Guía secreta de Ceuta y Melilla (III): El milagro del Mixto

Dentro del mundo del misterio, no todo lo que parece lo es. Eso bien lo sabemos los que llevamos tiempo investigando, y caso tras caso, nos encontramos con numerosos fraudes. Además, haciendo buena nuestra picaresca nacional, intentos de enriquecimiento a costa de algo que no sabemos bien cómo explicar. Otras veces, aunque tampoco aparece el misterio, si es cierto que algunas “cosillas misteriosas” (o que a nuestros ojos lo parecen) nos engañan. Por tanto, en nuestro recorrer por las calles de Ceuta, este extremo no iba a ser menos vivido en ellas.

Nos referimos a un caso que se dio a conocer como “El milagro del mixto”. Así se conoce por haberse producido en un popular barrio de la ciudad que oficialmente se denomina “Pedro Lamata”, pero se conoce por el citado sobrenombre.

Al cabo de pocos días hicieron acto de presencia la típica legión de pseudo clarividentes, cayendo en éxtasis casi al mismo tiempo, y gritando mensajes de la Virgen, Jesús… vamos de casi toda la corte celestial en un intento de, como ocurre en estos casos, atraer cuanta mayor “clientela” mejor, y ser cuanto más “vidente” también mejor. Por supuesto, casi todos los mensajes eran de corte apocalíptico y otros, fenomenalmente dirigidos a la persona adecuada, mensajes personales de las citadas entidades, para tratar de ablandar el corazón y, de paso, también la cartera.

Como si de una película de Manuel Summers se tratara, al cabo de los días, apareció uno de los guardias que, frecuentemente, prestaba servicio en esa plaza. Viendo lo que estaba ocurriendo, se dispuso a visitar el lugar de aquella fenomenal aparición. Y con gran tranquilidad, sentenció que la imagen pertenecía a un candidato a las elecciones, un cartel electoral de un señor con barbas que se quedó en aquel lugar y que el tiempo y las inclemencias climatológicas le hicieron tomar un aspecto casi de “divinidad”, además de una casi fusión con la pared que lo portaba.

Aquella supuesta aparición se arregló con una simple manita de pintura. Por desgracia, las personas que fueron estafadas, no tuvieron arreglo. Debemos recordar que, aquella década fue en la que tomaron una gran proliferación en nuestro país las apariciones de la virgen en numerosos lugares de nuestra geografía y, Ceuta, no quería quedarse atrás.

No dejando el tema de las apariciones, tenemos que hacernos eco de un hecho que en pocos lugares de nuestro país no ha ocurrido en algún momento, y qué en este caso, podría ser la “cara” de la moneda. Nos referimos a las apariciones marianas. Y llegando a este punto, debemos hacernos eco de la existente en la ciudad que nos ocupa.

No hemos de echar la vista atrás mucho, sólo al año 1980, en un día de verano. Como caldo de cultivo ideal para hacer correr la noticia como la pólvora por toda la ciudad, el fenómeno que vamos a describir tuvo lugar en un mercado de abastos, el mercado de “Placilla”.

La plácida noche fue rota con los gritos, mitad estupor, mitad pánico, de una chiquilla del lugar que aseguraba que en una pared había aparecido, nada más y nada menos, que la cara de un cristo, la viva imagen de Jesús de Nazaret. Una aparición tan clara que bien podría tratarse de un cuadro, una teleplastia con escalofriante exactitud de detalles.

Pánico una noche de verano 

La plácida noche fue rota con los gritos, mitad estupor, mitad pánico, de una chiquilla del lugar que aseguraba que en una pared había aparecido, nada más y nada menos, que la cara de un cristo, la viva imagen de Jesús de Nazaret

La Virgen de Aranguren

Concretamente, tenemos que irnos hasta el Fuerte de Aranguren, uno de los diez fuertes y fortines con los que cuenta Ceuta, donde frecuentemente tienen lugar reuniones de fieles cristianos para pedir favores a la imagen que allí se encuentra, y que es denominada como la “Virgen de Aranguren”. Para llegar hasta el lugar, debemos viajar por la nacional 362 en dirección a la carretera del Serrallo.

Esta imagen, al parecer, fue construida a raíz de las declaraciones de una vecina de esta cuidad que aseguraba haber sido visitada por la virgen, y esta le pidió que realizaran en este monte oraciones para pedir por las desgracias del mundo todos los sábados. Desde entonces a esta parte, se construyó en el lugar concreto una hornacina y una cruz de metal, fieles señales del sitio donde poder rezar y cumplir así con lo que la aparición solicitó, además de señalar el lugar exacto donde esta misma vidente, asegura que se aparece la virgen a sus fieles seguidores.

Si pretendemos encontrarnos un lugar de gran peregrinación, cómo por ejemplo, la aparición de El Escorial, no es así. Es más bien lo anteriormente descrito, una reunión de fieles en torno a una imagen para realizar una actividad concreta, como es el rezo. Lo que sí es cierto es que hay personas que asisten regularmente a este lugar que aseguran que en alguna ocasión ha podido ver la aparición de la virgen, o algún tipo de señal de la misma durante las oraciones que realizan. No faltan tampoco las personas que reciben ocasionalmente mensajes relacionados con la marcha del mundo, o de alguna preocupación concreta de las personas que allí se dan cita.

Desgraciadamente, el 1 de marzo de 2008 este lugar sufrió un ataque vandálico, en el cual se destrozó parte de la hornacina, y se rompió la cruz de metal que la acompañaba. Los agentes de la policía judicial se personaron en el lugar de los hechos para recabar pistas e información que pudieran hacerles llegar a los autores de este hecho y proceder así a su detención. Lo más curioso del caso, es que estos ocurrieron, precisamente, cuando el enclave estaba sometido a una especial vigilancia, ya que estaba siendo acondicionado para acoger un acto que organizaba la Asociación Unificada de Guardias Civiles junto a la Asociación Virtual de Senderistas de Ceuta.

De momento, hasta la fecha, no hay nuevas noticias relacionadas con la detención de los vándalos, o siquiera con la localización de los mismos. Ni siquiera aclarar las razones. Tampoco hay noticias, y esto es bueno, de que los actos se hayan repetido.

No abandonamos la figura de la Virgen, porque sobre esta, en la representación de la patrona de Ceuta, también tiene una historia que perfectamente podemos enclavarla en este libro que trata sobre misterios.

Antes, debemos conocer a la imagen protagonista del hecho extraño en sí. Como hemos dicho, se trata del conocido como milagro de la Virgen de África, teniéndonos que desplazar para conocer la historia unos siglos atrás en el tiempo.

La talla de Santa María de África fue enviada por el hijo de Don Juan I de Portugal, el infante Don Enrique “El Navegante”, la cual fue objeto ya de culto antes de desembarcar en la ciudad de Ceuta. El pago que pidió fue únicamente que se le hiciera misa todos los sábados, pidiendo antes de esta el rezo de un Padrenuestro y un Ave María. La imagen muestra a la Virgen Madre con el cuerpo de Cristo muerto en sus brazos. Según los estudios más recientes realizados a la imagen, esta puede tener un origen centroeuropeo, y posiblemente, realizada en el periodo de transición del arte románico al gótico (siglo XIV). Tallada en un solo bloque de madera, excepto la cabeza de Cristo y la mano izquierda de la Virgen, huecas en la zona posterior, como era costumbre en las imágenes que serían colocadas en retablos o altares. El hueco, para no ser percibido durante su procesión por la ciudad, está cubierto por una tapa de varias tablas.

Si recordamos un poco la historia de la ciudad de Ceuta del principio de este capítulo, había un objeto de madera que protagonizó un acto en el cual, con el mismo, el primer gobernador portugués de la consiguió el gobierno de esta. Se llama “Aleo”, un bastón de madera con nudos, que sostiene la imagen de la Virgen en su mano izquierda, en señal de gobierno de esta cuidad.

Hubo de esperarse hasta 1946 para que la Virgen fuera coronada canónicamente, y declarada patrona tres años después por Pio XII. Cualquier persona que visite esta maravillosa ciudad, no puede dejar de contemplar esta imagen en su santuario, antes Ermita en 1421, realizada por los Caballeros de la Orden de Nuestro Señor Jesucristo.

La bellísima talla descrita no podía estar en un lugar menos acorde, como es la Plaza de Nuestra Señora de África, donde se erige su santuario. En la misma, podemos admirar el edificio del Ayuntamiento de la ciudad (del cual también hablaremos un poco más adelante), la Catedral de esta ciudad, de hermosa arquitectura, y el famoso hotel La Muralla, parador de turismo, donde podemos alojarnos para, ya descansados, ir recorriendo cada rincón del misterio ceutí descrito en este capítulo, pudiendo volver después de cada jornada a un lugar donde la atención y el cuidado se hacen casi al nivel de nuestro propio hogar. Una pequeña reseña de este parador: durante años acogió el parque de artillería del ejército, pasando a su transformación hotelera entre los años 1964-65.

Dentro de este santuario, reformado en 1745, podemos apreciar esta talla en su retablo, flanqueada pora las imágenes de San Agustín y San Francisco de Sales. Si la visita a esta ciudad la realiza en agosto, y coincide con los primeros días, puede verla procesionar por sus calles en la tarde-noche del 5 de agosto, día en el que se celebra su festividad y donde es acompañada en su trayecto por todos los habitantes de Ceuta.

Pues bien, varios han sido los avatares que la Virgen de África ha evitado a la ciudad que custodia. El más conocido corresponde a lo ocurrido en 1651. En ese año, Ceuta estaba amenazada por una posible epidemia de peste que provendría desde Europa y que, de llegar, diezmaría la población. Las autoridades civiles y religiosas se encomendaron a la imagen, y la hicieron procesionar por todas las calles para que los fieles pudieran rogar y orar ante ella. Luego de este peregrinar, ya de noche, la imagen fue depositada en el suelo mirando hacia los fieles para que los protegiera.

Lo curioso del caso es que, a la mañana siguiente, y sin explicación aparente, la imagen aparecía vuelta hacia Gibraltar. Nadie la había movido. Nadie sabía la razón por la cual se había girado hacia el mar. Entendieron entonces que la misma, de forma milagrosa, se volvió para mirar en la dirección que provendría esta plaga, para detenerla antes de cruzar fronteras ceutíes y proteger así una vez más a todos sus feligreses.

Y como este acontecimiento, se conocen en la ciudad varios hechos y milagros, en los cuales, han intercedido su patrona, la Virgen de África.