“Ha habido quienes tuvieron más suerte que yo en el fútbol”

Jugaba en Primera División en los años 50. Debutó frente al Real Madrid en 1951 con el Atlético de Tetuán; los blancos ganaron 4-2.

El medio siglo largo de su vida que ha dedicado al mundo del fútbol permite a Jaco Zafrani hablar con autoridad. En la década de los 50 ya jugaba en Primera División. Antes, durante varios años, había recorrido los campos de fútbol de categorías inferiores. En su etapa en el banquillo del Ceuta, estuvo a punto de ascender al equipo a Segunda División. En esa categoría entrenó al Algeciras. Hace muy poco, hemos podido verlo en uno de los Ceutas de las últimas temporadas. Jaco Zafrani es un veterano del fútbol que no renuncia a volver a estar al frente de un banquillo.

–¿Dónde nació usted?
–En Larache, en el Protectorado Español. Mi familia era española, desde que España es España.
–¿Cuáles fueron sus primeros pasos en el fútbol? ¿Dónde Fueron?
–A los 16 años ya jugaba en la tercera división, en el Larache CF, en la Liga española. Luego fiché en Tánger, en otro equipo de tercera, el Mogreb de Tánger. Más tarde cuando el Atlético de Tetuán subió a primera división, nos llevaron a ‘Chicha’ y a mí a este equipo. Ahí debuté en Primera, fue contra el Real Madrid, el 12 de septiembre de 1951, y ganó el R. Madrid por 4-2.
–¿En qué otros equipos jugó?
–En Primera División, en la UD Las Palmas, por los años 54-55-56, tres temporadas. Entonces Las Palmas tenía la famosa defensa que formábamos: Jaco-Beltrán-Marcial.
Más tarde, también en primera división, jugué en el Granada, y tras el Granada estuve en el Rayo Vallecano de Segunda División, que entonces era filial del Atlético de Madrid. Posteriormente, durante una temporada estuve en el Ferrol, en Segunda División.
–¿Cuál fue su mejor etapa?
–Como jugador, el tiempo que estuve en Las Palmas. Ahí me sentía muy  a gusto. Fueron unas temporadas extraordinarias.
–¿Qué tipo de jugador era Jaco?
–Era muy potente, trabajador y daba la cara siempre, con lo que eso hacía que fuera titular en los equipos en los que milité. Yo no tenía miedo a nada, ni a nadie, en el terreno de juego.
–¿Era duro? ¿Qué puesto era, realmente, el suyo?
–Mi puesto inicialmente era extremo derecho y al cambiar las tácticas, con tres defensas, dos volantes y cinco delanteros, me pasaron a medio volante y luego a lateral derecho.
–¿Como entrenador, ¿dónde empezó? ¿Qué equipos entrenó? ¿Cuál fue su mejor etapa como técnico?
–Hice los cursillos en Madrid, primero de regional y luego de categoría nacional. Tuve como profesores a Pepe Villalonga, a Kubala y a Santamaría. Entrené al Carabanchel en la Tercera División, al Tomelloso, también en Tercera. Luego me vine a Andalucía y entrené  a la Balona. Ahí hice un buen papel, al haber conformado un buen equipo, el famoso ‘Comando Jaco’. Tras entrenar al equipo de La Línea de la Concepción estuve entrenando al San Fernando, al Ceuta, en tres o cuatro ocasiones, al Algeciras en Segunda División, al Jaén, también en Segunda, al Cacereño.
En los años de entrenador de equipos de Tercera División conseguí llevar a cuatro jugadores a equipos de Primera División, que incluso llegaron a ser internacionales. De la Balona logré pasar al Sporting de Gijón, de Primera División, a Manolo, éste fue internacional varias veces. Desde el San Fernando logré que pasaran a Primera División Yiyi y Montero, éste también fue internacional. Del Cacereño pasó al Atlético de Madrid Manolo, un gran jugador y, por último también logré subir de la Balona y el Algeciras a Aldana que fue al Madrid.
–¿Le perjudicó deportivamente el haberse quedado en Ceuta? ¿De no haberse quedado aquí, podría haber aspirado a algo más como técnico?
–Creo que sí, tenía que haber salido más, porque en Madrid tenía un buen nombre, pero aquí me encontraba bien, me quedé y nada más. Me olvidaba de que también entrené una temporada en Israel.
–¿Cómo eran sus entrenamientos? ¿Cuál fue el entrenador que le sirvió de modelo?
–Lo mío era trabajar, trabajar y entregarse constantemente, yo buscaba la fuerza y la velocidad y para eso me preparaba unos petos con peso, para que los jugadores adquirieran más fuerza. Creo que estos entrenamientos tan fuertes los hacen ahora los grandes equipos.
En cuanto a entrenadores que me sirvieran de modelo había varios, pero especialmente José Villalonga, Kubala, Santamaría y Miguel Muñoz. Me sirvió mucho el haberles visto trabajar, y así, en el curso nacional saqué la máxima puntuación y eso salió luego en Marca, que había sacado el número 1 del curso de 1970.
–¿Fichajes o cantera?
–Yo prefería la cantera y así era yo el que los iba formando. Los tenía en el campo casi todo el día, porque ésa es la forma de sacar buenos jugadores.
Por lo que respecta a fichajes, si llegaban, no los despreciaba. Hubo alguno que ya de vuelta, en el Ceuta, hizo buenas temporadas, así Valenzuela, Conejo, Juanma, Aramburu o Cervantes.
–Balona-Ceuta-Algeciras ¿Dónde rindió más como técnico?
–En la Balona. Era un poco el equipo modelo de aquella época, lo subí a Segunda B, frente al Eibar y al Sabiñánigo. De los tres subía uno y subimos nosotros. Con el Ceuta también se hicieron buenas temporadas, especialmente la vez primera, cuando subimos a Segunda B.
–¿Sigue los métodos de hoy?
–Los sigo. Voy a los entrenamientos y veo mucho fútbol. Se trabaja poco más o menos que antes, claro que hoy hay más medios económicos y el futbolista se alimenta mejor.
–¿En qué se ha mejorado y en que no se ha progresado?
–No se ha progresado técnicamente, el futbolista de antes era, posiblemente, más técnico, controlaba mucho el balón. Hoy han cambiado algunas cosas, hay mejor material, pero sigue siendo fútbol a pesar de esos muchos medios que hay hoy y que antes no había  y a pesar de que los campos hoy están mejor acondicionados.
–Recomendaciones para los futbolistas que empiezan y quieren llegar a algo.
–Lo primero, que se cuiden, que sepan alimentarse bien y que su almohada sea el balón desde por la mañana hasta por la tarde. Eso si es que quieren llegar a algo. Para llegar a ser un buen futbolista, como  para aspirar a ser algo importante en la vida hacen falta estas tres premisas: Primero, saber lo que se hace. Segundo, quererlo hacer. Y tercero, poder hacerlo. Cuando falla una de estas tres, no se logra nada.
–¿Le ha compensado el fútbol con lo que usted ha hecho en este deporte?
–No me ha compensado en relación con el trabajo y la entrega que he puesto, durante toda mi vida y lo que seguiré poniendo. Sin lugar a dudas, ha habido personas que tuvieron más suerte.
–Un jugador de su época que destacara sobre los demás.
–Sobre todos, Di Stefano. También eran buenos Ben Barek y ‘Chicha’.
–¿Se llevó bien con los árbitros?
–Sí y no, porque yo era muy violento en las entradas y en alguna ocasión me echaron. Entonces no había tarjetas y podías ir a la calle antes. Luego, como entrenador, no he tenido problemas con ningún árbitro.
–¿Villalonga o Luis Aragonés?
–Luis Aragonés. Fue muy amigo mío. Era un gran entrenador, serio, trabajador  y conocedor de lo que llevaba entre manos.
–¿Kubala, Puskas o Di Stefano?
–Sin lugar a dudas, Di Stefano; Puskas también fue muy bueno y Kubala era otro fuera de serie. Además de éstos, a mí me gustó mucho siempre Garrincha, aunque a éste se le vio menos porque no jugó en España.
De Puskas te puedo contar una anécdota que explica el cariño que tenía por el Madrid cuando ya no era jugador merengue. Él entrenaba al Panatinaikos griego. Cuando yo estaba en Israel entrenando al Makabi Hiafo, fui a recibirlo al aeropuerto y traía muchas cajas. Se le habían olvidado las llaves y hubo que abrirlas como se pudo. Resultó que lo que llevaba en esas cajas era todo ello regalos del Madrid: llaveros, camisetas, postales... Durante casi una semana, estuvimos con él repartiéndolas por los colegios. Date cuenta que era material del Madrid y eso que él era el técnico del Panatinaikos.
–¿El mejor técnico de hoy?
–Hay varios buenos y con buenos equipos; el problema de hoy es que con sólo dos o tres equipos lo aglutinan todo y los demás, incluso siendo buenos, pasan casi desapercibidos.
–¿Y el mejor futbolista de hoy?
–Me va mucho Messi y, naturalmente, Cristiano Ronaldo. Además hay otros muchos que son muy buenos y desde luego con muy buenos jugadores los técnicos son buenos.