La gerontóloga brasileña habló ayer por la tarde en el hotel Tryp; esta doctora opina que la vida sexual para ellos es una necesidad que debe ser entendida por la sociedad y sus familias. Myriam Lima, gerontóloga y neuropsicóloga brasileña, empezó a hablar sobre la sexualidad de sus pacientes mayores por casualidad. Con el tiempo, ha ido especializándose en un tema en el que, asegura, lo importante es eliminar tabús sexuales y desmitificar un tema en el que todavía hay mucho desconocimiento.
–¿Hasta qué edad puede tener una persona vida sexual? –El proceso de asexualidad en los ancianos es un mito. La mujer, si vive 120 años, es mujer hasta los ciento veinte años, nunca deja de serlo. El hombre, generalmente, tiene ciertos problemas de caída con la edad, muchas veces relacionados con otras patologías. Aun así, encotramos el ejemplo de Charles Chaplin, que fue padre a los 90 años. Lo importante es desmitificar el proceso de asexualidad y que los hijos y nietos entiendan que esa persona mayor puede tener deseo.
–¿Pero qué pasa con los problemas para mantener relaciones sexuales que afloran a esas edades? –En el caso de los hombres, muchas veces es causa de otro tipo de medicaciones. ¿Por qué no revisarlas y quitar alguna pastilla que pueda tener esos efectos secundarios, en aras de una mayor felicidad? En el caso de las mujeres, es mucho más fácil, porque una crema vaginal para combatir la sequedad no tiene ningún tipo de contraindicaciones.
–¿Hay información para ellos? –Es muy difícil. Un geriatra pocas veces pregunta a sus pacientes cómo va su vida social. Yo lo hago, y encuentro de todo tipo de respuestas. ¡La sexualidad es inherente a la persona! Si no se puede practicar la penetración, hay otras formas. ¿A quién no le gusta que le toquen? ¿Es que una caricia no es sexualidad?, la mujer es esencialmente clitoriana. En Brasil, por ejemplo, existe la costumbre de dormir con camisetas de propaganda de candidatos políticos, porque son cómodas.
–¿Les aconseja que se arreglen? –Les digo que cuiden su sensualidad: “Imagínese que su marido se gira en la cama con todo el deseo hacia usted y ve la cara de ese político. ¿No es normal que se le baje?”, les comento.
–Su país, Brasil, es uno de los que más practica la cirugía estética, ¿qué opina? –Si una mujer siente que necesita arreglarse algo, está muy bien. Pero hacerse operaciones sin sentido cambian el cuerpo, y eso hace que la persona se transforme y sea otra.
–¿Sobrevalora la sociedad el canon de belleza basado en la juventud? –Cuando uno es joven, busca una mujer con una piel lisa y sin arrugas. Cuando uno envejece, ¿es que no puede tener una buena vida sexual, no pueden tener sensualidad las arrugas? Aún más, la familia debería entender que un hombre mayor estuviera con una mujer joven. Incluso que, si no tiene otra posibilidad, pague por una vida sexual.
–¿También es aplicable a mujeres? –Con mucha más fuerza, porque no se entiende que una mujer mayor esté con un hombre joven, cuando igual es lo que necesita. Lo mismo en cuanto a pagar.
Demencia y el doctor Ventura Dentro del IV Curso de Atención Integral al Mayor, el doctor Roberto Ventura habló sobre el tratamiento sin medicamento de las demencias, que no tienen por qué ser alzheimer, necesariamente. Este neurólogo, psiquiatra, y neuropsicólogo del Hospital Universitario de Montevideo (Uruguay), identifica la causa de la demencia en un “deterioro del sistema nervioso”. “Lo importante”, afirma este doctor, “es ser creativo. Por ejemplo, si el anciano se baja los pantalones el públicos, atarle el cinturón por detrás para que no se lo desabroche. Si dice que dos más dos es siete, darle la razón, porque no sirve de nada intentar enseñarles. Y distraerles si creen que eres un impostor, que no eres quien eres, porque si les llevas la contraria se ponen a la defensiva”.