Más de 120 son los residentes de la nave del Tarajal, pero tras cuatro meses atrapados en Ceuta, cada día son más los marroquíes de origen que vienen desde la Península hasta nuestra ciudad con un propósito: saber cuándo va a abrir su país,
Marruecos, la
frontera con Ceuta. Muchos para los que su horizonte es únicamente cruzarla y que están a la espera de que abra, pero que se encuentran con la nada.
Han pasado 131 días desde que el 13 de marzo un Marruecos contundente e inapelable decidiera echar la llave a todas sus fronteras terrestres, entre ellas la del Tarajal.
Los rumores sobre una posible apertura no paran de circular asegurando que sería a partir de la medianoche del pasado 14 de julio cuando se produciría tan deseado momento: la frontera volvería a abrirse.
Pero lamentablemente no ha sido así. La frontera seguirá cerrada por lo menos hasta el 1 de agosto. Esta es la realidad con la que se ha topado Holima Mohoucht el pasado lunes, día 20, al llegar a Ceuta. Esta mujer de origen marroquí, de 49 años, residente en Valencia desde hace 14, vino con una esperanza: cruzar los pocos metros que separan Marruecos y Ceuta.
“Mis familiares van a volver en avión pero yo no puedo permitírmelo. Piden muchísimo dinero”
Con los ojos húmedos, reconoce que no ha sido fácil su vida en España. El país la ha tratado muy bien y “me encanta vivir aquí”, pero las oportunidades de trabajo no llegan y eso hace que quiera volver a su tierra de nacimiento.
“Sin trabajo y sin dinero no puedo seguir más aquí. Ya he gastado todos mis ahorros. Soy soltera, pero en Valencia estaba en casa de mi tía, mi sobrino y su mujer, y mi sobrina. Ellos también quieren volver a Marruecos, pero se van a volver en avión porque pueden pagarlo pero yo no puedo permitírmelo”, explicó Holima.
El pasado 20 de julio viajó hasta Ceuta porque “me habían dicho que la frontera iba a abrir y no es así”. Desde hace unos meses está en paro y aunque tiene toda su vida en Valencia, quería volver a sus raíces en Marruecos, donde pretende volver a vivir con sus padres.
“No tengo otra opción. Tengo que volver para poder encontrar un trabajo y alquilar una casa para mí. Solo quiero vivir bien. Pero si no encuentro nada tengo que volver a la casa de mis padres. Voy a cumplir años en octubre y con 49, imagínate volver a la casa de los padres sin nada. Pero si no hay otra opción, tendré que hacerlo”, lamentó.
Vino de Marruecos en busca de una vida mejor, pero la suerte no le ha sonreído. “De los 14 años, he trabajado unos tres y algo. La verdad que muy poco. No sé por qué pero en ese sentido no he tenido mucha suerte aquí. Me gusta vivir en España, pero no tengo suerte para trabajar”.
Muchos marroquíes continúan llegando a Ceuta con la esperanza de cruzar a Marruecos
Ahora, ni si quiera tiene dinero para poder volver a su país o para alojarse “en un sitio mejor” que la nave del Tarajal, “donde todo el mundo está enfermo, discute, los jóvenes fuman y la verdad que no es un lugar muy bueno para estar”. Por eso, durante el día camina por Ceuta y ya por la tarde vuelve para no pasar la noche en la calle.
Se ha topado con una realidad que no esperaba y desde entonces está viviendo en esta nave. No obstante, reconoce que no tiene en mente volver a su casa en Valencia, de donde salió el pasado 19 de julio, sino que intentará, cueste lo que cueste, atravesar la frontera.
“Me dijeron que el 15 abría. Yo sabía que estaba cerrada la frontera, pero me dijeron que el lado de Marruecos estaba abierto y que podría entrar. Pero al llegar aquí me he encontrado con el problema de que no puedo salir y tengo que quedarme. No puedo hacer nada. No soy la única, ni quiero ser protagonista de nada. Somos muchos los que estamos aquí y solo queremos una solución para volver”, concluye.