zafiedades véase por ejemplo todos aquellos que destruyeron obras de arte sacro en 1936, hay algunos, escasos, que respetan la belleza y creen que debe conservarse la Venus de Milo o el busto de Nefertiti. Entre los católicos, o que se dicen tales, responden a dos tipos. Los metafísicos y los sociales. No podría decir quienes me parecen más equivocados. Los primeros van de sabios por la vida y es difícil encontrar a alguien más memo. Se les cae de la boca aquello de que a Dios hay que adorarlo en espíritu y en verdad. Nada de imágenes. Todas son falsas. Todo es pura superstición. Como el Becerro de Oro. No niego que alguien sea capaz de adorar a Dios desde la pura idea. Pero los humanos, en nuestra mayoría, necesitamos meditaciones. Y una de ellas son las imágenes de nuestros Cristos y nuestras Virgenes. ¿Qué hay excesos? Son excesos de amor. En ellas vemos a Cristo, a Maria ya sus santos. Los tocamos, nos llegan al alma. Nos acompañan siempre. Cuantos hermanos en la fe tienen en su casa un cuadro, o llevan una estampa en un pliegue de la cartera. El hijo de un amigo mío, hombre que no frecuentaba la iglesia, tuvo un gravísimo accidente, todos pensábamos que se moría. Pasé a su habitación del hospital a interesarme por él y me dijo que tenía encima de su cama un cuadro del Medinaceli. Si sale de esta lo primero que haremos será ir a darle gracias y lo acompañaremos cada año el sábado de pasión en su traslado hasta la casa de hermandad. Y fueron, ahora no se sí podrán seguir haciéndolo en años venideros. Para irle a esa gente con metafísicas y sin imágenes. No entenderían nada. Ni se acordarían de Dios. Tal vez es lo que se pretende. Cuanto menos bulto más claridad. Quien lea entienda.
El Rocío, la Maredeureta, el Pilar, Monserrat, el Cristo de Urda, el Cristo de la Victoria de Vigo, la Santina, Santiago... Son asideros de nuestra fe. Esperanzas de la misma. Amores entrañables mamados desde el nacimiento. Tal vez altos profesores de teología, tal vez herejes, no comparten esas “vulgaridades”. Pues yo, absolutamente vulgar. Con mis Cristos y mis Virgenes. Y a quien le moleste que mire para otro lado y no sea como el perro del hortelano.
Los “Sociales” son todavía peores. A los primeros les guía una inteligencia desencadenada y utópica, pero inteligencia al fin. Esos son bobos de solemnidad y de una cortedad notable. Y además con un alma seca porque desconocen el amor. No tengo ni idea de lo que puede valer la corona de la Virgen de África. Si la vendemos, tal vez podamos comprar dos pisos o tal vez cuatro, para unas familias necesitadas. Que al día siguiente ya no tendrían para comer. Mientras que el amor a la Virgen, que es la más guapa del mundo por dentro y por fuera, permite mucho más auxilio a los necesitados. La Virgen de los Dolores sin palio, sin manto, sin procesión, sin nada, sería una imagen más, en una iglesia más y sin nada más. Seguramente eso es lo que se busca. Aprovechemos el amor de la gente y a sus Vírgenes y a sus Cristos para hacerlos más vinculados a la iglesia, más piadosos, más caritativos. Pero no matemos ese amor a cambio de nada. Quienes piensan que son un trozo de madera, alguien lo ha dicho, peponas vestidas con mantos, no me preocupan nada. Se reconcomen en su propia frustración. Odian a la iglesia y a todo lo de la iglesia. Que se les indigeste el odio. Los que me duelen son los tontos que se creen católicos y abominan de la iglesia.
El tercer tipo, los presbíteros neoiconoclastas, son tan perfectos cristianos, tan iluminados, tan místicos, y me parece bien que ellos no necesiten las imágenes para llegar a Dios, son sólo espirituales, místicos. La Doctora de la Iglesia, Santa Teresa de Jesús, es madre de la Teología mística juntó con San Juan de la Cruz y sin embargo siempre llevaba la imagen de San José en sus viajes, el famoso Parlero, con el que entablaba largas y místicas conversaciones y llego a entronizar en su silla de madre abadesa una imagen de la Virgen para romper la discordia de sus hijas carmelitas.
Por lo tanto, si no hace falta imagen, tampoco templos, celebremos la misa en chozas, no haya imágenes, y los propiciadores de todo esto dando conferencias y clases magistrales alejándose en hoteles de cinco estrellas. Pues a mi me encanta la Virgen de Los Dolores con sus joyas y su fajín. Me da igual de quién fueran. Alguien que mandaba mucho se lo ofreció pensando que Ella mandaba mucho más. Así qué no entiendo y sigo sin comprender por qué la Reina de los Dolores del Lunes Santo no está en su casa junto a su malherido, maltratado y malquerido Hijo Cautivo por la Soberbia, la desidia, la envidia, la corrupción y la enajenación. De todos modos pienso que la VERDAD no hay que gritarla con susurrarla basta para que la oiga el que está a la vera y el que esta lejos.
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