El
toque de queda impuesto en Ceuta de once de la noche a seis de la mañana golpea de nuevo a los bares y tiendas. La
hostelería ceutí, que no ha llegado a recuperarse entre un
estado de alarma y otro, pondrá a prueba las nuevas restricciones en el puente de Todos los Santos, el primer fin de semana con una hora menos de
actividad, pero las previsiones son muy pesimistas.
Sin embargo, lo que podría ser una mala noticia, también tiene su lado positivo. El cierre de Andalucía hasta el 9 de noviembre da alas a las esperanzas del sector, que espera que en estos días se incentive el consumo local que revierta la situación económica del sector hostelero y comercial.
“Esperamos que la población y los posibles consumidores de la ciudad, más si cabe con estas restricciones que se han puesto a la salida hacia Andalucía, se pueda mejorar el consumo interno y local. Es de vital importancia en esta época que nos encontramos y con estas restricciones concienciar a la población de la importancia de consumir en Ceuta, en nuestros comercios, en nuestra hostelería, puesto que estamos seguros de que unidos tenemos que salir de esta”, aseguró el secretario de la
Confederación de Empresarios de Ceuta, Antonio Ramírez.
Los empresarios no ven con buenos ojos el toque de queda ni el estado de alarma, pero confían en que estas medidas ayuden a mejorar la situación epidemiológica y que a partir de mediados de noviembre se puedan suavizar las medidas restrictivas de cara a una campaña de Navidad que, aunque sea muy diferente por la crisis sanitaria, sí podía ayudar a levantar un poco la cabeza y a hacer caja para salvar las cuentas de final de año.
“Esperamos que con el buen tiempo en el puente, los ceutíes salgan más y consuman”
“Vemos algo excesivo el hecho de esta extensión del estado de alarma, pero entendemos que la Ciudad lo tenga que poner en marcha debido a la situación epidemiológica que hay y esperamos que con las nuevas restricciones hasta el 9 de noviembre la cosa mejore. Así, esperamos que estas medidas puedan ser lo menos restrictivas para ayudar a los diferentes sectores siempre y cuando la situación epidemiológica mejore”, continuó Ramírez.
La situación pinta realmente mal, pero el sector empresarial “atajará todas las medidas que se nos impongan”. “Las empresas tanto de hostelería, como de comercio, como de diferentes sectores, han ido aplicando todas las medidas y recomendaciones sanitarias en sus establecimientos para que sean lo más seguros posibles”, pero ahora necesitan el apoyo de la Administración local.
“Consideremos imprescindible y así se lo hemos trasladado ya a la consejera de Economía y al presidente de la Ciudad la prórroga de las ayudas de ‘Ceuta Resiste’ mínimo hasta final de año y que sea extensible a todos los sectores, así como los ERTE. Queremos intentar buscar esa financiación por parte de la Ciudad para que las empresas puedan seguir haciendo frente a los gastos, mantener sus puestos de trabajo y que sigan apostando por Ceuta e invirtiendo en la ciudad”, confió el secretario de la Confederación de Empresarios.
Unas ayudas que el Ejecutivo local aseguró que contaría con una segunda fase del programa. Sin embargo, el sector hostelero teme que “lleguen tarde” y muchos empresarios y comerciantes se vean abocados a cerrar sus negocios después de años dedicados en cuerpo y alma. Por eso piden que se aceleren los procesos de estas ayudas para evitar que la “ruina” del sector sea aún mayor.
Un sector en vilo y con las miras puestas en la campaña de Navidad
Las circunstancias derivadas de la pandemia de Covid-19 han mantenido al sector en una montaña rusa desde el pasado mes de marzo y el escenario de las próximas semanas no les invita al optimismo. Las pocas ventas que puedan tener en este puente no van a compensar unas pérdidas que en estos meses de pandemia cifran en el 75% de la facturación normal de cualquier mes previo a la Covid y las Navidades las dan casi por perdidas. Diciembre es el mejor mes del año. Con el resto se salva el día a día, pero la Navidad es la que da beneficios. “Esperemos que muchos pequeños comercios, tiendas, hosteleros y otros empresarios tengan capacidad de aguantar hasta entonces y puedan salvar un año casi perdido”, comentaba Ramírez.
Incertidumbre es la palabra que repiten los empresarios, que esperan “salir adelante de esta pandemia y que Ceuta pueda seguir siendo lo que era, aunque habrá algunos que se queden por el camino”.