Agentes de la
Guardia Civil han recuperado un cadáver en la zona de la antigua cárcel de mujeres, en Ceuta. Es el segundo en 48 horas y de acuerdo con los datos conocidos hasta el momento se trata de un
inmigrante, de unos 40 años, de origen magrebí que portaba traje de neopreno y aletas. Murió nada más llegar a la orilla, de hecho se avisó a una ambulancia que nada pudo hacer. El hallazgo se ha producido en torno a las cinco de la tarde cuando patrullas de la Benemérita han localizado la presencia de un cuerpo sin vida en la orilla de la
playa. Hasta el Sarchal han acudido componentes de la Unidad Orgánica de la Policía Judicial del Instituto Armado para proceder al reconocimiento de la zona dándose aviso al forense para el levantamiento del cuerpo y a la funeraria para su traslado. Es el segundo varón sin vida hallado en el mismo entorno pero con espacios temporales distintos ya que en este caso el fallecido llevaba poco tiempo en el mar y en el primero, al menos dos meses. Su identificación, de hecho, es casi imposible debido al mal estado del cuerpo. En el hallado esta tarde se trabaja en saber quién es desde el primer minuto contando con la implicación del Laboratorio de Criminalística.
Unidades del Instituto Armado se encuentran en la zona esperando proceder a la retirada del cuerpo sin vida en este punto a donde llegan asiduamente nadadores o jóvenes acercados por embarcaciones. En lo que va de año este es el
segundo cadáver hallado asociado a la inmigración mientras que en 2023 se superaron las 15 muertes. La Guardia Civil abre una investigación de cada caso siendo prioridad la identificación de los cuerpos y el contacto con familiares que pudieran haber denunciado su ausencia. La ruta de los espigones se ha convertido en la más terrible de todas en cuanto a intentos de entrada y muertes. La juventud marroquí intenta escapar de su tierra y halla en la vía a nado la forma más trágica de hacerlo. En este caso se intentará encontrar pertenencias o documentos que ayuden a saber de quién se trata.