El presidente de la ASDE acudirá este fin de semana a Ceuta para encabezar el Congreso Scout Federal que se celebrará en la Ciudad. Del Valle acercó a ‘El Faro’ la filosofía del movimiento Scout y del escultismo. Julio del Valle, presidente federal de la ASDE, estará este fin de semana en Ceuta para encabezar la realización del Congreso Scout Federal que, por primera vez, se organizará en Ceuta. ‘El Faro’ habló con él para conocer un poco mejor los valores que promulga el movimiento Scout.
–Usted viene a Ceuta en representación de ASDE. ¿Podría explicarme qué es?–ASDE es la representación en España del movimiento scout mundial, que es una organización que atiende a niños y niños que forman parte de ella desde los 6 años hasta los 21 como educandos y, a partir de esta edad, lo hacen como educadores. El objetivo que tiene la organización es transformar la sociedad a través del trabajo con el tiempo libre, la educación y la diversión.
–Precisamente en eso entra en juego el papel del escultismo...–Claro. El escultismo es nuestro método de trabajo. Es la forma que utilizamos para proporcionar una educación integral a estos niños que forman parte de nuestra organización.
–En otras palabras, el medio...–Sin duda. El escultismo en nuestro método, nuestro medio, la forma, nuestro proyecto educativo. El escultismo traslada también valores, formas de trabajo y formas de hacer las cosas. Por tanto, el escultismo es tanto un medio para conseguir nuestro fin como un fin en sí mismo.
–Usted lleva 25 años inmerso en el mundo de los Scouts. ¿Qué le sigue atrayendo de éste?–Lo que me sigue llamando la atención es la satisfacción de ver a los chavales y chavalas progresar, adquirir competencias, valores, conceptos y observar cómo interactúan con el entorno y cómo son capaces de intervenir directamente en la sociedad a través de sus acciones o proyectos. Esa satisfacción que te da ver a esos jóvenes desarrollándose y trabajando en la sociedad es algo que nos llena a todos.
–¿Por qué recomendaría a la gente que se uniera al movimiento Scout?–Porque es algo divertido. Yo creo que lo educativo está muy bien, pero si no hay un marco divertido, sobre todo hablando de tiempo libre, luego en el fondo pierde interés. Aquí es donde entra en juego nuestra labor para saber inculcar valores y conseguir objetivos de trabajo utilizando el tiempo libre de una forma divertida y entretenida, que es lo que a los niños les interesa. Hay que conseguir que disfruten, jueguen y hagan cosas con los demás, pero todo ello aportando una dimensión educativa a las actividades.
–Personalmente entiendo que existe un elemento especial en el mundo Scout que es la relación con el medio ambiente... –Precisamente ese es uno de los valores fundamentales para nosotros, la relación con el medio ambiente y ser capaces de desenvolvernos en un medio natural para el ser humano. Aunque vivamos muy metidos en nuestras ciudades, en nuestras urbes, hay que saber relacionarse con el medio ambiente, saber cómo conservarlo y saber cuidarlo. Buena parte de los valores ambientales que tenemos en nuestra sociedad vienen por el trabajo que hemos estado realizando durante los últimos cien años. Una organización como la nuestra, que está a las puertas de su centenario en España, ha trabajo mucho para que se despertase en la sociedad una conciencia que era muy necesaria.
–Usted es un hombre unido eminentemente al movimiento asociativo porque ha sido secretario de la plataforma de Organizaciones de Infancia (POI), presidente del Consejo de la Juventud de España e incluso miembro del Consejo Estatal de ONG’s de acción social. ¿Qué une y qué diferencia a los Scouts del resto de movimientos asociativos que conoce?–Creo que hay una parte que nos une. Cuando cualquier persona se asocia y trabaja con otras para conseguir un objetivo eso implica un grado de compromiso con la sociedad. Opino que los Scouts, al igual que otras asociaciones como las ecologistas o las de vecinos, tienen la voluntad de mejorar la sociedad, y eso nos une. Nos diferencia nuestro método y nuestra forma de trabajo. Se trata de una metodología particular basada en los principios del movimiento Scout, del que se desprenden una serie de valores humanistas. También nos diferencia que somos una de las pocas organizaciones que trabajamos expresamente con niños y niñas y el componente del compromiso con la sociedad. Además, desde el presidente federal hasta cualquiera de los scouters somos todos voluntarios, lo que implica un esfuerzo personal e interiorizar los valores que propugna la organización. El escultismo es una forma de vida y creo que eso también es algo que nos debe diferenciar.
–¿Qué momento vive el escultismo en España?–Creo que uno bastante positivo en general. Actualmente hay en torno a 81.000 scouts en toda España y cada vez estamos abriendo más grupos. La situación de crisis económica también ha hecho que muchas familias vuelvan los ojos a organizaciones como las nuestras. Ten en cuenta que hacemos actividades muy baratas, porque nos basamos en el voluntariado. Hace dos o tres años las familias mandaban a sus hijos a estudiar inglés a un campamento a Irlanda. Los españoles vivíamos un poco por encima de nuestras posibilidades y pensábamos que ir 15 días de campamento a los Picos de Europa era algo demasiado corriente. La gente se ha dado cuenta que organizaciones como la nuestra trasladan valores de austeridad, compromiso, de trabajo en equipo, de darle importancia a lo que te rodea y pasarlo bien en cualquier sitio y unos hábitos de vida. Esto nos aleja de cosas como el egoísmo y la competitividad, que son valores sin ninguna vigencia y que nos han llevado a un desastre monumental. Hay que basar nuestro desarrollo en unos valores muy alejados de éstos últimos que mencionaba.
–Baden Powell fue el fundador del movimiento Scout mundial. ¿Qué supone para usted su figura?–La figura de Baden Powell es muy inspiradora. Yo creo que el mandaba un mensaje de hermandad a nivel mundial, que por encima de razas, religiones y creencias está el ser humano. Ese es uno de los valores más universales del escultismo, que está en España igual que en el resto del mundo y con un alto grado de compromiso.
–¿Por qué es importante que este congreso se celebre en Ceuta?–Para nosotros es la asociación más joven de todas las que tenemos en España. La asociación Scout de Ceuta fue una de las más potentes que tuvimos, pero por la propia dinámica que existe en la ciudad muchos chavales y chavales tuvieron que salir de Ceuta para poder estudiar y seguir formándose. Por otro lado, tener una asociación Scout en Ceuta es un hecho muy importante porque ha dado la oportunidad a muchos niños de vivir todas estas experiencias inherentes al movimiento Scout. Era de justicia que el congreso se celebrase en Ceuta por todo ese papel y esa labor que se está iniciando. También es importante para nosotros que la ciudad de Ceuta piense que a parte de la gente que está aquí hay millones de scouts en todo el mundo y que Ceuta se sitúe en las diferentes redes de escultismo que hay a nivel mundial.