De aquí a unos meses comenzará la campaña electoral y ya tenemos la primera en la frente. Ha comenzado la precampaña; la guerra sucia, el echar toda la mierda habida y por haber ha comenzado: bulos, patrañas, mentiras para poner zancadillas. No todo vale La noticia, tal vez esperada como una crónica de una sospecha anunciada, ha sido la detención de Javier Guerrero porlas fuerzas y cuerpos de seguridad de seguridad del Estado. Por orden del juez, procedieron a la detención del exconsejero de Sanidad y líder de Ceuta Avanza, Javier Guerrero. Como procede, se ha decretado el secreto de sumario como mandan los cánones cuando la justicia es independiente. No apunta este artículo sobre el protagonista al que se le imputan una serie de delitos sino a la cortina de humo vertida sobre Juan Gutierrez y el Partido Socialista. La prensa lo señala como instigador y promotor de lo sucedido al señor Guerrero. Las acusaciones de promover, instigar, incitar y facilitar el camino y levantar sospechas para provocar la detención pasa de castaño a oscuro.
La política es un compromiso, ideas para cambiar, para ilusionar, para combatir la desesperanza con el ánimo de no tirar la toalla
Juan es un candidato de izquierdas en una ciudad conservadora, un candidato que tiene mucho que decir, mucho que hacer, mucho que trabajar para cambiar la forma de gobierno. Conocer barrios, salir en los medios de comunicación, enseñar las cartas, caminar por las calles e ilusionar; esa es la realidad, no hay otra, no hay nada que echarle en cara, nada que pueda acusarlo y poner en tela de juicio sus actuaciones gusten más o menos. Juan es un aire nuevo que necesita Ceuta. La política es un compromiso, ideas para cambiar, para ilusionar, para combatir la desesperanza con el ánimo de no tirar la toalla bajo un ambiente que te quiere robar un proyecto. No lo conseguirán. Hoy más que nunca estamos con Juan. Una de las estrategias de manipulación señaladas por Chomski es la siguiente: Apelar a las emociones: la manipulación emocional es una de las artes mas burdas que hay; se busca jugar con la parte sensitiva de los cerebros para no estimular la reflexiva; anular nuestro lado racional hace que nos quedemos con un mensaje global, no con los elementos específicos que esconde.