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El cierre del paso se ha tenido en cuenta en el debate
La viabilidad y gestión que se lleva a cabo en el Tarajal ha protagonizado una de las interpelaciones de la sesión plenaria de esta mañana. El debate generado tampoco ha servido para alcanzar una solución al respecto, más allá de trasladar al foro político el desastre mayúsculo que arrastra la zona.
Mohamed Alí, que ha calificado el lugar de “ratonera donde muere gente”, lo ha tildado de “desastre mayúsculo” acusando al tándem que permite esto: el de Ciudad y Delegación, de estar “superados”, con “falta de reacción” y “sumisos a los planteamientos de Marruecos”. “La vida debe estar por encima de todo”, ha advertido Mohamed Alí, quien además ha lamentado que se esté mirando “a otro lado” dejando que “muera la gente”.
El popular Jacob Hachuel se ha molestado con esta acusación, conviniendo con Caballas en que “algo se debe hacer” y llegando a calificar el porteo de “tóxico” para “la ciudad, porque solo produce perjuicios y no ofrece ningún beneficio”. “Si se pudiera eliminar se haría, pero de momento no se puede y solo nos queda ordenarlo”.
Hachuel ha reconocido que se ha tenido que “ir improvisando” ante el efecto llamada por la apertura del Tarajal II, negando que sea falso que las administraciones estén con los brazos cruzados.
Alí le ha reprochado que algo deben hacer porque “es falso que no puedan”, “no pueden decir que no va a morir más gente, no pueden dejar la vida de la gente” en el aire. “Si es tóxico, no lo queremos, ciérrenlo, cosas tóxicas no pueden estar financiadas con dinero público”. A esto Hachuel le ha replicado que no se puede eliminar del tirón.