La
Guardia Civil ha tenido que desplegar esta madrugada a los GRS tras producirse una auténtica
batalla campal entre los dos sectores de marroquíes, adultos y menores, que llevan enfrentándose por el control del terreno
portuario en Ceuta desde hace varios días. Los altercados, que se han saldado con 36 personas interceptadas y 4 detenidas, comenzaron pasadas las dos de la madrugada. Los trabajadores que se encontraban en las empresas situadas en la zona restringida del puerto tuvieron que salir corriendo al verse sorprendidos por la llegada de unas 70 personas, marroquíes que habitualmente viven en la explanada y que proceden de zonas del norte. Entraron a la carrera, sorprendiendo al único policía portuario que estaba en el control y que dio la voz de alarma. En las escolleras esperaban los marroquíes integrantes del segundo grupo: los procedentes de zonas del sur y a los que se les acusa de agresiones y robos. Ellos controlan la zona restringida, han ocupado las escolleras convirtiéndolas en su vivienda particular y evitan la entrada de otros inmigrantes para ser los primeros en colarse en las bateas y acceder a los barcos.
Piedras lanzadas con hondas y daños materiales
A pedradas, lanzadas incluso con hondas, se han enfrentado mientras los trabajadores portuarios escapaban del lugar al ver peligrar su integridad física. Sobre el terreno quedaban vehículos destrozados. La Policía Portuaria y los escasos agentes de la Guardia Civil que había cerraron el acceso de vehículos de empresas y de camiones por su propia seguridad. Gritos, piedras, insultos, amenazas… la situación vivida ha sido indignante. Los GRS fueron activados y se desplegaron en el lugar para empezar a la práctica de las detenciones. Sobre el terreno llegaban mandos del Instituto Armado para coordinar el operativo, de evidente riesgo. De entre los 40 inmigrantes hay dos a los que se vincula con el incendio provocado en un contenedor de
Ecoceuta. Un agente portuario intentó apagar las llamas hasta la llegada de los Bomberos que ya erradicaron cualquier peligro. Dos de los detenidos fueron plenamente identificados como artífices de esta quema, además de otras 2 personas que han sido detenidas también por su relación con el lanzamiento de piedras a agentes de la autoridad.
GEAS, Servicio Marítimo y helicóptero: el despliegue
Y así durante toda la madrugada se ha procedido a una batida extraordinaria para detener y trasladar de todos los puntos a los inmigrantes que iban siendo interceptados. Del exterior, bien huyendo por la explanada o desde dentro de las escolleras. Se requirió apoyo del Servicio Marítimo y de los GEAS por si alguno caía al agua además de contarse con el helicóptero, clave para sondear desde el aire qué personal estaba escondido en las cuevas. El despliegue, del que ha sido testigo FAROTV durante toda la noche, ha durado hasta pasadas las cinco de la madrugada, con la retirada de los GRS pero quedando permanente patrullas de la Compañía de Ceuta para revisar la zona con mayor detenimiento. Todos los interceptados serán entregados de manera gradual a la Policía Nacional, para que en aplicación de la Ley de Extranjería se proceda a su expulsión, salvo los casos de detenidos por comisión de delitos que serán puestos a disposición judicial.
Las víctimas de esta situación: “No podemos más”
Y mientras la Guardia Civil con Policía Portuaria trabajaba sobre el terreno, hacía acto de presencia también alguna unidad de la Policía Nacional por si se necesitaba su apoyo. Las víctimas de toda esta situación quedaban en la zona de Poniente: son los trabajadores de las empresas, los transportistas, los empleados de seguridad y operarios de empresas como Atlas o Ecoceuta. Ellos son los que están a pie de terreno, los que reciben las amenazas, las agresiones, el lanzamiento de piedras, las malas miradas. Y ya no pueden más. Llevan sufriendo tres días consecutivos la inseguridad y el riesgo debido a ese enfrentamiento entre el norte y el sur por el control del puerto. Algo inimaginable que pueda estar ocurriendo. Todos se preguntan cómo puede haber un asentamiento en zona restringida de personas que no pueden pernoctar en Ceuta y que terminan generando este tipo de enfrentamientos, además de ser causantes de las agresiones entre ellos y las que se producen contra bienes de estos trabajadores. El sábado un trabajador de Ecoceuta terminó con la mano destrozada, después de parar una piedra cuando ya le habían pegado en la espalda. Está de baja, ha recibido 8 puntos de sutura en la mano y se encuentra a la espera de su evolución. Pero a él se suman los coches rotos de trabajadores, las amenazas y el miedo constante a permanecer en el puesto de trabajo cuando este queda alterado por situaciones como la vivida esta noche. Las detenciones aleatorias son pan para hoy y hambre para mañana, puesto que el filtro en la frontera del Tarajal, que separa Ceuta de Marruecos, deja mucho que desear en cuanto a ser garantía de una impermeabilización que termine con estos hechos. Todos se hacen la misma pregunta: ¿cuánto tardarán en volver? Y mientras tanto los camioneros están parados durante horas sin poder descargar, los trabajadores sin poder realizar sus labores y se suceden unas consecuencias negativas para el tráfico portuario, con barcos que ya anuncian que no quieren atracar en el puerto de Ceuta para su avituallamiento o los que se encuentran con inmigrantes que intentan colarse o lo consiguen, lo que les obliga a tener que regresar a puerto. De hecho esta madrugada, entre batalla campal y detenciones, algunos lograron colarse en uno de los barcos.