Hartos del sectarismo político

No hay manera de aceptar con lógica las formas de estar en política de los que hacen del poder su particular afición. Seguimos eternamente anclados en una democracia vacía de contenido y escasa participación, sin que se vislumbren nuevos horizontes de cambio. Quizá los nuevos partidos emergentes consigan finalmente hacerse un hueco estable en los parlamentos y modifiquen las leyes que necesitamos, haciéndonos progresar a todos como sociedad, disminuyendo privilegios, desigualdades y también la inseguridad jurídica que sigue asolando a los ciudadanos frente a la administración.

Cuando estas reformas se lleven a cabo puede que se abra una nueva etapa, en la que no se podrán cometer arbitrariedades, como las encomiendas de gestión para financiar a una empresa pública insostenible, como la que ha aterrizado en Ceuta sin paracaídas y de la mano de la anterior responsable del ministerio de medioambiente; no pocos profesionales y empresas de nuestra ciudad están en la banca rota o lo están pasando francamente mal con estas prácticas de política gubernamental. Le han encargado a estas empresas públicas hasta el plan de gestión del litoral protegido, y ni siquiera quieren pagar los gastos por recibir información profesional valiosa sobre las especies y los hábitats marinos de una institución que colabora con el ministerio del área y con la fundación biodiversidad en este tipo de cuestiones (cuando comento estas quejas ante el propio ministerio de medioambiente me dicen que llevo razón pero que ellos no pueden hacer nada sobre este asunto); y esto viene a ser igual que indicarme que es una cuestión política sin justificación y totalmente arbitraria. Fácilmente se llega a la conclusión de que estas empresas son núcleos de enchufados y de otras operaciones menos confesables. Ya lo tienen todo bien repartido y no dejarán que nadie que no sean ellos y sus privilegiados se hagan con un poco de la financiación de estos planes de ordenación. Así funcionan estas empresas a golpe de politiqueo rancio y caciquil, por eso cuando sobrevino la crisis y dejaron sin responsables a las reservas marinas de nuestro país, solo se salvo una reserva que lo conservó, pues esa persona estaba protegida por un mandamás político con mucho poder. El afianzamiento de estas empresas públicas en Ceuta ha venido de la mano del partido popular, pero el partido socialista, actualmente en el poder a nivel nacional, no parece que este dispuesto a cambiar este tipo de encomiendas de gestión, debido fundamentalmente a que sirven para operaciones y actividades que no nos cuentan los partidos políticos, y donde están bien implicados los aparatos de los dos partidos que han estado gobernando nuestro país después del periodo de transición política tras la muerte del dictador. Digamos que estas empresas sirven para mantener muchos puestos de trabajo que interesan a los partidos políticos. Si queremos partidos políticos con este corte rancio y caciquil tendremos que financiarlos entre todos, es lo que dicen los que viven muy bien a costa de todos nosotros.

Uno tiene la impresión de que están constantemente riéndose del pueblo de una forma no sonora pero si sonada. Por eso hemos estado aguantando al delegado de gobierno anterior nombrado por nuestro alcalde y ahora estamos empezando a ver con desconfianza el nombramiento de la actual delegada del gobierno por el partido socialista obrero español. Si indicamos en varias ocasiones que el perfil burocrático del delegado del gobierno anterior era poco apropiado, no es poco razonable pensar a priori que una docente jubilada esté poco preparada para asumir un compromiso como este con tantas aristas y complicaciones, por muy buena persona que se sea y por toda la buena voluntad que se ponga.

Todo el mundo tiene derecho a participar en política y diría que es muy necesario que sea así con independencia de su preparación profesional, pues la sensibilidad, la cultura y la buena predisposición no son dones que se otorguen en las aulas universitarias ni crecen en los árboles y, por lo tanto, son una parte del patrimonio humano que cualquiera puede poseer si se ha sabido cultivar con tesón. Sin embargo, también es importante buscar un perfil de profesional que pueda aportar una respuesta apropiada al caos fronterizo y a los graves problemas que se suscitan en la frontera a diario. Debo decir, como soy un asiduo de Marruecos y desarrollo una parte significativa de mi tiempo recorriendo y trabajando en este territorio que tanto me gusta, que se nota una clara mejoría en la cuestión del paso fronterizo pero también sé que cada cierto tiempo se montan atascos enormes y se necesita estar muy atento a ciertas horas y momentos pues de lo contrario el pase de la frontera se puede convertir en un auténtico infierno. La actual representante de la delegación empieza a recibir críticas por lo ocurrido hace pocos días con la entrada masiva de personas escalando la valla, cuestión que ha estado pasando con todos los últimos delegados del gobierno. No obstante, uno se pregunta, en general, porque estos señores de los partidos políticos denominados ahora tradicionales (que han estado históricamente repartiéndose el poder) siempre tienen que nombrar a uno de los suyos para ocupar el puesto que sea. Se trata del principio de confianza en la persona que pertenece a tu misma cuerda dentro del partido y que por lo tanto se avendrá a lo que se le marque desde el partido político sin rechistar. En esta misma línea de pensamiento podríamos indicar que la cuestión que más importa al partido político, con un gran aparato detrás como son los dos que hemos estado nombrando en este artículo, es gobernar y tener el poder sin compartirlo con el resto de la sociedad.

Para conseguir esta finalidad son capaces muchas veces de cometer tropelías importantes y caen en incoherencias, incluso los más destacados miembros de los partidos, como es el caso del señor Borrell dentro del partido socialista obrero español. Que este político profesional tenga capacidad intelectual y haya ostentado un gran puesto en Europa no lo exime de ser un incoherente político adicto al poder con tragaderas suficientes para seguir siendo ministro de asuntos exteriores. Después de haber sido ministro con gobiernos socialistas anteriores y de haber estado en la más elevada instancia de la política europea, sin haber reformado nada de su detestable burocracia que lo domina todo, podríamos pensar que no le quedarían ganas de continuar en los ámbitos de poder.

Quizá hubiera sido mejor no volver a tener cargos de responsabilidad política para dedicarse a sus quehaceres profesionales de una vez por todas o a sus más felices aficiones como el ensayo político. Sin embargo, una vez ha probado otra vez las mieles del puesto de poder político que tanto parece que anhelaba y de haber apoyado, viniéndose un poquito arriba, al ex-ministro del partido popular y ahora embajador Morenés en su respuesta a los enajenados del nacionalismo catalán, se viene abajo por los pactos en el parlamento de los diputados y se tragua el sapo incomestible de las embajadas catalanas. Debe ser moralmente inaceptable la reposición legal de las embajadas catalanas para alguien que dice creer en el estado español. Si se tratara de una concesión temporal por el bien del país mientras se gana tiempo para calmar la cuestión catalana, debería haber dimitido igualmente y asumido su puesto alguien sin sus planteamientos políticos. Pero así se funciona en los partidos políticos de siempre en España, secuestrando la democracia y repartiendo el pastel del poder entre los más allegados de esta o aquella facción que resulte vencedora en las batallitas electorales que se libran en el seno de los partidos tradicionales. Por todo ello, hemos soportado a un incapaz en la delegación del gobierno, un alcalde perpetuo que no asimila bien la palabra democracia pero si que declina bien el término “gusto por el poder” y desde luego no sabe cuando debió retirarse. De la misma forma tenemos una señora buena persona sin experiencia en temas fronterizos, un montón de encomiendas de gestión, muchas empresas ceutíes cerrando y un ministro con sus añitos que parece que es capaz de lo que sea por tener su último momento de gloria en el gobierno de la nación.