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Cargada de emoción y con los ojos bañados en lágrimas recordaba María Sánchez Miaja a su tío, Fructuoso Miaja Sánchez, a quien definía como “un padre”.
Con una gran conmoción que le impedía articular palabra describía Miaja a quien fuese alcalde y senador por Ceuta durante el acto público, organizado por su familia en la Biblioteca, con motivo del centenario de su nacimiento.
“Es un homenaje de la familia, pero para el pueblo de Ceuta que es lo que él adoraba”, sentenciaba Miaja.
Su sobrina, artífice del encuentro, fue la primera en intervenir. En el atril, frente a todos los asistentes e intentado aguantar la compostura, Miaja recordaba su niñez junto a su tío.
Una infancia marcada por su detención y encarcelamiento que provocaba el desplome y las lágrimas en esa mujer conocida entre todos por su fortaleza y temple.
“Lo cogieron preso en el año 44, yo desperté cuando llegó la policía, y lo recuerdo como si lo estuviese viendo ahora, entonces me quitaron una parte muy importante de mi vida, porque él ejerció de la figura paterna que en aquellos años no tenía”, recordaba Miaja.
“Cuando los niños salían al jardín a jugar, yo subía al Hacho los domingos y los jueves para intentar verlo entre las rejas”, decía con la voz entrecortada.
Familiares, conocidos y amigos llenaron la Sala de Usos Múltiples para rememorar a quien definieron como “un gran embajador de su tierra”.
Desde anécdotas personales a fragmentos destacados de su vida profesional, Fructuoso Miaja revivió con el recuerdo de sus allegados.
Sin embargo, el encuentro también estuvo marcado por la reivindicación con un mensaje claro y contundente: “Este acto también es una llamada de atención, queremos que no se le olvide, porque se le ha ignorado mucho, no hay ni una plaquita pequeña con su nombre”, aseveraba Miaja.
Para su sobrina, el exalcade es el símbolo de la democracia en Ceuta y el promotor de la modernidad en la ciudad.
“Fue el impulsor del Parque Marítimo, el encargado de traer los fondos FEDER a Ceuta, el hotel Puerta de África fue en su legislatura, al igual que las casas de Miramar o las de la antigua Plaza de Toros, entre otras muchas cosas, y no se han vuelto a acordar de él”, manifestaba Miaja.
Fructuoso Miaja ya no está, pero si algo dejaron claro sus allegados es que sigue presente en la mente y el corazón de cada uno de ellos.
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Hoy, cuando ya habría cumplido los 100 años de vida, el PSOE de Ceuta, los socialistas ceutíes, quieren recordar a la figura de un hombre que lo ha sido todo para nuestras siglas. Un luchador por la libertad desde su juventud.
Fue siempre un hombre íntegro, de izquierdas, por lo que su situación en Ceuta, donde nació en 1917, se complicó con el golpe de Estado de Franco. Se afilió a la CNT, ilusionado y con ganas de luchar por un país en libertad. Estuvo desde el inicio de la sublevación cambiando constantemente de lugar para no ser descubierto por las patrullas de falangistas que recorrían la ciudad.
Huyó a Tánger, y de ahí a Marsella para después recalar en Barcelona. Tras varios días se fue a Madrid. Estuvo luchando por la República en varios frentes como Aranjuez, Cuesta de la Reina, Séptima Brigada Mixta, Jarama y la zona del Tajo. Fue apresado y conducido al campo de concentración de Albatera.
Allí estuvo durante casi un año y después pasó al sanatorio de Portacoeli, en Valencia, y al reformatorio de adultos de Alicante, donde le fue concedida la prisión atenuada. Tenía 22 años. Condenado a prisión.
Volvió a Ceuta, dónde fue juzgado y condenado a 12 años de prisión. Tras estar encarcelado 13 meses en la fortaleza del monte Hacho, fue trasladado en 1944 al penal del Puerto de Santa María.
En 1950 quedó en libertad y continuó su lucha clandestina con múltiples reuniones con militantes socialistas, y eso lo recordamos muy bien los que en aquella época éramos jóvenes, muy jóvenes y nos veíamos en el Noray, donde sin duda se fraguó con que después fue el PSOE local. Y hasta que, en enero de 1977, se celebró la primera reunión del PSOE ceutí y fue nombrado presidente de la Agrupación. El 21 de abril de ese año se celebró una Asamblea en Ceuta, donde intervino, entre otros, Alfonso Guerra.
Fue elegido senador en las elecciones del 28 de octubre de 1982, y, posteriormente, en 1987, fue elegido Alcalde de la Ciudad de Ceuta y presidente del PSOE de Ceuta.
Hoy lo recordamos todos, no solo los socialistas, sino toda la ciudadanía de Ceuta que ha hecho posible que una importante arteria de la Ciudad lleve su nombre. Para todos y todas ha sido un gran hombre, un gran socialista, que hoy es patrimonio de toda la Ciudad. Te echamos de menos, Fruto.
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