La
Guardia Civil investiga el origen de una
narcolancha intervenida en la noche de este sábado con apoyo de la Salvamar Atria, cuya unidad colaboró en el traslado de dicha embarcación hasta el puerto de Ceuta. Los componentes del Servicio Marítimo detectaron la presencia de tres embarcaciones sospechosas por sus características, similares a las de las lanchas usadas para el tráfico de estupefacientes o de inmigrantes. Al aproximarse los agentes, dos de las embarcaciones huyeron del lugar con su tripulación a bordo, quedando abandonada esta narcolancha, de 12 metros de eslora y dotada con 3 motores. Los hechos ocurrieron a unas ocho millas de Ceuta, aunque las labores de rastreo y localización se extendieron durante horas. Una vez trasladada a la base de la Benemérita ha quedado intervenida por los agentes, por una infracción dadas las dimensiones que presenta y que no son permitidas para su navegación. Ahora será el Instituto Armado el encargado de conocer el origen de la misma, su titulación o si consta denuncia por robo o sustracción, amén de vinculaciones con otros episodios que se hayan podido producir en la ciudad o su entorno. Y así, en pleno temporal, nada hace frenar las salidas de embarcaciones que, al menos, son sospechosas. En el caso de marras no se encontró nada que pueda vincularla con algún ilícito penal, pero sí que ha quedado decomisada por la vulneración a la normativa marítima. La narcolancha se suma a la hilera de unidades que han sido intervenidas en estos últimos meses por el Instituto Armado, en una época –la venida después del confinamiento- en donde se ha producido un repunte claro en la salida de sustancias estupefacientes para introducirlas en el mercado europeo teniendo como origen las plantaciones marroquíes. Solo en 2020 la Benemérita se incautó de más de once toneladas de hachís en distintas operaciones.