Opinión

Guerra del general Margallo en Melilla

Las hostilidades de Marruecos contra los españoles en Melilla y Ceuta fueron casi permanentes desde que España poseyera las dos plazas de soberanía en 1497 y 1640, respectivamente, junto con la parte Norte del Protectorado. En el verano de 1893 se inició por España la construcción de un fuerte en el cerro de Sidi Guariach, próximo a una mezquita y a un cementerio musulmán, en el término municipal de Melilla. El 20-07-1893 el bajá del campo y los notables de las cabilas vecinas comunicaron al gobernador, general Margallo, su disgusto por ello, dadas las connotaciones religiosas que aquella edificación podría tener en tanto que el fortín había pertenecido a un santón marroquí muy venerado, solicitándole que se construyera en otro lugar. Su petición no fue atendida. Y aquella cuestión del campo exterior de Melilla provocaría la llamada "Guerra de Margallo", que obligaría a España a movilizar 22.000 hombres.

El general Juan García-Margallo, había nacido en Montánchez (Cáceres), el 12-07-1839, localidad cacereña de la que fueron originarios todos mis antecesores familiares maternos, mi madre, Petra Caballero Higuero y sus padres (mis abuelos), Julián Caballero Pulido e Isabel Higuero Torremocha. Margallo, entonces Gobernador Militar de Melilla, falleció en dicha ciudad durante la guerra de su mismo nombre.

Respecto a Montánchez, hay que destacar que tiene acreditada fama de tener los más exquisitos jamones de pata negra y, también, de los mejores vinos de Extremadura. Y llama la atención el hecho paradójico de que, al general Margallo, tras acreditar su derroche de valor guerrero contra los "moros", en el curso de su lucha contra los mismos le dedicaran una calle en su pueblo, que antes se había llamado calle de los "Moros".

Pues, el 26 de septiembre se comenzó a construir aquel fortín provisional en Melilla, en el cerro de Sidi Guariach; pero los cabileños destruían cada noche lo que las tropas españolas edificaban durante el día. De manera que el general Margallo destacó una guardia de 40 soldados a proteger aquellas obras. El 2 de octubre era día de mercado en la cabila Farhana de Melilla, en cuyo zoco se reunió un gran número de cabileños que se dirigieron a las obras de aquel nuevo fuerte y atacaron a los trabajadores. Margallo acudió en auxilio del destacamento de Sidi Guariach con parte de la guarnición y se estableció en fuerte Camellos mientras la artillería de Melilla bombardeaba a los cabileños.

Ante la presión musulmana ejercida, el destacamento español conseguiría retirarse a fuerte Camellos después de haber dejado doce muertos en el camino, cuyos cadáveres serían devueltos al día siguiente, atrozmente mutilados y quemados, a cambio de la liberación de trece cabileños que se encontraban en la plaza cuando comenzaron los incidentes. El ministro plenipotenciario de España en Tánger, Luis de Potestad, presentó una reclamación al gobierno marroquí exigiendo que sometiera a las cabilas rebeldes y castigara severamente a los responsables del ataque.

El 15 de octubre, arribó a Melilla el crucero Conde de Venadito; el 21, los cabileños dispararon contra el buque de guerra español, tras lo cual el mismo respondió abriendo fuego contra sus trincheras. El día 27, se reanudaron los trabajos de fortificación, esta vez en un lugar alejado de Sidi Guariach, los cabileños se opusieron de nuevo y Melilla fue atacada desde todo el perímetro de su campo exterior, iniciándose una serie de combates en los que la guarnición se vería desbordada por el elevado número de hombres que habían llegado de las cabilas vecinas.

El general Margallo murió en esta operación tras haber recibido un disparo en la cabeza en el fuerte de Cabrerizas Altas de Melilla, en circunstancias nada claras sobre las que luego circularon insistentes rumores y varias versiones respecto a la forma como se habían producido aquellos luctuosos acontecimientos y sobre la presunta autoría y motivos del disparo mortal con el que mataron al general, que como luego no se investigaron los hechos acontecidos, no me parece aconsejable entrar en más especulaciones sobre su autoría española, que presuntamente fue muy destacada y relevante.


Fallecido Margallo, el 29 de octubre, llegaron a Melilla refuerzos y un nuevo gobernador militar tomó posesión de la plaza, el general Macías, que sustituyó a Margallo, actuando con decidida firmeza y contundente determinación; quien, para reprimir la agresión, ordenaría a los cruceros Conde de Venadito, Isla de Luzón, Alfonso XIII e Isla de Cuba bombardear las trincheras de los marroquíes y sus aduares. El 1 de noviembre, los cruceros Isla de Cuba y Conde de Venadito bombardearon la zona norte del campo de Melilla y la costa comprendida entre la ciudad y el cabo Tres Forcas, reduciendo a escombros los aduares de la cabila Beni Sicar.

El 6 de aquel mes, el general Macías envió una carta a los notables de las cabilas limítrofes en la que les recordó el derecho que tenía España de construir el fuerte de Sidi Guariach porque se encontraba en un territorio cuya soberanía le pertenecía, lo cual había sido reconocido en los tratados internacionales.

Poco después, los cabileños respondieron que sus gentes deseaban la paz porque habían tenido ya muchos muertos y heridos, sus poblados estaban destruidos, no podían cultivar sus tierras, empezaban a padecer hambre, escaseaban las municiones y aquella guerra les estaba arruinando, por lo cual estaban dispuestos a permitir que se construyera el fuerte de Sidi Guariach. Además, dos días más tarde intervino el rey marroquí Hassan I, quien manifestó al gobierno español su disgusto por todo lo que había ocurrido hasta entonces y prometió que enviaría un contingente de jinetes para castigar a sus cabileños.

El general Macías envió otra carta, el 6-11-1893, al jefe del campo fronterizo para los cabos de las cabilas, advirtiéndoles de que se abstuvieran de ejercer hostilidades contra España. Como se desatendió su requerimiento, el día 8, la artillería de los fuertes y de la escuadra —formada por el acorazado Pelayo, los cruceros Reina Mercedes, Reina Regente, Alfonso XII, Conde de Venadito e Isla de Cuba y los torpederos Temerario, Destructor y Habana - con 2.175 tripulantes, 17 cañones Hontoria de 32 centímetros, 10 de 24, 12 de 16 y 90 cañones de tiro rápido— bombardearon el campo marroquí, disparando contra los aduares de las cabilas Mazuza y Farhana.

Mientras tanto, los cabileños siguieron construían sus trincheras y continuaban llegando militares y pertrechos a Melilla, donde el gobierno pretendía reunir 20.000 españoles para garantizar el éxito de las operaciones y continuaban los combates. Aquella situación daría un vuelco el 21 de noviembre, cuando el dirigente marroquí Muley Arafa llegó a las proximidades de Melilla, tras lo cual desplegó moros de su rey en los límites de su campo exterior y se reunió con los notables de las cabilas Mazuza, Beni Sicar y Farhana, manifestando a los suyos que la maldición de Alá caería sobre sus cabilas si no deponían su actitud aquella misma jornada, responsabilizándoles con sus vidas.

Entonces, los cabileños suspendieron las hostilidades de inmediato y, dos días más tarde, Muley Arafa se entrevistó con el general Macías, quien sería cesado poco después ⎯al parecer, debido a que uno de los miembros de la guerrilla de presidiarios del capitán Ariza, el guerrillero José Farreny Riera, cortó las orejas a un confidente marroquí que había sido capturado, incidente que tendría entre sus consecuencias que Farreny fue fusilado, la guerrilla de presidiarios disuelta y el general Macías cesado⎯.

Esta vez, se nombró jefe del ejército de operaciones al general Martínez Campos, quien arribó a Melilla el 28 de noviembre tras lo cual se reanudaron las obras del fuerte de Sidi Guariach sin que se produjeran nuevos enfrentamientos. En aquellos momentos, se encontraban en la ciudad treinta y un batallones, seis escuadrones, ocho baterías y once unidades auxiliares, cuyos efectivos sumaban 22.000 hombres, permaneciendo en el campo marroquí el hermano del sultán, Muley Arafa, con quién a finales de diciembre, el general Martínez Campos mantuvo una reunión y los notables de las cabilas durante la cual éstos le manifestaron sus deseos de paz y realizaron manifestaciones de amistad.

No obstante, cuando se les reclamó que abonaran una indemnización por daños perpetrados en aquellos sucesos, Hassan I se resistió a desembolsar cualquier cantidad, y cuando Martínez Campos exigió el pago de cinco millones de duros, apelando para ello a los representantes de las potencias europeas, que le dieron su visto bueno y apoyo, a pesar de que éstos le respondieron unánimemente que se trataba de una cantidad razonable y proporcionada, pero también recomendaron prudencia y moderación al gobierno español para no arruinar la Hacienda marroquí y que cayera el país ne la usura.

Finalmente, Hassan I aceptaría abonar una indemnización de cuatro millones de duros, firmándose al efecto un convenio el 5 de marzo mediante el cual se comprometió a castigar a sus cabileños, mantener un caíd con 400 moros del rey en las inmediaciones de Melilla que velaran por la paz con España, y desplegar contingentes en las proximidades de las demás plazas españolas, aceptando que se realizara la demarcación de la zona neutral de Melilla, que debería ser abandonada por los cabileños.

Pero Hassan I moriría dos meses después de haber firmado aquel acuerdo. En enero de 1895, el nuevo sultán, Abdel Aziz, envió un embajador a Madrid para renegociar la modificación de aquel acuerdo y el 31 de aquel mismo mes, cuando el embajador marroquí, el hadj el Karim Brischa, salió de sus habitaciones del hotel Rusia para presentarse ante la reina de España, un caballero ⎯que posteriormente se descubriría que se trataba de un general de brigada español de la escala de reserva⎯ le propinó una sonora bofetada, tras lo cual Brischa se negaría a presentarse ante Isabel II, si bien al final se dejó persuadir por el general Martínez Campos.

El incidente del hotel Rusia provocó gran revuelo. La reina lamentó lo ocurrido; el Congreso interpeló al gobierno y acordó comunicar oficialmente a Abdel Aziz su disconformidad con aquel suceso. El embajador marroquí pretendió que se anularan todas las concesiones que se habían acordado anteriormente. Por último, el 24-01-1895 se firmaría un convenio adicional al de 5-03-1894, mediante el cual se dispuso que los autores de los sucesos de Melilla serían castigados, el Majzén (gobierno marroquí) aceptó establecer moros del rey frente a las plazas españolas de inmediato y que se abonarían 401.979 duros del primer plazo de la indemnización en el término de 80 días, reduciendo la segunda parte del pago a la mitad. Y así fue como finalizó aquella guerra.

De este modo, el embajador marroquí supo explotar el incidente del hotel Rusia con habilidad y obtuvo un rendimiento extraordinario de la estruendosa bofetada que había recibido, a la que los negociadores concedieron un valor desproporcionado frente a la sangre que el Ejército español había derramado para defender Melilla. De lo que se me ocurre la siguiente paradójica conclusión: que en Marruecos saben sacar rentabilidad para ganar negociando en los despachos lo que antes perdieron a tortazos limpios en el teatro de operaciones bélicas. Ejemplos: Sidi-Ifni, Santa Cruz de Mar Pequeña, Sahara, etc. Y ojo aquí con la futura demografía magrebí cada vez más creciente en Ceuta y Melilla, mientras que la española va siendo cada vez más decreciente.

Como corolario, el 9-03-1895 el hadj el Karim Brischa embarcó en Cádiz con su comitiva en el crucero Reina Regente, que desaparecería hundido en el mar después de haberlos desembarcado en el puerto de Tánger, cuyo hundimiento costó más de 400 vidas y la pérdida de uno de los barcos más modernos de que disponía la Armada española. Tan solo se salvó un perro de aquel naufragio, que regresaría a su hogar dos años después. Tanto ese ejemplo como otros en parecido sentido, dicen mucho de la docilidad y fiel lealtad de los perros hacia sus dueños que los cuidan, por lo que se tienen ganado ser los "mejores amigos del hombre".

Entradas recientes

El hermano del futbolista Akhrif llega a Argelia para las pruebas de ADN

El hermano del jugador de la Unión de Tánger, Abdellatif Akhrif, que sufrió un accidente…

15/08/2024

Intenta cruzar a Ceuta con 44.000 euros escondidos

Las autoridades aduaneras destinadas en el paso fronterizo de Bab Sebta, que una Marruecos con…

15/08/2024

Ceuta, cerca de alcanzar la mayor ocupación de menores marroquíes

Ceuta está cerca de alcanzar el mayor nivel de ocupación de sus centros de menores…

15/08/2024

Una familia pide justicia tras sufrir su hija una agresión en la feria

Justicia. Eso es lo que pide una familia de Ceuta después de que su hija…

15/08/2024

Julieta: una perrita modelo de vacaciones por Ceuta

Paseando por las calles de Ceuta todos miraban a un punto, era porque estaba pasando…

15/08/2024

Los menores que casi mueren en un tráiler: “Peor fueron las horas en el mar”

“Hacía mucho calor ahí dentro”, confiesan. “Pero fueron mucho peores las 7 horas en el…

15/08/2024