En Ceuta hubo mucha gente que hizo piña en torno a Guizlan. Una joven de 25 años, natural de Marruecos, que luchaba con todas sus fuerzas contra un grave tumor que le estaba deformando el rostro y comiendo su vida. La oenegé Enfermos Sin Fronteras, siempre defensora de las causas humanitarias que parecen imposibles, estuvo a su lado.
Este jueves después de tanto luchar contra ese sarcoma facial Guizlan Bekkour ya no pudo pelear más. “Se fue, Allah y rehma (descansa en paz). El viernes fue enterrada, ha dejado huella en nuestros corazones y nunca la olvidaremos”, ha expresado la entidad, que ha querido dar las gracias a todos los que han colaborado en la lucha, desde la clínica HC Ceuta y HC Marbella hasta la asociación del cáncer de Algeciras que estuvieron un año y medio ayudándola y dándole cariño.
En mayo de 2018, Enfermos Sin Fronteras presentaba públicamente a través de FAROTV este caso, con el fin de obtener ayuda. Guizlan sufría desde hacía dos años un grave tumor y solo una operación en la Península podía ayudarla. La rabdomioscarcoma ocular de la que fue diagnosticada hace dos años le estaba arrancando poco a poco la vida.
La asociación Enfermos Sin Fronteras consiguió que fuera operada en Rabat, donde le extirparon un ojo y parte de la boca, siendo necesario colocarle una prótesis para que pudiera comer. Pero el tumor, muy agresivo, volvió y se le tuvo que ingresar en el Hospital Universitario en donde le dieron algunas atenciones pero le avisaron de la carencia de especialistas para tratarla.
Enfermos Sin Fronteras llevó a cabo una lucha contrarreloj para que Ghizlan pudiera ser tratada en la Península y así comenzó una carrera por ir ganándole la batalla al sarcoma. La vida de esta joven se apagó pero pudo contar durante este tiempo con mucha gente que la quiso y que luchó a su lado.
انا لله وانا الیه رجعون
Alah y rehma(descanse en paz)dios te dara una cara nueva en jenna(paraiso)