“¿Qué ha aparecido?, ¿qué es, una granada?”. Los vecinos curiosos y los viandantes sorprendidos quedaban al margen del cordón de seguridad que este jueves ha establecido la
Policía Nacional en la zona del Gallo. Y todo porque se había informado del hallazgo de una granada. Bueno, o eso es lo que se pensaba. Porque al final lo que era un posible artefacto se quedó en adorno metálico. La típica piña que corona habitualmente bancos y barandillas. La historia ha comenzado en el mar. En el fondo del mar. Allí un submarinista encontró lo que pensaba que era una granada y lanzó la voz de alerta ante la posibilidad de que lo fuera. E hizo bien, porque es lo que se debe hacer ante un hecho de esta magnitud. Se dio aviso y se coordinó a todas las unidades que debían tener algún papel en la resolución de este caso. Primero la supuesta granada fue colocada en una explanada. Después se mandó a la Policía acordonar cualquier vía que se aproximara a la zona. Y tercero, se avisó a los agentes TEDAX de la Policía Nacional, los únicos encargados de poder comprobar qué era ese objeto y de, si cabía, explosionarlo.
Dispositivo y reacción
Y así fue como, según ha corroborado la Jefatura Superior, se organizó todo el dispositivo que se consideró pertinente y necesario para este suceso. Y fue así como mientras los curiosos se agolpaban detrás del cordón de seguridad, la Policía Nacional trabajaba, confirmando que no había nada que temer. La supuesta granada era una piña metálica en el fondo del mar. Sí, como en los famosos dibujos animados de Bob Esponja. La Policía Nacional ha destacado que por parte del submarinista se obró de manera adecuada puesto que nunca se sabe qué podía ser hasta la comprobación debida. Y es que en Ceuta se han encontrado muchas granadas antiguas y artefactos abandonados que deben ser analizados en previsión de cualquier posible incidencia posterior.