La historia de Nora y Adam

Nora es una madre desesperada. También una víctima de este puñetero sistema, el de los derechos que se convierte a su vez en opresor de los más débiles. La señora administración no se preocupa lo más mínimo de los ciudadanos, no resuelve sus problemas, solo engulle, engorda, devora los impuestos para mantenerse sin ser humana, empática y atenta con los problemas ciudadanos.

Adam es el hijo de Nora, un niño que sufre, un niño sobre el que hay que poner el foco, un niño al que hay que ayudar. Su madre guarda todos los informes de Ingesa que recogen los trastornos que padece, así como la necesidad de que acuda a un centro educativo especializado para poder seguir sus estudios.

Ayer se tuvo que plantar a las puertas del centro escolar apoyada por las madres de otros niños y los pequeños para que el Ministerio de Educación se dé cuenta de cuál es su problema y actúe.

Estamos en campaña electoral asistiendo a los canutazos, declaraciones, visitas y anuncios que no sirven para nada si no resuelven los problemas de los ciudadanos. Todos esos políticos que se pasean pidiendo el voto, que anuncian y prometen, no se han detenido un solo minuto a charlar con Nora, una caballa que necesita ayuda, o a leer su historia.

Tenemos unos parlamentarios del PP que se rasgan las vestiduras por la Ley de Amnistía y que comparecen de ciento a viento para decirnos NADA. Nada que sirva, nada que nos ayude, nada que nos beneficie, nada que resuelva los problemas de Nora y su hijo Adam.

Tenemos un PSOE gobernando que pide el voto, pero que no se preocupa por esta madre de familia ni por resolver de inmediato los problemas de educación que están bajo su competencia. Esto importa, y mucho, señora delegada. Mucho más que cualquier otra comparecencia porque hay una madre desesperada que no es más que el ejemplo de otras que no han salido en los medios pero que padecen similares situaciones, viviendo atrapadas en una ciudad incapaz de atender, de asegurar, de garantizar la educación digna a un niño que la necesita, que debe ser igual que los hijos de los demás políticos, de todos los que piden el voto, de todos los que prometen, de todos los que anuncian y no cumplen.

Señora delegada, ¿ha llamado al director provincial que usted designó para que le explique qué sucede?

El alcalde talentoso que tenemos dice que lucha por una Ceuta azul, verde y tecnológica. Yo, como muchos ciudadanos, solo quiero que luche por tener una Ceuta que cuide a sus hijos, que cuide a niños como Adam, que tenga un gran centro de educación especial, que disponga de recursos para que los demás puedan atender a estos niños. Por eso tiene que luchar, lo tiene que hacer él, la delegada y esa hilera de partidos que van buscando votos, reclamando atención, pidiendo nuestra confianza.

¿De verdad os preocupan los ceutíes?

Con historias como la de Nora y Adam cuesta creerlo.