Una cabaña. Triste y poco decorada. En el interior, tres personas hablan de la vida, de los cambios y de lo ocurrido. Lo ocurrido y lo que tienen que seguir soportando cada día. Electricidad racionada, miedo a la radiación. Parece la trama de una película de ciencia ficción, pero es el argumento de la
obra ‘Los hijos’, representada esta noche en el Teatro Auditorio del
Revellín. Esta obra, dirigida por David Serrano y escrita por Lucy Kirkwood, no solo ha puesto sobre las tablas las consecuencias de una catástrofe nuclear, sino que ha ido a más, puesto que ha hecho reflexionar a los asistentes sobre la responsabilidad que tienen hacia las generaciones futuras. Pese a que se trata de una historia de ficción, que bien podría hablar de un futuro cercano, tiene mucha realidad en ella. El elenco, formado por Elena Irureta, Joaquín Climent y
Susi Sánchez, ha contribuido a que los espectadores se metiesen de lleno en la historia de dos científicos nucleares que viven aislados en una cabaña cerca del mar tras haber vivido una catástrofe provocada por una central.
Según va avanzado la trama, los personajes han ido evolucionando y han ido despertando el interés de quienes han asistido a la función. La irrupción de una compañera física en la vida de estos dos científicos provoca un desorden en su normalidad, la cuál ellos creían ordenada, que hace a estos tres compañeros reflexionar sobre cómo influye las decisiones del ahora en el futuro de los demás. A través de la simbología que puede representar una catástrofe provocada por una central nuclear, Kirkwood ha presentado al mundo el futuro que se le puede dejar a las futuras generaciones si no se contribuye con los actos a acabar con el cambio climático. Pero, no se trata solo de una reflexión individual, sino que gracias a los tres personajes (Hazel, Rose y Robin) se produce una reflexión colectiva que llega hasta los asistentes.