Siete varones marroquíes. Cinco horas de viaje. Y una ruta frustrada. Este es el resultado de la intervención llevada a cabo esta madrugada en el ámbito migratorio en pleno Estrecho. La Guardia Civil, a través de los agentes del Servicio Marítimo, localizó una pequeña embarcación semirrígida pero fue la unidad Atria de Salvamento la encargada de su traslado hasta el Muelle de España.
En el puerto unidades del ERIE de Cruz Roja se encargaron de comprobar su estado de salud, entregando ropas y mantas para entrar en calor, sin que ninguno requiriera de traslado al Hospital o de una atención médica concreta. La intervención se llevó pasadas las 6.00 horas.
Los siete marroquíes, con edades comprendidas entre los 18 y los 35 años, ocupaban una neumática panelable cuando fueron localizados por la Benemérita, organizándose el dispositivo de traslado de todos ellos a Ceuta con el apoyo de la unidad Atria, sin complicación alguna.
Al tratarse de ciudadanos marroquíes, se procederá a su expulsión a Marruecos en aplicación de la ley de extranjería, después de su filiación en las dependencias de la Jefatura Superior a donde fueron conducidos. Los inmigrantes confesaron llevar cinco horas de viaje cuando fueron vistos por la Benemérita.
Escapada marroquí
Este servicio se enmarca en los que se están llevando a cabo en los últimos meses, tras la reactivación de la ruta marroquí, protagonizada por ciudadanos del vecino país que intentan escapar de cualquier manera para llegar a la Península. Para ello se surten de embarcaciones semirrígidas, descartándose el empleo de las viejas pateras de pescadores.
La semana pasada se interceptó a un grupo de 14 marroquíes que también iban a ser trasladados a la Península en una semirrígida de mayores dimensiones, siendo interceptados por la Guardia Civil tras una arriesgada persecución protagonizada por el Servicio Marítimo. Es la tónica de los servicios llevados a cabo que vuelven a marcar el verano en la frontera sur de Europa.