El periodismo ciudadano ha crecido con la popularización de los teléfonos inteligentes, un herramienta más con la que informar en tiempo real o captar imágenes cuando ningún medio de comunicación está presente en el momento que ocurre el hecho noticiable. Sin embargo, resulta imprescindible contrastar.
Una furgoneta de la empresa Athisa, concesionaria del servicio de recogida de residuos orgánicos como en la Pascua del Sacrificio, descargó ayer alrededor de tres bolsas para los despojos del cordero en los contenedores convencionales, enfrente del colegio ‘Reina Sofía’, según los testigos. Sospecharon de su depósito a una semana de la Fiesta Grande de los musulmanes y fuera de su planta para este fin. Sobre ellas, arrojaron hojas y otras bolsas, como para ocultar pruebas por algún motivo subrepticio.
Sobre ella arrojaron hojas y otras bolsas para evitar que nadie realice un aviso en falso
Nada más lejos de la realidad. La actuación de los operarios de Athisa fue rutinaria dentro del servicio que desarrollan después de la Pascua. Como informó la mercantil tras consultar a sus trabajadores, hallaron una bolsa roja en la subida al Príncipe. Cuando se detuvieron, esperaban que hubiese en el interior restos de cordero en un avanzado estado de descomposición, sin embargo, lo que contenía era carbón.
La coordinación de Athisa con Trace en estos casos es fundamental, con el conocimiento de la Consejería de Medio Ambiente, para que, en caso de que no sea orgánicos, ese residuo se arroje en los contenedores convencionales. En un periodo en el que reciben tantos llamadas para la recogida de esas bolsas rojas, los trabajadores optan por cubrirlas con hojas para que nadie realice un aviso en falso ya que no dan abasto. En la jornada de la Pascua y en fechas posteriores, recopilaron hasta 17.000 unidades de estas bolsas y son conscientes de que la población aún usa el excedente para otros menesteres domésticos.