“Han contratado a la alergóloga y el intensivista por parentesco y amistad”

Juan Carlos Querol, médico y delegado de la Sección Sindical de Sanidad en UGT, denuncia que Ingesa asigna las plazas “a dedo”, ignora los “cauces legales” y deja fuera a profesionales con méritos. “Venimos a frenar esta política”, asegura.

Médico de profesión y “sobre todo de vocación”, lleva más de 30 años “en el tajo disfrutando” de su profesión. Juan Carlos Querol vuelve a la primera línea sindical como delegado de la Sección Sindical de Sanidad de UGT en Ingesa.  
–En su opinión, ¿qué está haciendo mal Ingesa?
–Para no perdernos en el camino, yo ahora estoy centrado en los problemas que nos encontramos con las contrataciones. Entra en el juego de tronos o de trileros en el que es mejor callarse o, si se habla, hay que hacerlo de realidades porque, si no, al trilero se le pilla. ¿Por qué hablamos de 66 contrataciones? Resumo: el director general de Ingesa dijo que habría cinco nuevas acciones de las que una, Alergología, tiene nombre y apellidos y de aquí me voy al Juzgado a denunciar este sistema de contratación. Y después, el gerente y el director dijeron que a lo largo de este año se van a contratar a 66 trabajadores. Claro, salen las cuentas –muestra un documento–: éstos son solo los agujeros que hay en el Hospital, las vacantes, 48 más dos son 50 que, sumadas a 11 en Primaria, resultan ser 61. En Primaria hay tres plazas de médico del 061 sin cubrir; dos médicos de familia... Y del Hospital están desglosadas por categorías: siete médicos, 12 celadores, 16 auxiliares de Enfermería... Cuando me enteré de ésto me enfadé bastante. Ahora hay mucho movimiento, de lo cual yo me alegro, pero espero que lo hagan bien, que no nos vendan la burra. Hubiese sido más elegante que dijeran la verdad. Quien está fuera de onda cree que se van a crear 66 nuevas plazas, no. Son cinco, las demás ya estaban escondidas, con dinero. Con el dinero no sé lo que se habrá hecho pero supongo que estarán muy contentos porque han ahorrado.         
–¿Qué critica del sistema de contratación de Ingesa?
–Están usando y abusando de colar a personas sin utilizar los cauces oficiales y legales para ello. Algo que desgracia pasa hoy en día en Ingesa, venimos a frenar y a acabar con el amiguismo. Me voy a centrar en tres: la contratación de Alergología, de un intensivista y el nombramiento de jefaturas de personal no sanitario, de Admisión y Servicio de Personal.
Para contratar a facultativos especialistas, como en principio no hay bolsa de trabajo, se cuelga una convocatoria pública solicitando cubrir una plaza con unas bases. Los alergólogos que quieran echan los papeles, después hay un concurso de méritos y una entrevista. Ésto es lo que se ha hecho siempre, pues ahora no. A la alergóloga y el intensivista los han contratado por la cara. A ella por su relación de parentesco con un cargo de la Administración General del Estado.
–Si no lo han hecho, ¿quizás sea porque no hay más médicos de esa especialidad que quieran trabajar en Ceuta?
–Sí hay. En Alergología, aquí en Ceuta, hay un chaval que intentó trabajar. Él está ahora con una consulta privada porque no ha podido trabajar en la pública. Porque, hasta hace pocos meses, no había Alergología en Ceuta, la han creado ex profeso para ella. He pedido la motivación de esta contratación, como otras tantas solicitudes, pero no nos dan información. Ésta última –15 de abril de 2015– lleva la coletilla de acto presunto que, administrativamente dice: tiene que contestar usted porque puede ser que esté cometiendo una falta muy grave. De aquí me voy a la UGT para llevar al juzgado todo ésto porque no responde y pensamos que está haciendo una fechoría.   
–¿Qué ocurrió con el intensivista?
–Es el que me sustituyó cuando estuve enfermo 18 meses. Este señor está protegido por la Gerencia y la jefa de Sección de Intensivo, según tengo entendido, por instrucciones de Madrid o de la Dirección Territorial. Una vez me incorporo él sale y,  como está protegido, había que colocarlo. El gerente lo hizo por necesidades del servicio. Curiosamente, estando yo de gerente, se consiguieron siete plazas en la Unidad de Cuidados Intensivos (UCI): seis fijos y uno en promoción interna temporal. Una compañera que tiene plaza en Urgencias pero es intensivista. Al conseguir esta séptima plaza, esta mujer pasa a la UCI. Al tiempo de salir nosotros de la Gerencia, amortizan esa plaza (de siete se vuelve a seis) y ella regresa a Urgencias. Hasta ahí nada que decir porque es legal.
El caso es que a este señor que me sustituye lo contratan por necesidades del servicio en la séptima plaza que habían eliminado. He pedido la información como con la alergóloga pero no me la dan. ¿Por qué digo ésto? Primero porque esta mujer que ha vuelto a Urgencias tenía derecho a esa necesidad del servicio y además hay otro intensivista en el paro en Ceuta que se ha quedado en la calle. Ambos son afiliados de UGT, lo han solicitado a Ingesa por escrito, y me piden explicaciones. Él está apuntado en el INEM. Se han visto ninguneados porque le han contratado a dedo, sin convocatorias, a pelo como se suele decir por su afinidad y amistad con la jefa de Sección y la Dirección. Casi seguro que tienen más méritos, pero hay que hacer las convocatorias.
–¿No son casos puntuales?
–Le hablo de lo relevante, pero hay más. Es la política habitual de Ingesa y queremos frenarla. Pasan de las bolsas, de las convocatorias y dicen: ‘¿Tú qué eres mi amigo? Pues venga para adentro’. Por ejemplo, la jefa de Admisión y de Personal es una obra maquiavélica. Ella está en las listas del Partido Popular (PP).

“La plantilla creció de forma brutal cuando fui gerente”

Querol empezó su carrera en Insalud en 1984, fundamentalmente en Urgencias y Cuidados Intensivos. Acumula experiencia en gestión como responsable de la UCI y coordinador de trasplantes pero, sobre todo, como gerente de Atención Sanitaria de Ingesa durante siete años.
–¿Por qué su regreso a la lucha sindical, si es que la dejó alguna vez?
–No me he ido nunca porque estoy afiliado a UGT desde hace 25 años ya que, cuando me uno a algo, es por convicción personal. En este sindicato he sido representante sindical y secretario general de Sanidad de la Federación de Servicios Públicos (FSP) durante varios años. Vuelvo después de una temporada muy larga fuera de la actividad laboral y, cuando he retomado mi puesto de trabajo en el Hospital, me he encontrado muchas historias que no me gustan. Primero hay que frenar lo que se está haciendo en muchos aspectos y mejorar lo que está mal o no se está haciendo. En ese sentido, si puedo aportar mi grano de arena a la lucha sindical y ayudar al resto de los compañeros, para eso estoy aquí.  
–¿Teme que los trabajadores recelen de usted porque piensen que, cuando fue gerente, aplicó los mismos recortes de personal que la actual directiva?
–¿La misma pregunta se hicieron con Malika (Abdeselam)? Porque yo estoy trabajando como intensivistas y delegado sindical. Ella no. Pasó de sindicalismo a Dirección Territorial, de allí a estar emplumada y de nuevo a sindicalismo. Ahí sigue. ¿A ella se le ha preguntado eso?
Los recortes son diferentes porque no hay más que ver las plantillas. Es tan fácil como coger los contratos de gestión de cada año donde queda reflejado el crecimiento y las plantillas orgánicas. A ver qué nos encontramos. Y los sindicatos lo saben porque se les dio.A lo mejor por eso le costó la cabeza al Gobierno, dirán que por despilfarrador, por malos gestores... Pero el personal creció de forma brutal. Así que de recortes, nada. ¿Qué tenía que haber aumentado más? Pues sí, igual que ahora. Lo primero que encontré al entrar de gerente en 2005 fue a 21 personas que llevaban contratadas por necesidades del servicio diez años. Pues conseguimos hacerlas estructurales. Y más cosas.

“Los tránsfugas me repugnan; al igual que la doble afiliación política y sindical”

–Juan María Lorenzo, ahora de CSI.F, identificó a UGT en rueda de prensa con el “nuevo sindicalismo vertical” de cuya selección depende que “entre yo, mi esposa, primo, sobrino o nuera”.
–Me suena más a lo que está haciendo USO actualmente. Es la herencia que ha dejado este señor que, además, es un tránsfuga. A mí no me gustan los tránsfugas, no me gustan, me repugnan. Igual que las personas que tienen doble afiliación tanto política como sindical. Me asquean esas personas. A este señor, a Lorenzo, yo no le respondo pero lo único que le digo es que a mí los tránsfugas me asquean. Él sabrá por qué.
–Se puede dar la situación de que haya personas que son afiliados al PSOE y a UGT.
–No tiene nada que ver. Una cosa es la afiliación sindical y otra política. Son dos conceptos diferentes. Es cierto que eso en un momento determinado se alejó, que espero que vuelve otra vez, por eso la reunión con el PSOE ayer –por el martes– me gustó tanto. Los Estatutos del PSOE dicen que su sindicato de trabajadores es UGT. Por eso yo soy afiliado a UGT y PSOE. No tiene nada que ver la ideología política de la sindical. Vamos muy de la mano, pero son dos conceptos diferentes. Uno no chirría con el otro.
Sobre el transfuguismo y la doble afiliación yo me refiero, por ejemplo, a pertenecer a CCOO y CSI.F. Dos sindicatos bien diferentes, aunque a lo mejor se acuestan juntos en un momento dado, pero hay personas así. Quien me lea mañana se va identificar –por hoy–.
Eso es una indignidad. Una cosa es la afiliación política y otra es la sindical. Otra situación que chirría mucho es aquel afiliado al Partido Popular (PP) y CCOO. ¡Qué mezcla más rara!, pueden decir. Pues hay muchos. En UGT, en cambio, la mayoría no están en ningún partido político o son de izquierdas. Parece algo más natural.