Noticias

Habla la mujer que recuperó a sus hijas en Ceuta en plena crisis migratoria

Entre la marea humana que desbordó el espigón marítimo fronterizo del Tarajal en Ceuta del lunes al miércoles de la semana pasada había dos gotas españolas, Rahma y Karima [nombres ficticios], de 13 y 14 años. La habilidad y la pericia de la Policía Nacional en medio de semejante marabunta permitió identificarlas y ponerse en contacto con su madre en Cataluña. Marta de los Ángeles acababa “de salir de la ducha” cuando recibió la llamada de los agentes de la Jefatura Superior de Ceuta. “La familia me había enviado un mensaje, pero todavía no lo había visto porque no teníamos conexión a Internet en la casa”, relató este lunes en conversación telefónica con El Faro desde la otra punta de España, donde ya prepara una nueva vida con dos de sus cuatro hijos, las que había perdido cuando hace más de diez años salió huyendo también del país vecino. El último capítulo de la “odisea” que ha sido su vida se escribió durante la semana pasada. Con un acento maño (es nacida en Zaragoza) que se impone sobre la impronta catalana y marroquí del tiempo que ha pasado en ambos territorios, la progenitora de las niñas reconoce que todo lo vivido en estos siete días ha sido “muy fuerte”. “Las niñas cruzaron el Tarajal a las nueve de la noche por mar porque vieron que el momento en el que pasaba todo el mundo era la única manera de llegar a su madre. Su padre [que falleció en 2018] no quería arreglar los papeles, a mí tampoco me lo ponía fácil…”, repasa. Afortunadamente, la madre todavía conservaba tanto los DNI que había hecho a sus hijas cuando eran bebés como el Libro de Familia. “La Policía me dijo: si es usted su madre, traiga todos los papeles para hacer las comprobaciones y si son sus hijas, las verá”, rememora su última conversación antes de echarse a la carretera. “Fue una paliza cruzar toda España con un amigo en once horas en coche, llegar al barco y embarcar a las 6.00 horas porque no llegamos para el de las 23.00 del día anterior”, recuerda sobre la epopeya, con paradas cada dos por tres para llamar a la Policía porque “temía que aunque fuesen españolas pudiesen ser devueltas a Marruecos”. “Toda Ceuta se entregó a nosotras: esa gente es acogedora y maravillosa” “A las 8.00 de la mañana llegué a la Jefatura y allí me explicaron que no sabían exactamente dónde estaban ni quiénes eran mis hijas y me acompañaron al Tarajal para empezar a buscarlas... Ahí se te cae el alma cuando entras: en el primer recinto, donde están repartidos por edades como se puede, grité el nombre de mis niñas y no aparecían... Se te cae el alma, pero en la segunda nave seguimos gritando y de repente una chilló ‘¡mami!”. Lo que siguió fue un reencuentro “muy emotivo”. “Los agentes nos dejaron solas para digerir el momento, las niñas dijeron que querían estar conmigo y no fue necesario someterlas a diez días de confinamiento... Nos renovaron los DNI para poder cruzar el Estrecho y ahora ya estamos en casa, gracias a dios, tras una odisea muy grande”, se felicita con alegría serena. Aunque De los Ángeles solía bajar cada año a Castillejos a ver a sus hijas, la pandemia obligó a aplazar el viaje del año pasado. “Ellas entraron en Marruecos cuando la pequeña tenía tres meses y la mayor un año, cuando acababa de empezar a andar... El padre nos trasladó a Castillejos y allí sufrimos lo indecible. Cuando vi la oportunidad intenté escaparme porque empezó a pegarme y me tenía encerrada en una casa en la que me tenían que dar de comer los vecinos a escondidas cuando estaba embarazada. Un día en 2009 que se quedó la puerta abierta me escapé embarazada de mi hijo pequeño, pero él me quitó a dos de una brazada”, rememora. Ahora, desde la tranquilidad de la distancia, valora el trato de la Policía de Ceuta, que “ha sido lo mejor de mi vida”. “Toda Ceuta se entregó a nosotras: un señor en una tienda a la que entré para cambiarles la ropa me regaló más prendas de las que yo había comprado… Esa gente, aparte de acogedora, es maravillosa”, se refiere a los caballas. En Cataluña, donde cobra una pensión no contributiva por discapacidad y cuida de su madre en casa desde que empezó la pandemia, se confiesa “feliz” y “dispuesta a caminar y a cuidar a mis hijas, que hasta ahora no han visto otra cosa que Marruecos, a pulirlas y ayudarlas. Entienden español, la pequeña siempre ha sacado sobresalientes desde que entró en el colegio, y ahora nos toca luchar y luchar”.

Entradas recientes

Condenado a 10 años de cárcel por agresión sexual a sus dos nietas

El tribunal de la Sección VI de la Audiencia Provincial de Cádiz en Ceuta ha…

05/07/2024

Los pacientes oncológicos hablan: inseguridad y desesperación

El cáncer es una enfermedad que afecta a miles de personas y es muy importante…

05/07/2024

“Hay 4 orcas por lo menos, son gigantes, estoy acojonado”

La travesía del velero Kelba, con base en Ceuta, se vio sorprendida en la tarde…

05/07/2024

Corales negros, la nueva joya del mar ceutí

El mar que abraza Ceuta está aún por descubrir. Existen en él tesoros a nivel…

05/07/2024

Condenado por disparar contra un coche en el Príncipe

La magistrada titular del Juzgado de lo Penal número 1 de Ceuta ha condenado al…

05/07/2024

A prisión por tráfico de hachís: intentaron burlar los controles

Dos varones pasarán los próximos años entre rejas. Ambos tienen en común haber incurrido en…

05/07/2024