Maha Rayani, una marroquí de 39 años, pide ayuda para que su hija Rita, que está próxima a cumplir 16 años, tenga una vida mejor. La adolescente está atravesando por una fuerte depresión producto de una situación familiar complicada que, aparte de afectar gravemente su salud, también la ha dejado sin la posibilidad de poder seguir estudiando, pues su madre no cuenta con los recursos suficientes para garantizar su educación. De parte de su padre existe una promesa de venir a España a través de Ceuta, algo que difícilmente se hará realidad, porque aunque Rita es hija de un español, esto no consta en ninguna parte, pues su nacimiento no está inscrito en el Registro Civil de la oficina consular correspondiente.
La joven es hija de un hombre de 59 años, vecino de Chiclana de la Frontera. Él y Maha se conocieron en Marruecos hace ya algunos años y el hombre se convirtió al islam para poder estar con ella. Celebraron su matrimonio por el rito islámico, pero eso es algo que tampoco está inscrito en esta oficina consular y nunca reconoció a la adolescente, poniendo siempre excusas de por medio.
Maha cuenta que ambos trabajaban en el área de la carpintería y en obras, pero como consecuencia de la pandemia, ambos se quedaron sin ingresos porque la empresa en la que laboraban simplemente dejó de pagarles y los problemas que ya tenían comenzaron a empeorar. Sin embargo, la mujer señala que “no sé qué fue lo que pasó porque él estuvo viviendo con nosotros en Marruecos, en Casablanca” hasta junio de 2020, cuando el hombre tomó la decisión de regresar a España con el apoyo de instituciones benéficas.
Dice que “se fue porque él había estado en el paro en Marruecos más de nueve meses”. Antes de esto tuvieron que retirar a Rita del colegio privado en el que estudiaba porque apenas les alcanzaba para lo básico. Después de eso vinieron problemas peores y uno de los episodios más graves fue cuando la joven se enfermó y estuvo muy grave por un padecimiento renal.
Entre junio de 2020 y 12 febrero de 2022, la comunicación entre Maha y su esposo era constante entre España y Marruecos, incluso en diciembre del año pasado el hombre estuvo con ellas en el vecino país. Sin embargo, el contacto se detuvo y según Maha no les envió más dinero para el alquiler o para otras necesidades.
Esta situación ha sido muy dura para madre e hija, pues Maha asegura que conseguir trabajo en Marruecos es muy complicado y que como solo tiene experiencia en obras, al haberse lastimado uno de sus pies, se ha dificultado aún más encontrar otro empleo. Actualmente viven a 40 kilómetros de Casablanca y no tienen a nadie más.
La madre de Maha murió en 2012 y el padre en 2016, y el resto de la familia le dio la espalada por haberse casado con un hombre mayor.
Todo esto ha llevado a la mujer a pedir que la ayuden, entre otras cosas para que el padre de Rita “le dé su apellido porque es su padre, yo no pido nada para mí, sino por mi hija, por su futuro”.
La niña está sin colegio desde enero de 2020 hasta el día de hoy y nuestra historia lo conoce el Consulado Español en Casablanca y en Tánger, no tengo medios y la niña está en estado de depresión muy fuerte, quiero publicar esto urgentemente a ver si alguna asociación me echa una mano para ayudar a la niña con un abogado y psicólogo”.
La promesa de un ingreso ilegal
Cuando regresó a España, el padre de Rita estuvo en un centro de acogida desde el que se dio de baja de manera voluntaria supuestamente para poder buscar los recursos necesarios para ayudar a su familia.
Maha cuenta que creía que él había salido de Marruecos para buscar sustento y para poder reconocer a su hija, como tantas veces se lo había prometido. Recuerda que cada vez que se tocaba el tema, siempre había una excusa de por medio, incluyendo que únicamente tenía su pasaporte y que necesitaba otros documentos, como
por ejemplo el certificado de nacimiento, para poder llevar a cabo la respectiva inscripción.
Por toda esta situación, Maha asegura que en una de las conversaciones más recientes, él le insistió que no podía reconocer a Rita a través del consulado “y que la llevaría ilegalmente a España para poder reconocerla”, algo que para la madre es impensable. Maha solo pide que el padre de la adolescente asuma sus responsabilidades.
Ceuta, Consejería de Asuntos Sociales de Marruecos y toda África del Norte.
Soy Maha la Madre de Rita porfavor dónde la consejería de asuntos sociales estoy desesperada mirando la niña que me va de la mano a culpa del padre