A. K., de nacionalidad guineana y residente del CETI de Ceuta, se enfrenta a una petición de un año y nueve meses de prisión y una indemnización de 30 euros a un policía nacional por dos delitos de atentado que tuvieron lugar el 27 y 29 de agosto.
El acusado, que recientemente fue detenido por haber provocado un fuego en las inmediaciones del CETI, dijo no recordar ninguno de los hechos por los que se le juzgaba. El primero se produjo el lunes 27 de agosto en la estación marítima. Allí, según el testimonio de los testigos, mostró una actitud agresiva propinando una patada a un menor y a las maletas de las personas que esperaban para embarcar en el ferry.
Personados los efectivos policiales, A.K. no cesó en su actitud de agresividad, forcejeando y resistiéndose a su detención. Según las declaraciones de los agentes en la vista oral, llegó a propinar una bofetada a uno de los policías que intentaba detenerlo e incluso hizo ademán de apropiarse de su arma reglamentaria.
Tras lograr reducirlo trasladaron al joven hasta el CETI, donde fueron informados de que seguía un tratamiento psiquiátrico y que había solicitado su abandono voluntario del centro.
El segundo de los hechos por el que se le ha juzgado se produjo dos días después, el miércoles 29 de agosto, en el BBVA situado en la Avenida de España. El acusado alteró el orden público y golpeó varios de los cajeros. Incluso se introdujo en la zona de las cajas de ingreso con la presunta intención de sustraer dinero.
Varios agentes de la Policía Nacional se personaron en el lugar e intentaron hacerlo desistir de su actitud, algo a lo que se negó en reiteradas ocasiones. Ante la propia Policía, A.K. intentó sustraer una cantidad de dinero que una clienta acababa de sacar del cajero automático.
Durante los hechos, el joven volvió a forcejear y a empujar a los agentes para impedir su detención.
El juicio, que se ha celebrado en el Juzgado de lo Penal número 1, ha quedado visto para sentencia.
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