Lo más parecido a un orgasmo es un gol, que escribía Vicente Verdú. La desbordante alegría del gol visibilizada en este caso en el rostro y en el entusiasta gesto de su protagonista con la imagen la de Ayala IV, aquel pequeño extremo derecho del Atlético de Ceuta que, junto con su hermano Ayala II por la otra banda, abrían tantas brechas en las zagas contrarias, desbordadas por la endiablada velocidad de tan recordados y queridos jugadores rojiblancos, Pepe y Eduardo, especialmente la del segundo.
Si impactante es la imagen más lo es para mí traer aquí con ella el recuerdo de aquellos sufridos informadores gráficos que, impasibles a los rigores de la meteorología, indefectiblemente se situaban a ambos lados de la portería, muy próximos a la línea de cal, para captar ese momento supremo del gol o el culmen de la jugada certera en los dominios del guardameta.
Como el zoom ni existía ni se le esperaba, había que estar allí. En esos fondos del campo, sentados a pie de la tantas veces humedecida zona del terreno de juego, ajenos no ya a sólo a los rigores de la meteorología si no también al riesgo del impacto de un balón o al encontronazo fortuito con el atacante o defensor, al que la acción de la jugada lo había colocado a un palmo de la avanzadilla de los fotógrafos.
Por eso, cada vez que tengo ocasión de sumergirme en los añejos tomos de la hemeroteca, no puedo por menos que detenerme en la contemplación de tantísimas imágenes como la que ilustra esta página y que hace ya muchos años pasaron a ser historia. Pura y lejana historia de la artesanía, estrategia y heroicidad del periodismo gráfico deportivo, al que ni las modernas tecnologías ni las normativas de seguridad podrán hacerle volver.
Valga pues aquí el mejor recuerdo para aquellos reporteros que la hicieron posible. A riesgo de caer en algún imperdonable olvido, me vienen ahora mismo a la mente los Cabrera Guadarrama, los hermanos Bernal, Arbona, Germán Bonitch, Antonio Recio, nuestro Quino y Nico en sus inicios, y muy especialmente mi querido y admirado, Antonio de la Cruz, ‘Toni’, santo y seña de este diario decano y autor precisamente de esta fotografía.
Y seguro que a ningún lector escapará tampoco la percepción de esa grada de general del Murube, completamente abarrotada de público hasta el último de sus escalones, envuelta en su permanente barrila de apoyo a los colores del Ceuta, y con su particular ‘quinta columna’, integrada por soldados de la guarnición cada vez que venía a jugar un equipo de su terruño.
Eran otros tiempos, vaya que sí. Como la propia ciudad.
China ha dado un paso clave en su política de apertura internacional al anunciar una…
Los ceutíes que se han acercado en la tarde de este domingo a la Sala…
La noche del sábado dejó un regalo muy especial para los vecinos de Ceuta y…
Las bibliotecas de Ceuta tienen preparada una programación variada para la semana que comienza el…
El BM Ramón y Cajal de Primera Nacional femenina peleó y compitió ante el BM…
Una de las metas que se ha propuesto Ceuta Ya! es instar al Gobierno de…