Guillermo Molina, "orgulloso" del logro de Lorena Miranda

El capitán de la selección española de waterpolo, el ceutí Guillermo Molina, habló para 'El Faro' poco antes de que disputase un nuevo partido en los Juegos Olímpicos, con victoria final ante Estados Unidos por 7-8.
Este embajador internacional del deporte caballa se ha quedado, de nuevo, a las puertas de su gran reto, la medalla olímpica, que se le ha escapado en su participación en tres ediciones contando con la de Londres (estuvo en Atenas'2004 y Pekín'2008) tras caer en cuartos ante Montenegro.
–A la tercera no fue la vencida...
–Fatal. Me tengo que resignar y esperar a la próxima. Tenía pensado dejar la selección este año y marcharme con medalla en los Juegos. Pero con este final me he vuelto a replantear todo porque no me quiero marchar con este mal sabor de boca.
–Mucha igualdad entre los diferentes equipos, podría pasar cualquier cosa.
–Sí, bastante parejo el nivel, además de muy alto. Con Montenegro perdimos de poco, de dos. Sólo nos queda seguir trabajando, sin mirar a nadie y hacia delante.
–¿Cuál es el sentir de la selección española de waterpolo?
–Una gran decepción. Son ya tres años sin jugar por las medallas. Es duro para un equipo, sobre todo en Londres, porque pensábamos que podíamos haber estado ahí. Tenemos equipo y capacidad para jugar. Insisto en que hay que pensar en la próxima vez.
–¿Hasta qué punto estaba preparado el equipo para subirse al podium?
–El equipo estaba preparado para conseguir algo importante. Hemos hecho muchos sacrificios y entrenado como nunca lo habíamos hecho. De momento intentaremos acabar quintos (mañana se enfrentarán a Hungría) y ya tocará hacer análisis.
–¿Cuál ha sido el 'Talón de Aquiles' de la selección?
–Fallamos en los hombres de menos ante Montenegro, que ha sido nuestro punto fuerte, la defensa. Los hombres de más pueden ir mejor o peor. Yo creo que lo hemos hecho bien, pero en el partido clave ante Montenegro no fue lo que mejor hicimos.
–A la conclusión del partido de cuartos, la imagen que eligieron todos los medios de comunicación fue la de sus lágrimas a pie de piscina. ¿Se le pasaba por la cabeza que podía ser su última oportunidad de colgarse la ansiada medalla?
–Mi único consuelo es que hay jugadores de la NBA que no han conseguido nunca un Anillo de campeón. Es una putada, sin duda, pero sigo trabajando para conseguir cosas. Si no llega, pues no llegará. Así es el deporte. Nunca tiene por qué ser justo lo que te pasa. Pero estoy convencido de que volveré a tener otra oportunidad. Yo voy a intentar estar en Brasil. No tenía esa intención, pero se me ha metido en la cabeza colgarme la medalla. Ahora toca relajarse y reflexionar. Cuando pasen las Olimpiadas ya tocará pensar en Río de Janeiro y en la puta medalla, y perdón por la expresión, pero me sale del alma, porque este grupo se lo merece.
–El sentir general, por tanto, es el de frustración.
–Las Olimpiadas, al ser cada cuatro años, hacen que los ciclos sean muy largos. Después de 2008 nos quedamos cabizbajos, muy desilusionados, aunque en el 2009 dimos el 'do de pecho' con el Mundial (plata en Roma). Pero ya son tres años sin optar a un título, y esto los equipos lo notan. Estar siempre cerca pero no terminar de alcanzar tu objetivo duele mucho más.
–¿Se puede hablar de equipo en transición?
–Aún no. Es un grupo formado por jugadores entre los 26 y los 30 años fundamentalmente, por lo que creo que queda cuerda para rato. De todos modos ahí está el seleccionador y el presidente de la Federación para que decidan cuál es el rumbo a seguir para este equipo. Si piensan que ha acabado aquí no queda sino resignarse y dar las gracias a España por habernos dejado luchar por nuestro país, intentándolo hasta el final y estar lo más alto posible.
–¿Y a nivel personal, qué sensaciones tiene?
–Mi rendimiento está siendo normalito. Para este torneo, por la disposición del equipo, he tenido que cambiar mi función. He jugado más en labores de defensa, aunque no he estado muy afortunado en ataque, ya que ha sido el campeonato en el que más he lanzado. Pero todo es cíclico, unos torneos salen bien y otros menos.
–Y para terminar y pregunta obligada, ¿cómo ha vivido la medalla de Lorena Miranda?
–Cada noche iba a felicitarla después del partido. Ha sido de las pocas veces que me he sentido tan cerca de un deporte sin estar en el agua. El espíritu que ha derrochado esta selección femenina ha sido muy bonito, y he tenido la suerte de estar en la piscina en cada partido. Y lo de Lorena ha sido increíble, ayer se lo dije, "te lo cambio". Es un orgullo ser testigo directo de la primera medalla para una ceutí en los Juegos Olímpicos. Me tiraba de los pelos.
–Ella a la primera y usted que sigue en el intento...
–Así es el deporte. No hay que darle más vueltas. Si no serían matemáticas. Yo estoy muy contento por ella y por el trabajo que han hecho para conseguirlo, además siendo un producto del Caballa. Ya le he felicitado de todo corazón. Y tienen que seguir para adelante, porque les queda mucho camino, son jóvenes y conseguirán más alegrías para España.
–¿Y tras los Juegos?
–Centrarme en mi futura paternidad porque mi mujer está a punto de dar a luz. La pobre había venido y hecho el esfuerzo para verme jugar la semifinal y al final se va a tener que 'tragar' un partido por el quinto puesto (risas). Pero vamos, ha venido encantada y yo más de tenerla aquí.