Es un momento emotivo, uno de esos momentos especiales que tienen lugar en Ceuta, que se entienden en Ceuta y que forman parte de esa historia que marca a
Regulares. El homenaje a los caídos, a los que ya no están entre las Fuerzas Regulares pero que han integrado su historia. Y en ese recuerdo, en ese homenaje a los caídos musulmanes, un soldado regular en representación de la
religión musulmana, recita la Sura Al Fatiha del Corán mientras los demás, presentes en este acto de Viernes Regular, atienden en silencio, en señal de respeto por quienes ya no están entre nosotros, por aquellos soldados que formaron parte de los Regulares. El sacerdote recordó también a los caídos de Regulares de confesión cristiana. La historia de Regulares forma parte de la historia
castrense de una Ceuta en la que la vida civil y militar se adecuan a la perfección, una Ceuta en la que se tiene el lujo de poder asistir a estas formaciones, en donde gracias a los mejores datos de evolución de la pandemia empiezan a recuperarse, aunque con menos aforo, este tipo de homenajes.
Los que dieron su vida por la Patria
Y hoy, en Regulares, ha habido un recuerdo a los que precedieron a los que hoy integran esta gran familia, a los que dieron su vida por la Patria, a aquellos que llevaron el tarbusch con valor, como así lo atestigua el rojo sangre que lo tiñe, sintiéndose orgullosos de quienes son y de quienes han sido. El homenaje a los caídos ha sido ese momento en el que la emoción contenida y el respeto a la historia se han unido. En el que se ha rezado por los caídos cristianos y por los musulmanes, todos en un mismo espacio, en un mismo cuartel, sin diferencias, porque todos se movieron por una misma idea: defender el espíritu y los valores regulares.