Los ceutíes han percibido este jueves al levantarse un desagradable aunque familiar hedor en el ambiente. Un nuevo buque dedicado al transporte de ganado, los denominados popularmente como barcos ‘olorosos’, ha hecho escala en el puerto de la ciudad trayendo consigo esa estela que desagrada pero que arroja sus beneficios a la maltrecha economía local.
Ni las mascarillas han impedido que la ciudadanía perciba ese ambiente cargado, propio de las reses, acentuado aún más por las elevadas temperaturas que se están registrando en una jornada veraniega.
El buque Norland es un transportista de ganado que fue construido en 1976 (hace 44 años ) y navega bajo la bandera de Togo. Su capacidad de carga es de 1700 t DWT y su calado actual es de 5,7 metros. Su longitud total es de 86,75 metros y su ancho es de 14,51 metros.
El barco se encuentra atracado en el dique de Poniente y es visible desde distintos puntos de la ciudad, aunque su imagen exterior tampoco denota que sea el causante de que parte de la ciudad apeste este jueves.
La escala del ‘Norland’ evidencia que la actividad económica en el puerto de Ceuta continúa a pesar de la aparente paralización de la rutina causada por la pandemia del coronavirus. Las paradas para el desarrollo de distintas operaciones de repostaje y aprovisionamiento de este tipo de naves es habitual desde hace unos años gracias a las gestiones efectuadas por la Autoridad Portuaria a fin de abrirse a nuevas líneas de negocio aprovechando la situación geográfica de la ciudad y las distintas ventajas que ofrece al sector marítimo.
Se desconoce si durante el confinamiento otros barcos de ganado visitaron Ceuta ya que el aislamiento domiciliario pudo hacer que pasasen desapercibidos para el olfato. En este caso, ha sido rápidamente detectado por el desconfinamiento de las últimas semanas que dará paso la semana que viene a la nueva normalidad.
Cómo se nota que afecta a los vecinos del centro de la ciudad.
Si la mitad de los deficiencias y problemas de los que vivimos en el campo exterior se publicaran cada vez que ocurre algo, no habría espacio en el periódico.
De todas formas, esto es muy sencillo de solucionar.
Hacemos un puerto rentable, modernizándolo y fomentado la llegada de numeroso buques. Así no haría falta que entrara este tipo de barcos. Pero como el puerto que tenemos es una pena y barcos que den dinero entran muy poco, pues a apechugar.
Y digo yo... no pueden reaprovisionarse sin entrar a puerto en la bahía? Es que vamos.