Agentes de la
Guardia Civil han rescatado a tres jóvenes marroquíes que han sido arrojados al mar por los pilotos de unas motos de agua que venían huyendo desde
Marruecos a
Ceuta, perseguidos por embarcaciones del país vecino. El suceso se ha producido en torno a las siete de esta tarde cuando los
traficantes de personas han vuelto a hacer de las suyas, accediendo en moto de agua a Marruecos para rápidamente cargar a los inmigrantes con el fin de soltarlos en las costas de Ceuta.
Perseguidos por agentes marroquíes huyeron a la ciudad autónoma en donde también se toparon con el cerco de la Benemérita. Despreciando las vidas de los jóvenes que habían tomado como carga los han arrojado al mar, en las inmediaciones entre
Juan XXIII y la
Almadraba. A la zona han acudido patrullas del Instituto Armado que no han podido detener a los pasadores, localizando a los tres marroquíes en el arenal y procediendo a su interceptación. Es un negocio redondo:
los delincuentes cruzan de espigón en cuestión de minutos buscando hacer negocio con aquellos que aspiran a huir de Marruecos. La presión es constante en la zona. Componentes de las patrullas de costas de la Guardia Civil tuvieron que arrojarse al agua para recoger a los inmigrantes que estaban a la altura de las tres piedras evitando así que pusieran en peligro sus vidas. El servicio se salda con el salvamento de las vidas de los inmigrantes puestas en peligro y la demostración de las prácticas puestas en escena por los delincuentes que no tienen en cuenta el estado ni la integridad física de los sin papeles. Los inmigrantes marroquíes serán reconocidos por los equipos de salvamento para comprobar su estado de salud antes de su identificación. El verano está dejando escenas de pases en los que no se mide el riesgo y que expone claramente la actitud de quienes se lucran con las tragedias