Heridas al otro lado de la Frontera Sur

• Diversas asociaciones humanitarias han denunciado la situación catastrófica que han vivido los inmigrantes que fracasaron al tratar de cruzar la frontera la madrugada del martes

El intento de entrada del martes de madrugada de 200 inmigrantes por el vallado tuvo como consecuencia heridos por parte de las fuerzas de seguridad marroquíes y españolas y también por parte de los que trataron de cruzar. Activistas sobre el terreno han manifestado que fueron 150 los inmigrantes trasladados a diversos hospitales del norte de Marruecos con heridas de diversa consideración. De hecho, personal sanitario que les ha atendido han manifestado que los inmigrantes parecían heridos de guerra dada la gravedad de las lesiones.Los activistas han denunciado que la situación ha sido “dramática” al llegar a los hospitales que no daban a basto y tuvieron que reclamar personal de otros centros para poder suturar las graves e infinitas heridas.

Varios testigos explican que en distintos pueblos como Castillejos o Rincón “las ambulancias no paraban de traer heridos. Los gritos se escuchaban de lejos y los cuerpos y fuerzas de seguridad esperando en la puerta para llevar a los inmigrantes a algún sitio… Salían medio inconscientes sin apenas poder moverse y les hacían subir inmediatamente en unos autobuses hacia lo desconocido para que todo pasase rápido y sin llamar la atención”. Las entidades denuncian que se les puso de nuevo en la frontera , posiblemente la de Argelia.

Además los activistas de las entidades que luchan por los derechos humanos han destacado la tristeza de un día en el que sólo hay cámaras del lado norte de la frontera. En la linde marroquí se quedaron las imágenes más tristes y dramáticas donde los golpes, las cuchillas y las caídas “han llenado de sangre toda la zona”. Denuncian que al otro lado de la frontera están los invisibles, los que no tienen voz y de los que nadie habla.

Marruecos y la Guardia Civil han impedido la entrada esta pasada madrugada de unos 200 inmigrantes por el vallado. Como resultado de esta pretendida incursión tres componentes de los GRS sufrieron lesiones. Tal y como ha explicado el Instituto Armado, el intento de pase fue muy violento ya que se produjo lanzamiento de piedras y uso de varillas y lanzas caseras de hierro para romper las alambradas. En el lado marroquí han quedado heridos varios agentes así como inmigrantes.

Desde primera hora de la madrugada del día de los hechos, se estimó la presencia de una cantidad de personas al otro lado y ya, en torno a las seis, se produjo el acercamiento a la valla, sin que ninguno de los inmigrantes pudiera pasar a Ceuta. Mientras la Benemérita blindaba el perímetro, el Cuerpo Nacional de Policía hizo lo mismo en la frontera del Tarajal, desviando a todas sus unidades de la UIP al paso fronterizo al objeto de evitar una entrada como la que se produjo el lunes, cuando casi doscientas personas lograron pasar a Ceuta cruzando a la carrera. Además también fueron desviadas a la zona unidades de la UPR.

Las fuerzas de seguridad siguen alerta ya que de acuerdo con las estimaciones de los agentes marroquíes habría gran cantidad de subsaharianos en los montes. Los GRS han estado trabajando en la zona toda la madrugada y así seguirán durante toda esta semana, al igual que en estos meses debido a que las alertas son casi diarias.

El día de los hechos, El Faro de Ceuta explicó que las cámaras térmicas de la Guardia Civil llegaron a detectar la presencia de cientos de personas a un kilómetro del vallado, pero las fuerzas marroquíes frenaron el acercamiento de la amplia mayoría, cifrada en casi un millar. No obstante un grupo de unos 200 sí que consiguió llegar hasta la valla exterior en donde fue rechazado por los GRS de la Guardia Civil y las fuerzas auxiliares marroquíes. Este intento se produjo pasada la vaguada, el punto ciego por el que han conseguido pasar cientos de personas en los últimos meses.

Los acercamientos por la zona de Berrocal y Sidi Ibrahim, sino también a Benzú, en donde las fuerzas alauitas disponen de un campamento establecido prácticamente a pie de playa. Aunque resulta prácticamente imposible de sortear, los subsaharianos siguen intentando acercarse.

Unos 3.000 al otro lado

Marruecos estima la presencia de unas 3.000 personas en las proximidades a Ceuta y las oenegés que trabajan al otro lado apuntan a la situación en que se encuentran muchos de ellos, ocultos en los bosques por temor a salir a la carretera para no ser detenidos. Entre ellos hay, todavía, heridos del salto que se produjo la semana pasada y que dejó a muchas personas con cortes en las extremidades provocados por la alambrada. A diferencia de esa entrada de la semana pasada, en la que se vieron a muchísimas personas heridas por las concertinas, en la entrada del lunes prácticamente no había heridos porque el acceso había sido limpio, cruzando el propio Tarajal, encontrándose una frontera limpia, sin cortapisas ni trabas. En la del pasado martes que se quedó en un intento fallido para los subsaharianos, hubo más de un centenar de heridos de diversa consideración que tras ser curados fueron devueltos a la frontera.