La historia más grande jamás contada

En esta ocasión está dedicada a las Consejerías de Sanidad y Cultura. Empiezo por la Consejería de Sanidad, declarando lo siguiente….

Mi nombre es Ricardo Teresa, soy minusválido y voy en un escúter para minusválidos ya que tengo polio en ambas piernas y no tengo movilidad para ponerme de pie.

Muy contento y divertido voy a vacunarme de la cuarta dosis del virus y de la vacuna de la gripe, el día 3 de enero del presente año, voy al Hospital Militar, sobre las 12:45 y me pasó lo siguiente:

Había un Sr. con ropa de Cruz Roja y me dijo que no me podía ayudar a subir el escalón que había y que me tenía que vacunar en la calle. Acto seguido me salen a la puerta de la calle dos enfermeras o a.t.s. y me dicen que me quite el chaquetón y el jersey y como la manga de la camisa era estrecha y no podía subir las mangas, me dijeron que me quitara la camisa, acto seguido y sin nada de ropa en medio cuerpo y en el mes de enero, me dispuse a que me vacunaran de las dos vacunas. Y yo me pregunto tan mal le va a la Consejería de Sanidad, que no tienen dinero para comprar una rampa.

Además que actualmente es obligatorio poner la rampa, lo dicho que el próximo año cuando me vuelva a vacunar de la gripe espero que haya sorpresas en las elecciones y los que salgan vean las cosas más reales que ustedes, de lo contrario tendría que comprar yo una rampa y llevarla para que me vacunen. En fin, una vergüenza Sr. Consejero.

La 2ª parte de la historia más grande jamás contada le toca a: CULTURA

Leo con bastante entusiasmo las pequeñas reformas que se van a realizar en el Auditorium de la Ciudad de Ceuta y yo me creía que iban a poner un punto mas decente para los minusválidos que el actual que nos tienen asignados el Sr. gerente del teatro. No es culpa mía que el arquitecto, Alvaro Siza no haya hecho el teatro en condiciones para toda clase de público.

Sr. Consejero de Cultura, voy un día al teatro a ver a el Sr. gerente del teatro, gerente que no se ni su nombre, ya que a todo el que le pregunto cercano a él no saben su nombre o no lo quieren decir. Y después de verle y una larga protesta me da un panfleto de 61 páginas, que no tiene ninguna ley ministerial ni ningún decreto que diga que no me puede poner en el patio de butacas a un lateral, Yo creo que las 61 páginas que tienen las fotocopias que me dio ni él siquiera las ha leído. Seguramente le han tomado el pelo a él y él a su vez me tomó el pelo a mi. Esta oficina está dentro de la Ciudad Autónoma de Ceuta y se llama: Servicio de Prevención Propio de Riesgos Laborales. En este panfleto están hablando de la alerta en el Auditorium de la Entidad Portuaria.

Le repito Sr. consejero, ni es una orden Ministerial, ni ningún decreto es todo a nivel local. Yo voy mucho a Madrid ya que mi mujer es madrileña y vamos a ver a su familia y de paso, vamos al teatro y allí me da vergüenza decirlo, me abren las puertas en el sentido de que me ponga donde yo quiera al igual que lo hace el Sr. gerente del teatro con una persona en Ceuta que tiene más influencia que yo.

Sr. gerente del Teatro del Revellín y Sr. consejero de Cultura, estoy haciendo gestiones para acudir al Defensor del Pueblo.

Sr. consejero a mi me gustaría que se sentara usted donde yo me siento, osea donde me dice el Sr. gerente del teatro; comprobaría que no se escucha, se ve lejísimos a una cuarta mía tengo el cuadro de sonido y de luces que trae la compañía contratada, las cámaras de televisión local. Sr. consejero…como hace dos meses fui al teatro y no había sitio para mi escúter, usted pasó muy nervioso por al lado mio ya que le habían sentado a usted y al Presidente: Juan Vivas entre el público y no les guardaron sitio. Yo le dije que no tenía yo sitio y sigo sin parar. Yo espero de que con las próximas elecciones la cosa cambie, y de no conseguir el sitio que me corresponde, acudiría a una abogada, en el caso que me fallara el Defensor del pueblo.

Y por último quiero recordar que próximamente habrá más capítulos dedicados al teatro del Revellín de Ceuta.