Por desgracia todos los años con la llegada del verano pasa lo mismo, suele haber un gran incendio que nos deja el poco monte que tenemos que da pena verlo. Los daños medioambientales ocasionados son irreparables. Cada vez nos queda menos monte, de seguir así en unos años la mayoría de nuestros montes serán cenizas.
Verano tras verano se repite lo mismo, el gran protagonista del incendio es el presidente de la Ciudad, Juan Vivas, y otros políticos de turno que se suben al carro. Para mí que Vivas lo tiene claro y más o menos suele decir lo mismo cada vez que hay un incendio que arrasa una gran parte del monte. Empieza diciendo que todo ha ido muy bien. Que los bomberos lo han hecho genial. Que todo el mundo se ha volcado con el incendio. Que los vecinos afectados son unos vecinos ejemplares. Que los refuerzos de la Unidad Militar de Emergencias (UME) y los helicópteros han venido cuando tenían que venir, que todo estaba controlado. Bla, bla, bla.
Nada dice Vivas de los motivos por los cuáles los montes estaban llenos de residuos de todo tipo que campaban a sus anchas. ¿Por qué de eso no dice nada?, ¿será por qué en gran parte es responsabilidad del Ayuntamiento mantenerlos?
Tampoco ha dicho nada Vivas, todavía, del motivo por el cual las bocas de incendios del cortafuegos de la conocida como “pista del toro” no estaban operativas el 28 de septiembre del 2016 cuando un gran incendio asoló buena parte del Monte Hacho. No creo que pueda alegar ignorancia, porque en los medios de comunicación se publicó algunas veces (la hemeroteca está ahí) que estaban sin mantenimiento y hechas una porquería, todo ello con sus correspondientes fotos. Ni tampoco dice nada nadie del motivo por el cual esa zona estaba llena de residuos de todo tipo. También, nos quedamos sin saber, quienes eran los encargados de revisar que esas bocas de incendios estuviesen operativas, ¿eran los bomberos, la empresa del agua...?
Recordar que también se publicó en medios de comunicación, con sus correspondientes fotos, que por esa zona, que finalmente terminó calcinada por las llamas, estaban viviendo (acampados) migrantes que hacían fogatas para cocinar justamente debajo de uno de los árboles más grandes que hay en esa zona. En fin, un auténtico despropósito.
El hecho de que las bocas de incendios del cortafuegos de la “pista del toro” no estuviesen operativas fue en gran parte responsable de que el incendio no se extinguiera antes, ya qué donde mismo se originó hay varias bocas de incendio que no pudieron utilizar los bomberos. Ni que decir que los camiones cubas tuvieron que ir a cargar agua bastante lejos y bajar por cuestas muy empinadas de bastante peligrosas, tanto para ellos como para cualquier ciudadano que en ese momento circulase por la carretera de San Antonio, ya que las curvas son muy cerradas y de visibilidad reducida.
Cuando hay un incendio, lo primero que deberían hacer los políticos es movilizarse para atender a las personas afectadas y dejarse de tantas fotos y de apalancarse donde estén los equipos de coordinación. Donde tienen que estar los políticos es con los vecinos afectados y dejar a los profesionales de trabajar.
Mucho antes de un incendio sí que hay bastante trabajo de prevención que hacer por parte de los políticos, como es coordinar los servicios que sean necesarios para que los montes estén preparados en todos los aspectos para cualquier posible incendio. ¡Que siempre pasa lo mismo, que cuando llega el verano el monte NO está en óptimas condiciones!
Otra cosa que bien podían hacer los políticos, de la más importante creo, es solicitar que en verano haya un destacamento de la Unidad Militar de Emergencias fijo en Ceuta, para que los profesionales de la UME puedan actuar desde el comienzo del incendio sin tener que esperar a su llegada desde la península, lo cual vendría muy bien para extinguir los incendios mucho antes y que no se calcinaran tantas hectáreas como suele ocurrir.
Para ir terminado, aunque quedaría mucho por decir, agradecer la labor de TODAS las personas (empleados de TRACE, Cruz Roja, UME, Bomberos, etc.) que de una forma u otra participaron en la extinción del incendio del Arroyo de Calamocarro que ha quemado más de 40 hectáreas, muchas de ellas de un gran valor ecológico, pero MUY ESPECIALMENTE agradecer a TODOS los que trabajan todo el año de forma voluntaria y sin cobrar un céntimo para salvaguardar el medio natural desde cualquier parcela.
No quiero terminar este escrito sin agradecer enormemente a los grandes olvidados, los pilotos de los helicópteros y avionetas de extinción de incendios, la gran labor que hacen en la extinción de grandes incendios. Sin su arriesgado trabajo lo más probable que poco monte nos quedaría en Ceuta sin calcinar, su llegada siempre es crucial para la extinción de un gran incendio. Recordar que el índice de mortalidad de pilotos de avionetas y helicópteros dedicados a labores de extinción de incendios es brutal, muy superior a la media de cualquier otra profesión de riesgo. Valgan estas palabras como un pequeño homenaje a estos grandes olvidados, pero a la vez, los protagonistas.
El señor Vivas mucho pegote es el que se trae cada vez que hay un incendio, lo que tiene que hacer es mantener los montes que están que da gasco verlos.