Ocenta y cinco años se han cumplido ya de un suceso que se conoció durante la guerra como “el combate del Cabo de Palos“ donde se hundió el gemelo del que fuera buque insignia de la Armada durante muchos años, el Crucero Canarias siendo el “Baleares“ el que corrió la peor de las suertes en aquel combate.
Traigo esta historia con sentimiento y recuerdo, por la cuestión familiar que me lleva el curso de la Guerra Civil, la lucha de ambos bandos hizo que mi abuelo materno fuera en el otro barco gemelo del Baleares, el Canarias, el destino y el curso de la guerra hizo que muchos vivieran nuestra historia épica y de lamento y su leyenda, yo fui fiel testigo de cuando era un párvulo que mi abuelo leía el suceso narrado de la época del Generalísimo de cómo se hundía el gemelo de su barco y mi abuelo con lágrimas y emoción abría la cortina para que le diera la luz a una historia de rabia, disciplina y confusión para acabar con aquella frase “ si volviera a nacer volvería a la mar pero sin guerra de por medio.”
"Aquel suceso impactó en la vida de mi abuelo Bernardo, una vida de recuerdos que compartimos"
Era la madrugada del 6 de marzo de 1938, la Flota republicana había preparado un ataque contra los cruceros nacionales fondeados en la Bahía de Palma, un vuelo de reconocimiento un día antes, descubre los Cruceros pesados Baleares y Canarias así como el “ Almirante Cervera “ estos salieron a la mar de noche para dar escolta a un Convoy de aprovisionamiento desde Italia, con los cañoneros Cánovas y Canalejas y tres destructores, Velasco, Huesca y Teruel.Mi abuelo ya había estado en el Huesca, y estos buques se dirigían todos a Cádiz, los cruceros cogerían el relevo a la altura de Formentera.
Al fracasar la misión republicana con las lanchas torpederas por el mal tiempo, se calculaba según la época de que iba a producirse un encuentro sin esperarlo ambos bandos de los Cruceros Libertad y Méndez Núñez, los Destructores Lepanto, Almirante Antequera, Sánchez Barcaiztegui y el Gravina.
Sin buscarse, se encontraron a 75 millas al este del Cabo de Palos navegando a oscuras, el fallo del Baleares fue el lanzar dos inoportunas granadas iluminantes , ante el haber divisado algunas sombras y bultos en el horizonte en la oscuridad de la noche, el Baleares que iba en cabeza de la formación, dejó totalmente al descubierto al crucero, enarbolaba insignia de mando el Almirante Manuel de Vierna y Belando, como Jefe de la División, inmediatamente por ambos bandos, se iniciaron maniobras de constantes inversiones de rumbo, con intercambio de disparos de artillería, entre 3000 y 4000 metros de distancia, el Baleares abrió fuego, a continuación el Canarias, mi abuelo desde este último en las entrañas del barco, daba energía a las calderas como fogonero del buque, los republicanos el Crucero Libertad, el Baleares al ponerse en posición de recibir torpedos, los destructores republicanos lanzaron un total de doce disparos, se cuenta de la época que dos dieron en el blanco, a proa del bulgue de defensa contra armas submarinas y a la altura del pañol de munición de las torres de proa.
Esto hizo la fulgurante explosión de los depósitos de pólvora y la voladura de los pañoles, con sus torres, el puente de mando y el de Estado Mayor.
El Baleares quedó sin gobierno, inmovilizado, comenzando a ganar escora a estribor e inclinación hacia proa, hasta quedar las hélices y el timón al aire. Tuvo entonces el Comandante del Canarias que asumir el mando de la división y hacer maniobra para evitar la colisión con el malherido Baleares, la difícil decisión de la guerra, hizo que el Canarias para no correr la misma suerte que el gemelo Baleares, aumentara la velocidad a 28 nudos y escoltar a los convoyes hasta lugar seguro.
El Canarias no arrió ni los botes salvavidas, debido a que apareció la aviación republicana y lo confundió con el Baleares al hacer un impresionante circulo tratando de evitar bombas y lanzar en el viraje una gran columna de humo que confundió a la aviación republicana, ese hecho dio paso en la época a que había recibido impacto de una bomba, cuando era la potencia de las calderas a toda máquina.
Los que quedaban con vida en el buque Baleares, se fueron al fondo cantando canciones marineras heroicas y el trágico balance fue enorme de 741 muertos, entre ellos el Contraalmirante Vierna y todo su estado mayor, el Capitán de Navío Isidro Fontenla Maristany y muchos jefes y oficiales, tuvo que tomar el mando ya sin buque de por medio el Teniente de Navío Manuel Cervera Cabello.
Los destructores ingleses ‘Kempelfet’ y ‘Boreas’ se aproximaron a recoger del agua a los heridos que se lanzaron desde la toldilla del Baleares así como los cadáveres que fueron apareciendo.
El Canarias y el Cervera siguieron su navegación siendo interpretada por los republicanos como huida en toda regla y medida de escolta y salvamento del convoy por parte nacional.
"Sin buscarse, se encontraron a 75 millas al este del Cabo de Palos navegando a oscuras"
Aquel suceso impactó en la vida de mi abuelo Bernardo , una vida de recuerdos que compartimos cuando nos sentábamos con él en su mesa mientras nos daba unas habas crudas para degustar, nunca se asustó de pensar en alzar la voz en casa o que mi abuela le dijera, ten cuidado vayan a venir también a por ti a lo que él decía “ aquí estoy cuando aquel día los torpedos pasaron por la vera de nosotros, impactando en el Baleares y el nuestro el Canarias de la detonación en el mar “ se levantó del agua “.así que si tienen que venir a por mí aquí estoy y que vengan a cogerme cuando quieran…
Vivencias que dejaron la marca para bien o para mal a muchos de nuestros antepasados en aquella lucha entre españoles, él nos lo contó en vida y aquí lo cuento el nieto que fue el primero en vestirse de marinero la ilusión de hacerlo en vida y que mi abuelo me viera.