“Hace 30 años no hubiéramos ni soñado con esta educación”

La exministra ofrece hoy una ponencia en las XIV Jornadas de Historia del IEC

Está grabado a fuego en su ADN. La politóloga e historiadora Mercedes Cabrera Calvo Soltelo (Madrid, 1951) llevaba en la sangre la dirección de un gabinete. Y lo logró. Cabrera fue ministra de Educación entre 2006 y 2009, periodo en el que puedo comprobar de primera mano el estado de la enseñanza en nuestro país. De ahí que sea crítica con los que se muestran“hipercríticos” con el sistema. Hoy llega a Ceuta como invitada a las Jornadas de Historia organizadas por el IEC, en cuyo foro disertará sobre la figura de Juan March, un empresarioúnico en la historia de España.
–Trataré de explicar la importancia que tuvo para Juan March el monopolio del tabaco en Ceuta y Melilla, negocio que mantuvo en régimen legal y de contrabando desde el principio del siglo XX hasta los años 30.

–Juan March fue negociante al estilo de los magnates de la prensa de masas norteamericano de la época: Hearst, Pullitzer...
–Aunque compró periódicos en Mallorca y en Madrid, March no fue un editor de prensa al uso. Digamos que eso era para él un asunto instrumental. Utilizaba la prensa fundamentalmente para defender sus intereses. Sobre todo fue un hombre de negocios que sabía manejar el dinero.

–Al analizar sus nichos de negocio diríase que March fue un empresario muy actual.
–No fue en absoluto un hombre tradicional de negocios. No le interesó ser un propietario de tierras. Tenía una visión amplia, un atisbo de lo que podrían ser los negocios del futuro. Fudamentalmente el transporte –fundador de la compañía Transmediterránea–, el petróleo o las industrias eléctricas. Eran unos sectores de negocio mucho más del siglo XX que del XIX.

–Además participó en varios hitos capitales de la historia de España.
–Al Gobierno de Primo de Rivera lo ayudó de forma indirecta. Como dueño de la naviera, puede afirmarse que colaboró con el desembarco de Alhucemas que tenía como objetivo pacificar el Protectorado español de Marruecos.

–También se dice que colaboró con el golpe de 1936.
–Bueno, eso está bien documentado desde hace tiempo. Juan March financió el viaje de Franco de Canarias a Marruecos a bordo del ‘Dragon Rapide’. Ese viaje en avioneta fue clave para que se produjera la sublevación del 18 de julio.

–Fue un hombre importante en la época. Frances Cambó, ministro de Finanzas en el Gobierno de Antonio Maura, lo denominó “el último pirata del Mediterráneo”. Los políticos no son hoy tan raciales.  
–(Risas.) No, no. Evidentemente, todo cambia. Las costumbres cambian, la manera de actuar en política y en los negocios cambian y, efectivamente, hoy nos sorprendería escuchar este tipo de cosas. Bueno, oímos otras. Creo que podemos encontrar ejemplos de esas calificaciones expresivas entre políticos y hombres de negocio, lo que pasa es que se nos olvidan, porque la memoria es muy corta.

–Usted fue ministra de Educación y sabrá del particular. Me gustaría preguntarse del fracaso escolar en Ceuta. Hay quienes sostienen que influye que muchos alumnos desconocen el castellano.
–Esos asuntos suelen usarse con fines más políticos que educativos. La escolarización en un lengua creo que debe tener importancia, pero las razones del fracaso escolar son necesariamente otras y no ésa. Está el ejemplo de otros países, donde la escolarización en una lengua u otra no influye para nada. Yo no lo consideraría una causa necesaria de fracaso, salvo que estuviéramos hablando, efectivamente, de niños que usen una lengua que es la que no tienen en la escuela.

–Los pedagogos consideran que ese es el caso de Ceuta.
–En ese caso, los alumnos necesitarían un apoyo especial, una atención prioritaria. Toda la reforma que se ha hecho en Educación en los últimos años tenía como objetivo precisamente atender a la diversidad y a las necesidades especiales en educación.

–Hay expertos de educación en Ceuta que reclaman el uso del dariya como lengua vehicular en las escuelas.
–Son medidas que habría que tomar en consideración y analizarlas. Lo que no debería producirse es un conflicto. También habría que pensar en el futuro de esos niños y en qué lenguas deberían estar perfectamente alfabetizados. Estamos hablando de niños que serán jóvenes y que deberán moverse en un mundo cada vez más global y exigente, en el que el conocimiento de las lenguas es cada vez más importante. Desde luego, yo soy partidaria del plurilingüismo dentro de un orden. Esa es una de las habilidades que debemos potenciar.

–Una corriente de opinadores considera de fracaso el sistema educativo español tras analizar los resultados de los informes PISA. ¿Coindice usted en el diagnóstico?
–Para nada. España se encuentra en una posición intermedia junto a países como Francia o Estados Unidos. Ese espacio intermedio ni siquiera los soñábamos hace 30 años. Lo logrado por el sistema educativo español en las últimas décadas es impresionante, teniendo en cuenta además que la población es cada vez más heterogénea, más compleja, está escolarizada toda la población y hay que atender a alumnos de muy distinto tipo. Eso no quiere decir que no deba seguir mejorando. Las visiones pesimistas e hipercríticas con el sistema educativo no ayudan en nada.

–Permítame el siguiente escenario: una crisis galopante, millones de parados, necesidad de recorte... ¿también en educación?
–Nunca. Tajante. La educación es el futuro del país. No solo no se deben hacer recortes sino que deberíamos ser especialmente cuidadosos con la enseñanza pública, un pilar básico que nos ha costado mucho conseguir.