Se llama Kiara. Ella es el vivo ejemplo de una luchadora, de una perra que solo necesita que le den una oportunidad después de años y años de abandono, de una vida encadenada, de una, mejor dicho, no vida. A finales del mes de agosto, la
Protectora de Animales de Ceuta recibió el aviso de que había una perra en malas condiciones, atada a una especie de chabola. Cuando llegaron al lugar se toparon con la perra sin agua, sin comida y sola. Fue entonces cuando se decidió avisar a la
Policía y a Sanidad
Animal, que consiguió quedarse con Kiara.
Estaba en condiciones pésimas de salud: desnutrida, deshidratada, con serios problemas de piel, sarna, una dermatitis crónica por no haberse tratado a tiempo. La sarna se le solucionó con un tratamiento pero le ha quedado esa dermatitis que tardará más tiempo en sanar. Con alimento especial, mimos y mucho cuidado está cogiendo peso.
La historia de Kiara, todo lo que ha vivido, resulta complicado de entender
Desde hace un tiempo se encuentra en una casa de acogida, en donde Kiara está recibiendo la atención que requiere: el calor de un hogar. Quienes la han tratado dicen que es un amor de perra, una dulzura que responde de la mejor manera a los mimos y caricias que va recibiendo. Lo que necesita ahora es una adopción permanente, que alguien le dé una casa de manera definitiva para que el resto de su vida lo pase con dignidad.
Poco a poco Kiara se va recuperando porque son muchos los que colaboran en ello. Los primeros: su casa de acogida, pero también los que ayudan dándole paseos para que pueda recuperar la musculatura y la fuerza perdida. Su mirada de tristeza refleja lo vivido, pero tiene por delante el milagro que puede hacer quien pueda aportarle el hogar definitivo. Kiara es una campeona y solo tiene que demostrar a quien se quede con ella que puede seguir siéndolo con mucho cariño y con esa fuerza que ha demostrado tener para salir adelante.
Hay historias que son muy complicadas de entender y la vida que ha llevado Kiara lo es. Preguntarse los motivos no conduce a nada, lo que importa, en cambio, es que ahora todo cambie y que alguien con tiempo y dedicación quiera darle una oportunidad a quien se lo merece, a quien con una mirada agradece cualquier cariño, a quien solo espera poder encontrar la atención que debió tener.