Hace bien poco hablamos por teléfono con motivo de tu cumpleaños, nos dimos una buena parrafada, sin saber que sería la última. Esta tarde, recién levantado de una pequeña siesta, me dan la terrible y triste noticia de tu fallecimiento.
Han sido muchos, y buenos, los momentos vividos junto a ti. Nuestra afición por la petanca quiso que nos conociéramos allá por el año 89, y desde entonces, hemos mantenido una bonita amistad, aunque contigo, llevarse bien era fácil.
Hoy en Ceuta se apaga tu voz, esa que lucías con mucho arte cuando cantabas. Tus compañeros de dominó notarán tu vacío. Los petanquistas ceutíes, y de manera especial, los socios del club de petanca Los Rosales llorarán tu perdida.
Hoy, dejas un hueco imposible de rellenar en tu familia, esa familia de la cual estabas profundamente enamorado, dando muestra de ello, cada vez que hablabas de tu hijo Antoñito, de tu Jesús, o de tu "pequeña" Irene, sin olvidar a tu esposa, amiga y compañera Nati,
Te has ido "cantando bajito", nos deja con mucho dolor y pena, pero con la alegría de los que te conocimos, de saber que fuiste una gran persona, y un verdadero "maestro" de la vida.
Descansa en paz querido amigo.