La situación de presión migratoria constante que se está ejerciendo
en la zona portuaria, y que se ha visto recrudecida en los últimos meses con los intentos de intromisión de inmigrantes en los barcos, llevó a que este lunes
la Guardia Civil dispusiera dos patrullas en el buque dedicado al traslado de mercancías atendiendo así la petición cursada por el Puerto. Se hace después de unas jornadas en las que los transportistas no han podido casi trabajar debido a la presión ejercida en la zona de embarque, con un repunte de inmigrantes adultos y menores que buscaban cualquier vía para entrar en las bateas y acceder a barcos como el Festivo. El Faro se hizo eco de esta presión mediante la publicación de un vídeo
en el que se muestra la forma en que se lleva a cabo la entrada de estas personas en los puntos restringidos, a pesar de la construcción de muros que no han servido de freno. Durante la pasada fiesta de Nochebuena la situación se desbordó siendo imposible para la Policía Portuaria el control de la cantidad de personas que habían accedido o pretendían hacerlo, convirtiendo el muelle en un escenario de descontrol. Además se produjo el acoso a uno de estos efectivos por parte de un inmigrante que portaba un arma blanca. El Instituto Armado ubicó vigilancia permanente para aminorar la presencia de los inmigrantes por la zona, simplemente para garantizar que los profesionales del puerto pudieran trabajar sin soportar un acoso constante. El coladero que se produce en el Tarajal y por el paso Tarajal II lleva a esta situación: que a pesar de haberse traducido en la organización de varias batidas en la zona portuaria sigue teniendo el mismo problema ya que los menores y los argelinos del CETI interceptados vuelven de nuevo al mismo punto.