Los jóvenes que participaron en el
campo de voluntariado juvenil ‘Conoce Ceuta’ de 2018 tuvieron la oportunidad de conocer Ceuta en todas sus vertientes: la social, la cultural, la histórica y la religiosa. Los visitantes, que proceden de todos los puntos de la geografía española, suelen quedarse impresionados por la convivencia existente entre cuatro religiones en una extensión geográfica relativamente pequeña. Por ello,
la Casa de la Juventud preparó visitas a los templos de cada una de las creencias mayoritarias de la ciudad autónoma: una sinagoga, una mezquita, una iglesia y un templo hindú. En cada edificio sagrado una persona conocedora de la religión explicó a los visitantes algunos principios y normas de cada fe. Tras esta actividad -que se ha repetido este año-, los jóvenes debían reflejar en un texto qué principios y normas han trasmitido cada creencia. Este texto se incluyó en el trabajo final del campo de trabajo: una especie de tríptico turístico que servía para difundir las bondades turísticas de Ceuta entre los jóvenes. Un año más tarde, se conoce el contenido de una de estas páginas, que alberga unas polémicas reflexiones de los jóvenes.
Esta actividad, según explicaron desde Juventud, cumplió con el objetivo de eliminar los estereotipos que puedan existir sobre cada religión y se ha repetido este año con gran éxito de participación y objetivos. “Les cambió la mente por completo. [La actividad] fue muy natural, preguntaron sobre cualquier cosa y lo escribieron de manera sumamente sencilla, tal cual”, apuntó Eva Rodríguez, responsable de actividades de Juventud, agregando que el texto es íntegro de los jóvenes y no tiene ningún filtro por parte de los responsables del campo de trabajo. De la religión musulmana detallaron los jóvenes que en la mezquita existe una sala de mujeres y otra de hombres, cosa que se debe a que “el hombre se distrae con la silueta femenina”, según escribieron los jóvenes basándose en las explicaciones del experto de la visita del año pasado. “[Hay que] purificarse antes del rezo y si se han mantenido relaciones sexuales previamente ha de ser mayor la purificación”, completa el texto dedicado al Islam, agregando que la mujer “ha de ir cubierta a la mezquita” y que el ramadán se empieza “a partir de los siete años”. “Fue una cosa que a ellos [los jóvenes] les pareció graciosa, que si tiene a una mujer delante pues como hay un hombre la miro”, explicó Rodríguez, agregando a que se les explicó en su momento es que “se intenta que haya purificación para que estemos con Dios”. “A la mujer le puede pasar lo mismo, se puede distraer ante un hombre. Les transmitieron que el hombre y la mujer no se diferencian tanto en la religión musulmana”, resumió. Acerca de la religión judía, el texto creado por los jóvenes apunta a que los hombres “están obligados a realizar los tres rezos diarios”, no así las mujeres “ya que se considera que tienen mucho que hacer en el hogar”. “Las mujeres [deben vestir] faldas por debajo de la rodilla y los hombres pantalón. Solo las casadas se cubren el cabello y los hombres se ponen una kipá como símbolo de respeto hacia su dios”, continúa, agregando que en la fe hebrea está “prohibido mantener relaciones sexuales durante la menstruación. Si se hace, debe haber mayor purificación”. Por último, sobre la religión cristiana queda un escueto comentario: “Francisco Franco veneraba también a la virgen de África”. “De la cristiana no hablamos nada porque la mayoría ya eran cristianos. Estuvimos hablando de la importancia que tiene para los ceutíes ‘la morenita’. ¿Qué le iban a explicar si ya lo sabían?, defendió Rodríguez. Desde la Casa de la Juventud afirmaron que lo que más llamó la atención a los jóvenes fueron las interpretaciones más radicales de cada religión, las cuales quedaron plasmadas en el material. “Ellos tenían ideas preconcebidas sobre el papel de la mujer en la religión hebrea y musulmana y les explicaron que no es así hoy día, pero antiguamente estas connotaciones sí que eran así”, explicó la responsable de Juventud, quien tuvo la oportunidad de realizar esta visita con el grupo de jóvenes el año pasado y que se ha repetido en esta edición del campo de voluntariado. Por último, reconoció que “si se le quiere sacar polémica, la hay”. “Los jóvenes preguntaron de todo, con suma naturalidad y quisieron reflejarlo así en el texto”, concluyó.