Gracias. Gracias por todo. Gracias por estar ahí. Gracias por cumplir. Gracias por ese gesto, por esa mirada que lo dice todo, por esos aplausos, por esa solidaridad. Sí, gracias, gracias por todo eso y por mucho más.
Sí, vamos a salir de esta. Seguro que sí. Son tiempos complicados por la crisis sanitaria del coronavirus. Tenemos miedo, no sabemos a qué nos enfrentamos. Tampoco de quién fiarnos. Es normal, quién nos iba a decir que tendríamos que enfrentarnos a un virus, que todo un país estaría paralizado por su amenaza.
Hoy todos somos iguales. No hay ricos ni pobres. Ni la hipocresía se atreve a asomarse por la puerta. Hoy nada de eso vale porque todos tenemos el mismo objetivo, la misma meta: ganar esta batalla.
Y sí, lo vamos a conseguir. Nuestros esfuerzos en bloque lo lograrán. Y llegará ese día en el que saldremos a la calle, en el que la normalidad regresará aunque, sí, sabemos que nada va a ser igual. Lo sabemos y lo vamos asumiendo.
Gracias. Gracias por todo. Gracias por garantizar todos los servicios, por estar protegiéndonos, por mantener la ciudad, por estar en las casas confinados, por hacer cumplir las normas, por tener siempre a punto la imaginación para que cada día sea distinto. Gracias. Gracias sencillamente por conseguir que cada jornada se cierre con vida, que el camino se vaya recorriendo como los expertos nos dicen que hay que hacerlo.
No hay aplausos, no hay sirenas, no hay sonrisas, no hay gestos, no hay miradas, no hay detalles que sean suficientes para expresar que son muchas las personas, miles las que con un gracias, un gracias de corazón lo llenan todo. No, aquí no hay héroes concretos, aquí nadie es más que otro, aquí todos hacemos una piña para ganar al virus, para terminar con esta pesadilla.