‘Hot Chocolates’: “Los ensayos parados, pero con los deberes hechos desde casa”

Una despedida siempre es la excusa perfecta para reunirse con amigos y compañeros de toda la vida que piensas que ya no vas a volver a ver. Sin embargo, para Fernando González, trompetista de ‘Hot Chocolates’, la despedida de un local de La Coruña le sirvió para reunir a un buen número de músicos y crear esta banda de jazz.

El Teatro Auditorio del Revellín tiene la suerte de recibir a ‘Hot Chocolates’ a las 19:30 horas para cerrar el 26 Festival de Jazz. El Faro de Ceuta tuvo la oportunidad de hablar con uno de sus componentes.

–¿Cuándo se creó la banda?

–Nosotros, como banda en sí, empezamos en 2013 con la excusa de la despedida del local del antiguo Garufa, que es una sala de conciertos de aquí. Se cambió de local e hicieron una fiesta de despedida en el viejo. Entonces, para despedirlo yo llamé a varios compañeros músicos que estábamos acostumbrados a tocar muchas veces. Nos conocíamos, pero no coincidíamos todos juntos, sobre todo al ser tantos vientos, en que nos gustara el estilo y demás, todo el swing de los años 20. Entonces, pues eso fue la excusa para montarlo. Salió bien y ahí siguió la historia.

–¿Por qué el nombre de ‘Hot Chocolates’ para la banda?

–Pues el nombre de ‘Hot Chocolates’ fue más hablando con mi hermano, que también toca en la banda, porque buscar un nombre para un grupo es un Cristo. Y surgió leyendo, pues resulta que ‘Hot chocolates’ era un musical de los años 20 de Fast Waller, donde empezó a destacar Louis Armstrong. Entonces, nos quedó bien.

–¿Por qué jazz?

–La mayoría de los músicos que llegamos a formar ‘Hot Chocolates’, aunque hubo algún cambio con el paso del tiempo, éramos de instrumentos de viento y yo que soy trompetista. Pero, sobre todo, pensado para mí y para mis compañeros. No queríamos depender más de ser el acompañante de ningún cantante, en el sentido que luego el cantante se cansa y te quedas con todo el trabajo. Es una banda pensada un poco para los que nos gusta tocar los vientos. Todos estuvimos desde siempre ligados a la música de jazz. Así que no había otra elección. Aunque hemos tocado otras historias como rock and roll o rhythm and blues. Pues esto era lo nuestro, lo que nos gustaba a nosotros.

–¿Cómo definiría el estilo de jazz de la banda?

–Hay variantes, pero nosotros nos movemos entre el jazz, el hot jazz, dixieland, de principios de siglo en Nueva Orleans y el swing primitivo, primera época del swing de la época del ‘Cotton Club’, cuando todos estos músicos de Nueva Orleans se empezaron a ir a Chicago y a Nueva York. Entonces también tocamos esa rama más de Louis Armstrong de Nueva York, primera época de Duke Ellington. Y es verdad que también tocamos algo más tradicional de Nueva Orleans. Lo más moderno que tocamos ahora mismo en el repertorio creo que es del 35.

–¿Cuál es vuestro repertorio?

–Normalmente hacemos repertorio clásico. Arreglos sobre temas de Duke Ellingtom o Louis Armstrong. Toda esa época.

–¿Cuántas personas forman ‘Hot Chocolates’?

–Somos doce. Y los doce, más el técnico de sonido, vamos a Ceuta. Vamos, si nos dejan, por como está la cosa.

–¿Es la primera vez que vienen a Ceuta?

–Sí. Yo creo que para todos es la primera vez que vamos a Ceuta. La única relación que nosotros teníamos con Ceuta era un amigo músico, Félix Slim, guitarrista de blues.

–¿Han subido al escenario tras el confinamiento?

–Desde que nos dejaron salir, hicimos unos cuatro conciertos.

–¿Cómo ha ido el tema de los ensayos?

–Parado, pero con los deberes hechos cada uno en su casa. Ahora, al no poder reunirnos por estar limitadas las reuniones y que nuestro local de ensayo era la sala Garufa, que está cerrada, está todo parado. El repertorio sí que lo tenemos rodado, porque nosotros ensayamos habitualmente a lo largo del año. Desde el primer encierro, pues empezamos a ensayar cuando nos dejaron salir para ponerlo todo en marcha para esos cuatro conciertos. Y ahí estamos, manteniéndonos en forma lo mejor que podemos. Aunque en el confinamiento yo hice más repertorio nuevo, más arreglos, pero claro, eso sí que no ha dado tiempo a montarlo.

–Entonces, ¿ha creado más temas en el confinamiento?

–Sí. Cada uno en su casa mató el tiempo como pudo. Yo, en este caso, como soy el que hace los arreglos pues, al pasarte tantas horas en casa, dije ‘voy a hacer este’. Y de repente haces otro y luego otro. Y vas así, tirando.

–¿Tienen algún disco?

–Tenemos un disco de 2014. Estábamos precisamente grabando este año. Habíamos empezado en enero a organizar todo, ya estuvimos en el estudio algunos, pero luego con todo esto pues se paró. Ahora estamos organizando agenda, pero dependemos de conseguir los días libres del estudio. Vamos un poco sobre la marcha. Es muy difícil organizar así, porque si es uno solo es más fácil. Pero dependemos de muchas más personas.