“Hay programas que se basan en las ilusiones de los chicos y luego los mandan a paseo”

Pancho Varona habla de su larga trayectoria musical, que ha compartido con Sabina, “un tipo genial y sencillo”

Lleva tres décadas con uno de los más grandes de la canción en España porque él también lo es. Pancho Varona llega hoy a Ceuta para ofrecer La Noche Sabinera –A las 22:30 en la Plaza Nelson Mandela–, un nuevo formato de concierto en el que en la primera hora junto a sus compañeros –Antonio García de Diego, Jaime Asúa, José Antonio Romero y Paco Beneyto– interpretarán canciones que han compuesto con Joaquín Sabina y en la segunda invitarán al público “a que se sienta Sabina por un ratito, cantando con su banda”. En una entrevista con este medio, Varona habla de su larga trayectoria y de su relación con el artista jienense.
–Lleva más de 30 años trabajando con Joaquín Sabina. ¿Cómo es él en las distancias cortas?
–La prueba de que es un tipo genial y sencillo es que llevo con él 32 años. Si fuera mala persona o mala gente no hubiera durado mucho. Es un jefe y un amigo excepcional y todo lo que diga es poco. Creo que hay pocas parejas en el mundo de la música con una relación tan duradera como Joaquín y yo, porque con 32 años no recuerdo a ninguna prácticamente... Como jefe y como persona todo lo que le diga va a ser estupendo.
–Todo el mundo conoce muchas canciones de Sabina, con letras comprometidas y algunas de ellas sobre temas, entre comillas, prohibidos, como el sexo o la droga. ¿Les atrae tratar este tipo de temas?
–Bueno, a Joaquín siempre le ha gustado mucho contar lo que le pasa por la cabeza sin ningún tipo de autocensura, y también le gusta un poquito poner las pilas a la gente, ser un poco provocador. Ya en la primera época que le conocí, creo que en el 82, Franco había muerto en el 75, le gustaba dar un poco de caña en cuestiones de política... Siempre ha sido un poco innovador y un poco ‘broncas’. Además, tiene tanto manejo y tanto amor por su idioma que puede permitirse el lujo de jugar con él y sacar palabras en desuso... Es una persona que tiene un amor por su idioma tremendo y muy comprometida.
–Han cantado temas comprometidos e incluso de críticas al Gobierno. ¿Han tenido algún problema en sus primeros años?
–Por suerte no, porque ya en la época en la que Joaquín empezó a hacerse conocido y a cantar pues ya no había tantos problemas de este tipo. Él no sufrió la persecución de los cantautores de los años 70, él ya tuvo la suerte de vivir en un país con más libertades. No hemos tenido ningún problema, que yo sepa. Últimamente se le ha criticado por haber ido a Israel a presentar un disco junto a Noa, una cantante israelí. Ese tipo de problemas sí que se tienen, pero habitualmente no tiene problemas de ningún tipo, que yo sepa.
–Estamos en un momento en el que quizás haga falta que aparezcan cantautores nuevos que hagan este tipo de músicas y de letras. ¿Ve que están saliendo o, por el contrario, ya no salen cantautores como antes?
–Que va, hijo... Veo más desierto esto... Veo que hay gente buena pero es que en mi época un día estaba Aute, al día siguiente Sabina, al otro Víctor Manuel, al otro Hilario Camacho... Había un florecimiento del género cantautoril maravilloso. Ahora, no se por qué, la verdad es que han dejado de salir grandes talentos, hay gente que lo hace muy bien pero no son grandes talentos, creo que es diferente. No sé si los problemas políticos antiguamente también activaban a la gente y la hacían comprometerse más. El problema es que veo a la gente como muy adormilada. Creo que hay crisis de cantautores en nuestro país en este momento. ‘Cantautor’ es una palabra horrible pero la verdad es que así hay que llamarlo. Creo que ahora mismo no es el mejor momento de la canción de autor en España.
–¿Estamos en un mal momento para la canción de autor?
–Sí, creo que estamos pasando un mal momento para la canción de autor en España. La época dorada seguramente serían los 70 y los 80, ahora seguramente es una de las peores épocas en cuanto a canción de autor en España.
–¿Qué le parece que en la actualidad haya tantos reality show y tantos programas en los que la gente salta a la fama en el mundo de la música en tan poco tiempo y sin haber ‘sudado’ como lo han hecho ustedes en tantos bares y espacios pequeños y sin ir evolucionando poco a poco?
–Hombre, qué quiere que le diga... A mí como programa de televisión pueden tener su encanto. El primer Operación Triunfo que yo vi tuvo su encanto como programa de televisión pero no como carrera musical. Pienso que el programa era un acierto y que en cuanto a carrera musical lo que se pretendía era un desastre. De hecho, ¿se acuerda quién ganó el  pasado Operación Triunfo, o el anterior?
–No, me acuerdo del primero y del segundo.
–Claro, exactamente, a mí me pasa lo mismo. Entonces, ¿qué ha pasado con los demás? Pues que están poniendo copas en los bares o que están... yo qué sé. Se ilusionaron con una carrera musical, con unas apariciones en televisión, y al final se quedaron pues en nada. Son programas baratos para las cadenas porque no necesitan mucho presupuesto para hacer un programa hecho en casa. Entonces, lo que hacen un poco es basarse en las ilusiones de los chicos de querer ser músicos para hacer su programa y luego pues mandarlos a paseo. A mí me parece un poco injusto, la verdad.
–¿Qué se puede hacer ante este panorama para mejorarlo?
–Buena pregunta. ¡Es la pregunta del millón! (risas). Pues mira, creo que una cosa importante sería hacer programas musicales en los que salgan bandas a tocar en directo y cantantes a cantar en directo. No hay prácticamente programas y si hay alguno pues se suele actuar en play back. Creo que habría que tener un poquito de imaginación y sacar más programas de bandas tocando en directo. Un poco parecido a lo que hace últimamente Javier Limón con Un lugar llamado mundo. Lo que pasa es que es para una cadena de pago, entonces tampoco lo puede ver todo el mundo. Si yo fuera director de una cadena televisiva, intentaría poner algún programa musical de gente tocando en directo. Me parece fundamental.
–Usted ha trabajado con Sabina, Ana Belén, Luz Casal y ha actuado también con Serrat. ¿Qué más se puede pedir en el mundo de la música?
–Muy poco, amigo. Me siendo satisfecho por lo que he hecho en mi carrera musical, pues realmente lo único que me queda es limpiarle las guitarras a Keith Richards, el guitarra de los Stones, por ejemplo. Ese sería mi último sueño por realizar, prácticamente... O darle la mano a Paul McCartney. Creo que en lo que se puede hacer en España, desde luego he tocado el cielo con la punta de los dedos. Estar junto a Serrat y Sabina en el mismo escenario o componer canciones para Luz Casal, o producir a Estopa y a Amaral... Vamos, que me quede como estoy, no pido más, ni mucho menos. Todos los días agradezco haber llevado la vida que he llevado.
–Usted es el cerebro de las composiciones que se queda en la sombra... Siempre se escucha Sabina, Luz Casal y otros nombres, pero pocas veces se habla del compositor que hace tan buenas creaciones. ¿Considera que en España puede haber compositores de este tipo que no han salido a la luz o hace falta que alguien les saque?
–Yo es que tengo vocación para hacer lo que hago. O sea, no todo el mundo tiene vocación para estar en el centro del escenario o para que le ilumine el foco. A mí me gusta estar un poquito apartado, un par de metros a la izquierda y poder ver las caras de la gente. Yo no tengo vocación de solista ni de artista, sino de compositor, de viajero, de poder viajar a Argentina y a América a cantar las creaciones que hemos hecho, componer con Joaquín, estar y viajar con él... Esa es mi vocación. Yo no tengo necesidad de que se me reconozca más, yo vivo muy feliz. Lo que le quiero decir es que no todos pueden ser Messi en un equipo, también tiene que haber un Busquets o un Bartra. No todos pueden ser primeras figuras, tienen que tener también gente que esté haciendo un trabajo para que el otro se luzca. Entonces, a mí me encanta lo que hago, me parece precioso, no lo cambio por nada. Es más, en lo único en lo que Joaquín me saca ventaja en todo este asunto es en que gana más dinero que yo (risas), creo que todo lo demás son ventajas para mí. No me gustaría tener su éxito en la calle porque le paran constantemente, le piden fotos y autógrafos... Es una cosa que llega a ser, a veces, un poco incómoda, y yo,en cambio, vivo felizmente en mi medio anonimato y estoy encantado.