Hachís entre melones

Los controles que la Guardia Civil lleva a cabo en el puerto para evitar el trasvase de la droga a la península topan con el ingenio de algunos que buscan la fórmula, más o menos pícara, de engañar a los agentes. Algunos lo consiguen. Otros no.

En este segundo grupo se incluye la pareja formada por S.J. y F.E.B., con más de 60 años a sus espaldas, residentes en los Países Bajos, quienes habían cargado su furgoneta de melones y cebollas. Bueno, y también de hachís. Hasta 268 kilos de esta droga cuyo olor pretendían alterar con el desprendido por los productos agrícolas.
El perro del Servicio Cinológico marcó que algo había. Y efectivamente así era, ya que los agentes de la Fiscal encargados del control de vehículos en el tráfico OPE dieron con una hilera de bloques de esta sustancia que se encontraban en la carga de la furgoneta ocupada por los sexagenarios.
El precio de las cebollas y los melones no se sabe, pero sí el de los 268 kilos de hachís, que han sido valorados en 417.000 euros. El intento de pase abortado por el Instituto Armado quiso efectuarse de madrugada, periodo en el que precisamente se había registrado un repunte importante de embarques lo que llevó a retrasos, en horas, de las salidas de los ferry.
Aunque más pícaros quisieron ser estos detenidos, la madrugada dio para otro decomiso más. Esta vez de casi 49 kilos de hachís que estaban escondidos en el interior de las paredes de las puertas tanto delanteras como traseras de un coche, matrícula belga. Sus cuatro ocupantes han sido detenidos por la Guardia Civil, acusados, como la anterior pareja, de un delito contra la salud pública del que tendrán que responder en sede judicial. Todos, de la misma familia y naturales de Marruecos aunque residentes en Bélgica, viajaban de regreso a su país de residencia con 76.000 euros en hachís.
M.M. de 52 años; F.M., de 44 y los jóvenes de 20 y 22 años, J.M. e I.M., hijos de la pareja, deberán responder de los hechos, aunque será uno de los miembros el que se responsabilizará de la comisión del delito.
El día a día en el puerto deja intervenciones de este tipo, en las que algunas familias que regresan a sus lugares de residencia terminan cayendo en las redes del delito, pretendiendo su embarque ocultando entre la carga hachís o incluso trasladando a indocumentados.
Integran la parte oscura de la OPE, ese cúmulo de historias que afean el desarrollo de la Operación, que no se incluye en las estadísticas de embarque, que viene en definitiva a dibujar una errónea forma de ganarse la vida aprovechando el cruce de fronteras pero que en demasiadas ocasiones termina con sus autores entre rejas.

En resumen

Más de 300 kilos en horas

Los decomisos de hachís llevados a cabo durante la pasada madrugada dejaron como saldo la aprehensión de más de 300 kilos de hachís valorados en 500.000 euros. En ambos servicios se trata de cargas importantes, aunque destaca la pretendida por la pareja con residencia en los Países Bajos. A los controles que intentan llevarse a cabo en la frontera del Tarajal se añade el de Ceuta y el que posteriormente se hace en Algeciras. La ruta de entrada de hachís en Europa sigue activa.      

En detalle

Intentos de entrada
La otra cara de la OPE, en la Operación Minerva. Casi 900.000 personas han cruzado ya Ceuta, Algeciras y Tarifa para volver a Europa en la fase retorno de la Operación Paso del Estrecho (OPE), vigilada por un despliegue policial que, de momento, ha evitado 125 entradas irregulares de inmigrantes, 15 casos de tráfico de drogas y uno de armas. Desde finales de julio alrededor de cien agentes de 13 países refuerzan el dispositivo habitual del verano en esos tres puntos para luchar contra la inmigración irregular y la criminalidad transfronteriza, en un momento en el que cientos de miles de magrebíes residentes en Europa regresan a sus casas tras pasar las vacaciones en sus países de origen. Es la operación Minerva, que cuenta en este su décimo año de vida con el apoyo de agentes de Bélgica, Suiza, Dinamarca, Estonia, Francia, Italia, Lituania, Holanda, Noruega, Polonia, Portugal y Rumanía. Un agente de Moldavia ha sido también invitado. El operativo terminará en las próximas semanas en los puertos afectados.

Fotos: G.Civil