Muchas personas han pasado por sus habitaciones, muchas historias han escuchado sus paredes y muchos recuerdos y secretos se quedarán guardados para siempre en el Hotel Entre Dos Mares de Ceuta, que ayer viernes cerró sus puertas para siempre.
Ubicado en la Avenida Reyes Católicos, este local abrió sus puertas hace ya muchos años, cuando Fadila Chiki, dueña del hostal, decidió emprender y montar su propio negocio.
Lo abrió con mucha ilusión para acoger a todos los que llegaran hasta la ciudad. Sus habitaciones contaban con todo lo necesario para que se sintieran como en casa. Algunas de ellas incluso tenían su propia cocina. Además, una cafetería situada en la planta inferior del hotel facilitaba las comidas a todos los que allí se alojaban.
Sin embargo, la historia de este hotel no ha terminado con final feliz y como a todos los que allí trabajan les hubiera gustado.
Fadila Chiki lleva varias semanas informando a sus clientes de que este viernes cerraría este establecimiento y por ello, todos los que se encontraran en su interior debían abandonar sus habitaciones antes de las 12:00 horas. Aunque no fue así para todos.
Una familia que llegó a este establecimiento a través de los Servicios Sociales para ofrecerle de forma provisional un techo en el que vivir, se ha negado a marcharse de allí a la espera de que las administraciones públicas le den una solución y le faciliten otro hogar al que trasladarse.
Por ello, la dueña se vio obligada por las autoridades competentes a entregarle una llave del hotel así como de la habitación en la que se encuentran viviendo desde el pasado 2019. Tampoco ha podido cortar la luz y el agua de las instalaciones como tenía previsto.
Cabe destacar que Fadila interpuso una denuncia que llevó a un juicio, el cual ganó, aunque el inquilino recurrió y el procedimiento legal continúa abierto.
Ante esta complicada situación para todos, Fadila Chiki, dueña del Hotel Entre Dos Mares, reclama respuestas para poder cerrar sus puertas al completo. Ha tenido que cerrar el establecimiento con estas personas dentro. Ahora además tendrá que hacer frente a una denuncia por coacciones.
El inquilino declara que no tiene recursos para poder alquilar una vivienda fuera de este hotel. Ahora que cierra se ve con la problematica de quedarse en la calle, dado que tiene a su cargo una familia a la que debe sustentar junto con su mujer. Por su parte, la dueña del local expresa que la ayuda que recibía por parte de la administración se acabó hace más de dos años y esta habitación solo le acarreaba pérdidas.
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