Ay Madre quién pudiera!, ¡Ay Madre, quién pudiera, vestirse de ESPERANZA como la PRIMAVERA!… Y les sobra la razón, me llaman el pecador, y les sobra la razón, no soy más que un pobre hombre enamorado de Dios y su querida Madre… Madre, yo te doy mi corazón
te lo entrego por entero
vivo sin vivir en mi
y muero porque no muero…
Deja de volverme loco
y llévame contigo al cielo
que empiece a soñar otro poco
y a imaginarme tu pelo… La Paloma Celestial del Espíritu de Dios se posó esta mañana muy temprano en la palmera del paso de misterio de la sagrada Entrada en Jerusalén y abrió sus alas al Domingo de Ramos de Ceuta. Hoy es el día de la ilusión, de la emoción contenida, de volver a vestir esa túnica después de dos largos años de espera, de meterse bajo las trabajaderas esos corazones henchidos de amor por sus Sagrados Titulares; de volver a estar vivos otra vez, de volver a vivir otra vez, porque parece que de tanto correr por la vida sin freno, me olvidé que la vida se vive un momento, y es que, creo que:¡ME OLVIDÉ DE VIVIR, ME OLVIDÉ DE VIVIR!.
¡Hermanos sabed que!…
Hay una Cruz de Guía potentada por cuatro cruces de San Juan que duerme hace mucho tiempo ya en algún rincón de una capilla y hace unas horas se despertó para presidir un altar de insignias y con impaciencia espera la orden dictada por la vara del Diputado Mayor de Gobierno para abrir un cortejo de buena gente Pollinica, de mujeres y hombres de honor, de hermanos, de niñatos pollinicos, de niños que renuevan la grey nazarena como fecunda semilla cofrade, Afriquita y Manuel, Manuel y Afriquita, privilegiados niños cofrades que harán que esta tarde vuelva a ser un privilegiado, un niño mimado de Dios y VUELVA A SER UN NIÑO OTRA VEZ, este que os habla desde este balcón imaginario en el que se convierte por un instante cada hoja de este especial de Semana Santa que contiene el diario decano de esta ciudad nuestra, ésta, MI CIUDAD QUERIDA. La siempre Noble, Leal y Fidelísima, aunque ya sabéis, queridos hermanos que nadie es profeta en su tierra, al menos yo no lo pretendo, ni siquiera ser heraldo de lo que ya no tiene freno, ese Relámpago Fugaz que nos deslumbra el lóbulo occipital de nuestros encéfalos y nos derrite el alma cuando esa primera cruz se planta en la esplanada de Manzanera…
Unas manos delicadas están a punto de levantar esa cruz que nos guía, van a ser ya mismo las seis de la tarde, en ese justo momento estallará la primavera…
La primavera que ha ido anunciándose sobre los naranjos del Rebellín como una mouse de espuma de blancas flores de azahar sobre las verdes hojas, porque, antes que nada la primavera se anuncia con el olor, ese olor que impregna nuestras pituitarias y nos eleva a un espacio más confortable, que nos transporta a otra dimensión…
Aromas de azahar de tantas plazas, fragancia del incienso que se expande desde los templos hasta las calles, Olor de cera recién fundida en los candeleros de la mesa de un paso de palio cualquiera; pongamos que se trata mismamente del de Madre de Dios de la Palma… Mañana de Domingo de Ramos
de estrenar zapatos nuevos,
el barrio huele a azahar
hay túnicas y revuelo,
el sol soñando una gloria
de palmas cerca del cielo
y el paso poquito a poco
sale de costero a costero… Un borriquillo que trota
al son de tambores nuevos,
yo en mi capilla, otra vez,
y yo, otra vez, nazareno… Un murmullo se levanta
corazón a corazón
Madre de Dios de la Palma
ya roza el primer balcón,
sobre los pies de sus hijos
poco a poco, flor a flor
nombrándote, Madre mía
se desboca el corazón… ¡Qué me perdone mi tierra!
¡Tú eres la Madre de Dios!…
Así es, Tú eres la Madre de Dios y Madre Nuestra, la que nos ha acompañado durante estos largos años de espera que como siempre, han estado cargados de altibajos y sinsabores, que siempre, una vez más se suavizan ante la mirada de tus ojos verdes que nos colman de esperanza, esperanza en encontrar siempre una solución para nuestros muchos y floridos problemas, Ella siempre nos lleva hasta su divino y querido Hijo, nos acerca a la imagen sagrada del Dulce Nombre de Jesús y nos acerca a su lado, dónde se encuentra muy cerca, Jesús sacramentado, Primer titular de nuestra hermandad.
Y, será el momento en que nazarenos blancos, nazarenos ceñidos por el esparto recogiendo las colas de sus túnicas elegantes que taladrarán el cielo de la tarde con capirotes altos que quieren llegar y apuntan hacia lo más alto… Quien no haya visto en mi Ceuta
domingo al atardecer
con el esparto ajustado
a un nazareno nacer,
a mi Dulce en el Otero,
mi Palma detrás de Él,
liturgia de Pollinicos
huele a incienso y a clavel,
no sabe lo que se pierde
quien no lo vea de volver
por esa bendita cuesta
un lunes que ha de nacer
subiendo con siete marchas
como si fuera Manuel…
Mi virgen ya se apuraba
por el parque con la luna
con la brisa marinera
recogida en la cintura
y el Niño de sus entrañas
ya galopa en su montura,
la cuesta como una gloria
se hizo rampa hacia la luna
y doce varales danzan
al compás de su hermosura.
La vida, hermanos, se condensa en esta semana que comienza, todo lo que da sentido a nuestras vidas será rememorado estos días venideros cuando las hermandades saquen sus pasos, parihuelas o lo que puedan o les dejen, a la calle y se conviertan en cofradía por unas horas para hacer estación de penitencia, haciendo presente la Pasión, Muerte y Resurrección de Nuestro Señor Jesucristo, pero mi hermandad tiene la suerte y el privilegio de ser la primera en abrir las calles y los corazones, de preparar las almas para los momentos más duros que han de venir, esperando al siguiente domingo en que todo estará consumado con la Gloriosa Resurrección y EL TRIUNFO de Nuestro Señor… Domingo de primavera
Jerusalén africana
otro Domingo de Ramos
de sol, olivos y palmas.
El alma se vuelve niños
que al Señor dicen hosanna,
nazarenitos de armiño
regueros de nueva savia…
De nuevo en Jerusalén
se convirtió Manzanera
van proclamando al los vientos
por si alguien no se entera
que Dios regala a mi Ceuta
Luz de Eterna Primavera. ¡Ya salió la Pollinica
y los tramos de chiquillos
gritan hosanna en el cielo
en forma de pollinicos
vestidos de nazareno!. Se nos anuncia un gozo que se llama Semana Santa. Lo avisa una ráfaga de aire que parece más puro. Lo cantan bandadas de pájaros surcando los cielos. Lo refleja la luz de abril, luz de primavera africana, que, ilumina y alegra las casas y las soleadas azoteas. Y mientras todo llega se va engrosando en nuestros ánimos el ansia por descubrir una nueva Semana santa, y mientras todo llega recuerdo vuestros perfiles y me agarro a esa imagen que quedó grabada en mi mente la última vez que pude veros el pasado mes de marzo. Y desde entonces me enamoró de vosotros la luz cálida de esas tardes de pasión popular. La transparencia de un barrio envuelto en el fervor santo con el que tus gentes moldean altares a la medida de su fe profunda. Me enamoró de vosotros el rastro de pies desnudos caminantes sobre la estela abrileña de la gloria caballa entre callejas y paseos de palmeras endulzados de dátiles y naranjos en flor. Me enamoró de vosotros el azul del Chorrillo impregnado del reflejo de la túnica recién planchada con el primor de la delicadeza. Me enamoró de vosotros el blanco puro, el blanco del Espíritu Santo y palmas de manos níveas sobre el antifaz del capirote altivo que enfila tu penitencia en la santa tarde del Domingo de Ramos. Me enamoré de vosotros con las brisas de la marea baja y con el salitre en el ambiente refrescando la generosidad de unos hermanos ciegos de amor por los dolores se su Madre de la Palma Reina de los Mártires…
Y llegó por fin el día deseado por todos los cofrades. Es distinto a todos los anteriores. Nace con una aurora más clara, limpia, luminosa y bella que de costumbre como antesala a lo que horas después será el ansiado Domingo de Ramos, que es puerta jubilosa y alegre en el estallido de alborozo de grandes y pequeños, en definitiva de buena gente Pollinica…
Y, ¡los niños, por Dios, mis niños!...
Los niños son la esperanza de toda la raza unía, Jesús así lo decía, Jesús así lo decía...
¡Los niños, por Dios, mis niños!...
Son tan puros los niños y tan inocentes que son capaces de abrir el alma a la fantasía para con ella ir aprendiendo el complicado arte de la vida y sus futuros sinsabores; son tan puros de verdad los niños y tan huérfanos de maldades que como refugio a sus corazones limpios, el Señor creó en Ceuta un patio con cuatro naranjos, con una cancela donde siempre se huele a incienso y azahar y donde se comen los mejores bocadillos en tardes-noches de cuaresma, un patio o cancel, siempre cubierto por un cielo azul celeste preludio de mañana de Domingo de Ramos, donde unos metros más adentro vive una Madre pendiente de los que la necesitan y añoran su manto protector más allá de cada cuaresma.
A TI, Madre de La Palma encomiendo este sueño en forma de artículo cofrade, para que sea tuyo y en TI de todos los niños del mundo…
Miguel Ángel quiere que lo lleve a la cama, porque quiere que yo le cuente un cuento, una orden, sin otro acatamiento que el de hacer lo que dice, y cuando llama, se le acerca Paquito susurrando que este año ya no quiere llevar palma.
Cuando duerme sus ojos se derraman semejando el mar en movimiento, duérmete que yo seré como el viento, trovador del embrujo de tu cara, mi cuento te hablará de los colores, con que pinta el Señor tu primavera...
La luz se va apagando, duermen los niños, morada inquebrantable de los cariños. Que los niños son fragua de la alegría, ruega siempre por ellos Palma mía.
Y los nazarenitos siguen soñando... Ha pasado un año y la tradición reclama que otra vez los azahares inunden calles y plazas. El almanaque ha corrido por el filo de la almas a los campanarios junto a los tonos más altos y anuncian a toda Ceuta, entre olivos y entre palmas, que los vientos han cambiado y han cambiado las estampas, que los fríos del invierno ya son luz tras la borrasca Y otra vez el mes de abril
reina sobre la alborada
Ceuta se ha despedazado
buscando cantos y palmas,
porque barrunta la gloria
del tiempo de los hosannas
pasan unos cuantos años,
Singladura de fragatas
y aquí estamos otra vez
regresando a nuestra casa,
ha sido sin darnos cuenta
de que los meses pasaban
Cuando, ¡de pronto!, hemos visto
nuestras túnicas planchadas,
y hemos vuelto a hacernos niños,
hemos vuelto a nuestra infancia,
y hemos vuelto a las ausencias
de los cofrades que faltan,
los que abrieron el camino
por el que ahora otros pasan
haciendo de la Hermandad
Evangelio de nostalgias,
Ceuta renace a la vida
serena y sacramentada
que reposa en el Sagrario
como espiguilla temprana
pueblo de las alegrías
y de penas repujadas
en el vuelo de unos cantes
hechos de miel y de fragua,
tierra de gente sencilla
con sangre mora y cristiana
donde saben de Hermandad
cada calle y cada plaza,
ha vuelto la primavera
a colarse en las estancias,
que Dios le ha abierto la puerta
y nosotros las ventanas,
es el tiempo de los cirios
del montaje de la plata
de los rezos del Vía-Crucis
y de cuadrillas que ensayan,
es tiempo de los cabildos
del racheo de alpargatas
de los carteles de cultos
y los conciertos de bandas,
plenilunio en los romances,
bajo un Nisán de esmeraldas
cuando la luna se preña
de alhelíes y albahacas,
por fin ha llegado el día
de poner en la balanza
todo lo bueno y lo malo
que el corazón nos demanda,
porque es tiempo de encontrar
el fin de aquella muralla
que busca por el Otero,
pirámide de esperanzas
a Nuestra Reina y Señora
Nuestra Palma Soberana,
Ceuta empaque y dulzura,
Ceuta cabal y cristiana,
solera del señorío
y cuna de mi nostalgia.
Gracias por esta emoción
que hoy se cuelga en las ventanas
gracias por ver a los niños
ataviados con sus palmas,
gracias por ese cortejo
el de las túnicas blancas. ¡Despierta, Migue, despierta! ¡Despierta, Paco, con ansias!
porque Ceuta por vosotros
estrena Semana Santa.