El
IES Puertas del Campo se ha vestido de luz y color para celebrar en Ceuta
la graduación de sus alumnos de
cuarto de la ESO y Bachillerato. Un acto en el que no se han quedado en el tintero reivindicaciones del centro educativo.
Javier Pérez, director del instituto, ha denunciado que "falta poco para dar clases en el patio". Acompañado con un tono de humor y broma, ha puesto el foco en las instalaciones del centro. "Tenemos un pabellón a medio hacer", ha recalcado. Unas infraestructuras en las que la lluvia hace estragos. "Crucemos los dedos para que no llueva", ha apostillado. "Tenemos una guardería en lugar de un laboratorio", ha manifestado. "Es lo que tiene la política" ha mencionado, al mismo tiempo que ha hecho alusión al Ministerio de Educación. Ejercen
su profesión "con una pizca de resignación y mucha lucha". Ha asegurado que, continúan, "por vosotros y vosotras" en referencia a los alumnos. "Al final no ha quedado mal", ha señalado tras exponer las dudas de los estudiantes en relación a la graduación. "¿Qué hacemos con las gaviotas?" o "¡qué cutre va a ser!" son algunas de las frases que, entre risas, ha comentado.
No ha olvidado en su intervención a otros docentes "compañeros que siguen remando contra viento y marea".
Palabras personalizadas
Pérez ha pasado revista a un grupo de alumnos a los que ha dedicado unas palabras de aliento. Nirmin, Ayat, Sara, Fátima Sara, Dania, María Rania, Ayat, Abderrahman, Amani, Norhan, Yasmina o Dikra son parte de esta lista especial. María del Carmen ha recibido un
título de honor, una nueva distinción que el instituto ha impulsado para reconocer a "quien hace el bien sin esperar nada a cambio y que adora a sus compañeros". Juan María ha dedicado unas palabras a los estudiantes en un discurso en el que ha estado presente Pau Donés, al que ha hecho alusión como "ese habanero flaco de 4 libras de hueso". El paso del tiempo ha sido el mensaje principal que les ha trasladado. "La vida son cuatro días y tres pasaron ya".
Vanesa, otra de las profesoras, ha recordado que "no todo el mundo se conoce a sí mismo para elegir en
su juventud" y que tienen "tiempo para equivocarse y empezar". Les ha deseado que se conviertan en "grandes profesionales y buenas personas". Uno de los padres ha pedido subir al escenario para agradecer a los docentes la educación que han dado a sus dos hijos. Recomienda a los padres que tengan un contacto "activo" con ellos "para hacer seguimiento de los hijos. Un simple tropiezo puede convertirse en un daño de difícil reparación".
Se han sucedido después los discursos de cada curso de cuarto de la ESO y bachillerato, palabras cargadas de recuerdos y anécdotas. Flores, abrazos y sonrisas se han mezclado en una imposición de bandas llena de música donde los alumnos han estado rodeados de sus seres queridos y de sus guías, sus profesores.