Grupos organizados desvalijan, a plena luz del día, coches en la calle

Tramas organizadas operan a diario en la ciudad dando forma a un negocio que les resulta lucrativo: el de la sustracción de las piezas de vehículos que están en la vía pública.

Mucho se ha escrito al respecto, tanto que ha dado pie a advertencias políticas, a anuncios que vienen a significar que habrá más vigilancia en las calles, que se endurecerán las penas contra los llamados mecánicos andantes. Después de las críticas llega la inoperancia, con lo que esas tramas siguen trabajando sin pudor alguno.
¿Sin pudor? Tanto que hasta han llegado a desvalijar vehículos que estaban en el puerto y que habían sido intervenidos por la Benemérita después de ser localizados en el embarque con droga. En pocas horas estos miembros de las tramas son capaces de retirar las piezas que luego tendrán un interés económico en Marruecos.
La Asociación Unificada de Guardias Civiles arremete contra estas prácticas y pide medios. Pero medios más efectivos. La asociación denuncia lo que se sabe, pero lo que curiosamente no se ataca con los medios debidos. Faltan agentes para garantizar la vigilancia suficiente en la frontera y faltan directrices policiales que se escapen de las meras órdenes políticas. “Vienen en vehículos desde Marruecos y se dedican a ver qué coches son los que pueden estar abandonados para quitarles las piezas. Pero lo curioso es que se ha dado casos de coches que han sido desvalijados y no estaban abandonados, así que le puede tocar a cualquiera”, sentencian desde la asociación.
La Ciudad publicitó hace un par de meses, tras un Consejo de Gobierno, que se estaba acelerando la recogida de coches. Ese anuncio político choca con la efectividad que tienen estos individuos. Desvalijan los vehículos y regresan a Marruecos con total impunidad, cruzando la frontera sin que nadie repare en que van cargados de piezas robadas. No hay investigaciones con el peso suficiente como para que sirvan para erradicar estas prácticas que se han convertido en visión diaria en la ciudad.
Las piezas sustraídas se venden después en Marruecos, alimentando ese comercio de compra y venta que es irregular. Lo que ocurre en Ceuta se da en el resto de España, aunque con menos descaro. De hecho entre las últimas intervenciones de la Benemérita figura una furgoneta recién desembarcada en la ciudad que venía repleta de piezas robadas. Intervenida, también ha sido objeto de robos.

Las sanciones “muy graves” de 2011 que no se aplican en 2012

En agosto de 2011 la Ciudad anunció que con la nueva ordenanza de uso de espacios públicos se iba a terminar con la práctica de los mecánicos andantes. Las sanciones anunciadas eran tildadas de “muy graves”. En esa Ordenanza de uso de espacios públicos se establecían fuertes sanciones, en algunos casos por encima de los tres mil y cuatro mil euros a los ciudadanos que por un lado dejen abandonados durante un tiempo que se establece en la norma sus automóviles en la vía pública y por otro lado a las personas a las que se les sorprendiera manipulando estos vehículos para extraerles piezas que luego pueden ser reutilizadas. La medida sobre el papel no resulta efectiva un año después, puesto que los mecánicos andantes actúan con total impunidad a plena luz del día, tal y como puede apreciarse en estas imágenes tomadas en plena vía pública. De estas prácticas se derivan otras, las quemas de coches, y otras más lejanas: el tráfico de piezas que abastece el mercado ilegal. Un mercado con ramificaciones en todo el país. Ayer mismo la Policía Nacional desarticulaba en la península un grupo de delincuentes especializado en la sustracción de vehículos de gama media-alta que posteriormente desguazaban para sacar por piezas de España.

El negocio sigue operativo

El objetivo: la cantidad de coches abandonados - A diario se retiran, pero sigue habiendo muchos
Dice la Ciudad que a diario se retiran entre 10 y 15 coches abandonados de las calles. Aún así sigue habiendo demasiados. Los hay incluso que llevan semanas y meses en este estado, convirtiéndose en objeto de la actuación de quienes están detrás de todos estos movimientos de tráfico de piezas. En la misma calle Alfau pasan las semanas y cada vez son más los vehículos presumiblemente abandonados, que presentan incluso los cristales rotos y que pueden ser objeto de robos. Esto es lo primero que sucede en los pasos que integran este negocio: los encargados del robo de las piezas se fijan en su presencia, después rompen los cristales y proceden a desvalijarlo por fuera y por dentro.

La quema: uno de los problemas - Siguen produciéndose a pesar de las operaciones
La Policía Nacional llevó a cabo en varias fases las denominadas operaciones ‘Fénix’, actuando sobre determinadas superficies que eran susceptibles de albergar piezas procedentes de vehículos previamente saqueados. Pues bien, la historia sigue igual. No se ha conseguido erradicar la vinculación entre quema de coches y robo de piezas, tal es así que siguen viéndose vehículos inicialmente abandonados, luego saqueados y al final quemados. En las cercanías del pabellón Díaz Flor han estado varios de ellos hasta hace bien poco, y todavía sigue habiendo vehículos calcinados y antes desguazados en el entorno del Príncipe, como el caso de este coche que lleva prácticamente un mes.

Las piezas, poco a poco - Los vehículos se van quedando sin elementos
Es un proceso que se lleva a cabo con total descaro, a la vista de todos. Tal es así que se pueden ver vehículos a los que de forma gradual les van faltando piezas, así hasta que quedan como meros esqueletos a los que las piezas que mantienen ya carecen de función alguna. La Ciudad anunció hace unos meses que iba a endurecer las penas contra quienes fueran sorprendidos desguazando vehículos, lo cierto es que las actuaciones de este tipo siguen llevándose a cabo sin reparo alguno. En cualquier calle de la ciudad se puede ver cómo se va quitando las piezas poco a poco de los vehículos sin que nadie intervenga hasta que sólo queda un burdo esqueleto que se retira como residuo.

La última parte de la historia - Uno se lleva las piezas y otro vigila
¿Esto es algo nuevo? Desgraciadamente no, es un negocio permitido que se produce a la orden del día. Las fuerzas de seguridad, siguiendo órdenes políticas, difunden cuatro detenciones para callar las críticas periodísticas, pero el problema sigue. Cuando esas críticas bajan, todo vuelve a la normalidad: marroquíes que se dedican a retirar piezas de coches a plena luz del día mientras otros esperan en los vehículos para cargarlas y llevarlas a Marruecos. Nadie les detiene mientras desvalijan en un día, en horas, los coches. Ni nadie les registra cuando cruzan la frontera del Tarajal con vehículos cargados de piezas que son robadas, puesto que han sido retiradas de coches que les son ajenos.