El Gobierno confía en que la semana próxima esté ya listo el antiguo Hospital de la Cruz Roja para servir de albergue/acogida de los inmigrantes llegados a Ceuta que deben cumplir una cuarentena. Se quiere evitar las imágenes difundidas por la JUPOL de marroquíes en literas, en las dependencias del Tarajal, dándoles una acogida en la que pueda cumplirse ese aislamiento antes de su ingreso en la nave del Tarajal o en el CETI.
Según fuentes de la Ciudad Autónoma, todo está medianamente listo para que la semana próxima pueda estar operativa esta infraestructura que sería gestionada por la entidad humanitaria. La capacidad máxima sería para 70 personas, canalizando así el ‘goteo’ de entradas que se están produciendo en nuestra ciudad sobre todo en motos de agua, alguna patera aislada y, sobre todo, kayaks. Tras haberse vaciado la zona del antiguo clínico civil, quedaban por instalar los termos y duchas para tener todo listo, dando uso a una infraestructura sanitaria que dejó de estar operativa como tal en 2010, con el traslado de todos los departamentos al Hospital de Loma Colmenar.
El Gobierno de España hizo público un protocolo de actuación ante posibles casos importados de Covid-19 enmarcados en la inmigración irregular, después de que varias embarcaciones llegadas a distintos puntos de la Península estuvieran ocupadas por personas que dieron positivo. En el caso de Ceuta no ha habido ninguna situación así, pero se estaba incurriendo en un gran vacío porque los inmigrantes que llegaban no disponían de una infraestructura en condiciones para garantizar el cumplimiento de esa cuarentena sin incurrir en riesgos sobre los demás acogidos en la nave del Tarajal de ser trasladados de inmediato.
Tras la denuncia de la JUPOL se efectuó el traslado de los inmigrantes que estaban en las dependencias de la frontera a una pensión de Ceuta, en donde permanecen pero echándose en falta un protocolo adecuado para vigilar, por ejemplo, que no salgan de dicha pensión al exterior, que es como debería hacerse. O, también, disponer de un sistema de enfermería y de técnicos suficiente como para tenerlos controlados. De acuerdo con el protocolo dictado por el Gobierno de España que debe cumplirse en Ceuta por ser punto de entrada de personas, debe haber un plan de contingencia que garantice la capacidad de respuesta y la coordinación con todos los servicios sanitarios para hacer frente a casos de Covid. Ya se advierte que la inmigración irregular constituye una población vulnerable al haber pasado por situaciones de hacinamiento en su ruta migratoria, de ahí que a su llegada deben ser puestos de inmediato en cuarentena. Las autoridades sanitarias locales tienen la responsabilidad de garantizar ese confinamiento que quedó en evidencia cuando JUPOL destapó las condiciones en las que se tenían a los inmigrantes, que ahora pasan a estar en una pensión en donde debería cumplirse el aislamiento forzoso. A todo inmigrante que llega hay que hacerle un informe inicial por parte del ERIE de Cruz Roja, comprobando si hay casos de síntomas compatibles con el coronavirus y realizando las PCR a los casos sintomáticos para evitar rebrotes por esta vía.
Ante la imposibilidad de disponer de un albergue en el que haya una separación entre acogidos y nuevos llegados, se optó como única solución la acogida de estos inmigrantes en una pensión en la que se encuentran en la actualidad hasta que esté disponible el antiguo Hospital de la Cruz Roja, que quiere servir para garantizar el cumplimiento de la cuarentena. Allí se dispone de la antigua infraestructura hospitalaria, con habitaciones separadas y con baños. En la pensión en la que se encuentran también pueden estar en habitaciones separadas pero no es un lugar permanente para los acogidos ni en donde pueda garantizarse un confinamiento completo.
Hasta la fecha las personas que han llegado a Ceuta por vía marítima son magrebíes, y en varios de los casos se trata de marroquíes que habían salido del Centro de Estancia Temporal de Inmigrantes -CETI- con la intención de llegar a la Península. Si son interceptados deben cumplir igualmente esa cuarentena. Varios de los casos son marroquíes que han salido de su país y que, al igual que los atrapados que huyen a Marruecos, se les tiene que aplicar un protocolo para que permanezcan en cuarentena al objeto de evitar la aparición de cualquier caso de coronavirus que podría afectar a los demás inmigrantes amén de a las fuerzas de seguridad intervinientes.
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