Agentes de
la Guardia Civil han abortado la salida desde Ceuta de más de 20 inmigrantes marroquíes que, a bordo de distintas embarcaciones, pretendían cruzar a la Península durante esta pasada madrugada. El primero de los servicios fue por partida doble, en
la zona de Calamocarro, en donde los efectivos del Instituto Armado detectaron a 12 marroquíes que, en dos embarcaciones distintas, querían escapar de la ciudad. Fueron interceptados por los agentes que estaban operativos, desplegados en una noche coincidente con
el intento de entrada de subsaharianos por Benzú. Horas después, en torno a las siete de la mañana, la Benemérita localizó a otros 9 magrebíes que, a bordo de una balsa, también habían partido de Calamocarro. El Servicio Marítimo se encargó de su traslado hasta el puerto deportivo, aplicándose el protocolo para comprobar sus identidades. En todos los casos eran marroquíes que buscaban salir de la ciudad, como las últimas expediciones que han sido detectadas en plena travesía bien por el propio Instituto Armado o contando con el apoyo de Salvamento Marítimo y su unidad Atria, con base en Ceuta. Es la tónica de este verano, en el que se tiene como añadido la cantidad de marroquíes que hay en la ciudad después de acceder el pasado mayo y que rechazan volver a su país. El miedo a una deportación acelera las escapadas que en muchos de los casos se llevan a cabo por propia iniciativa del inmigrante pero en otros esconde la acción de las redes dedicadas al negocio del tráfico de personas. Este martes también
la Guardia Civil localizaba una embarcación con 11 inmigrantes, cuatro de ellos menores, cuando pretendía marchar a plena luz del día de la ciudad. En todos los casos los inmigrantes fueron atendidos por el ERIE de
Cruz Roja, filiados y trasladados de nuevo a las naves del Tarajal, reconvertidas en centro de inmigrantes y que acogen a cerca de un millar de personas.